Es Sven Nijs, estúpido...

Ante esas circunstancias, James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clintón, señaló que éste debía enfocar su discurso electoral sobre cuestiones más relacionadas con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades más inmediatas. Y con el fin de mantener la campaña enfocada en este mensaje, Carville, pegó un cartel en las oficinas centrales con varios puntos escritos.
Aunque el cartel era sólo un recordatorio interno, una de las frases se convirtió en una especie de eslogan no oficial de la campaña de Clinton, que resultó decisivo para modificar la relación de fuerzas y derrotar a Bush, algo impensable poco antes de iniciarse la campaña.
“La economía, estúpido” (The economy, stupid), fue la frase que se instaló en la cultura política estadounidense y posteriormente en la internacional. La frase se popularizó como “es la economía, estúpido” y la estructura de la misma ha sido utilizada para remarcar los más diversos aspectos que se consideran esenciales.
Nunca en la historia de EE.UU. un presidente había sido héroe en dos guerras –la de Panamá y la de Medio Oriente- y había perdido las elecciones. George Washington, Abraham Lincoln, Franklin D. Roosvelt o Dwight D. Eisenhower lo podrían corroborar.
El pueblo norteamericano consideraba a George H. W. Bush como un buen presidente, de hecho, como uno de los mejores presidentes de la historia. Sin embargo, en las elecciones del año 1992, aunque pueda resultar a primera vista inexplicable, el pueblo norteamericano eligió a un hombre distinto.
Varios aspectos fueron determinantes durante la campaña electoral, para que la sorpresa se materializara. El arte de maquillar el “sentir popular” fue uno de los elementos claves, sustentado como hasta la fecha no se había visto, por los medios de comunicación. Todos los medios se concentraron en un único mensaje, que no era otro que el de la economía. Es decir, la recesión y la necesidad de cambio. En incontables entrevistas de televisión, la elección de las respuestas y los comentarios fueron mostrados selectivamente, de tal manera que se creó un “sentir popular”. Un clamor, en el que Bush era señalado como el culpable de la recesión, mientras reportajes dramáticos auguraban un terrible futuro para los americanos si no se producía el cambio.
Como decía Joseph Goebbels, ministro encargado de la propaganda del gobierno de Adolf Hitler, “una mentira repetida mil veces se convierte en una realidad”. Y es que, los medios de comunicación ocultaban deliberadamente que el país había crecido económicamente un 2,7%, manipulando la información. Omitían deliberadamente los aspectos positivos del candidato que finalmente cayó derrotado.
Algo semejante amenaza con instalarse en el subconsciente de los aficionados el ciclo-cross, dado que a base de repetir el mensaje que lanzan los medios de comunicación, los aficionados están tomando las elucubraciones como si fueran verdades irrefutables. Y es que se anuncia el ocaso de Sven Nijs.
Tras la carrera celebrada en Niel (Trofeo GvA) el pasado 11 de Noviembre, en Bélgica se ha generado un debate en torno a la fecha de caducidad del domino de Sven Nijs en la especialidad.
En esta prueba, los jóvenes Lars Boom (Rabobank) y Niels Albert (Palmans-Cras), no dieron opción alguna tanto a Sven Nijs (Landbouwkrediet) como a Bart Wellens (Fidea Cyclocross Team). Y habida cuenta del trazado, que en un principio no se ajustaba a las características de los más jóvenes, las voces que anuncian el final de una época, cobran mayor fuerza.
Una prueba o incluso un corto período de tiempo, no sirve para calibrar ni el presente ni el futuro del ciclo-cross. Sin ir más lejos, en Niel, Sven Nijs ha ocupado la misma posición en las tres últimas ediciones disputadas, incluso en estos dos últimos años, el tiempo concedido en meta con respecto al vencedor ha sido el mismo.
Así que a decir verdad, aquellos que hablan del fin de la hegemonía de Sven Nijs tras lo percibido en Niel, siendo fieles a la realidad, deberían hablar de que la temporada transcurre como en años precedentes.
Posiblemente, si en lugar de darse la costumbre de escribir sin sujetar la imaginación o la meditación que no tiene un fundamento real, en las palabras del entorno de Sven Nijs, podríamos tener una certeza mayor de los motivos que reflejan la situación actual del ciclo-cross en el más alto de sus niveles.
Tanto Sven Nijs como su preparador físico, Paul Van den Bosch, son quienes aportan mayor cordura para reflejar una situación que de ningún modo se debería entender como excepcional. Sven Nijs es la referencia del ciclo-cross y la persona que siempre aparece en la salida como el rival a derrocar, pero su campaña de ciclo-cross 2008/2009 está marcada por su participación en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Enfocar su preparación para ofrecer su mejor nivel en el mes de Agosto sobre una bicicleta de montaña, inevitablemente repercute sobre su condición física en la campaña de ciclo-cross. Mantener el alto nivel de forma que se le exige a Nijs, desde Agosto hasta Febrero, es a todas luces imposible.
Una de las medidas que tomaron conjuntamente Paul Van den Bosch y Sven Nijs fue la de reducir drásticamente el número de pruebas a afrontar a lo largo de la temporada, circunstancia que también suscitó polémica, dado que Sven Nijs aumentó su caché hasta los 8000 € amparado en que las oportunidades de contemplarlo a lo largo del año iban a ser menores, decisión que no fue vista con buenos ojos por el manager del equipo Fidea Cyclocross Team, Hans Van Kasteren.
Así, en las alturas del año que nos encontramos, observamos que la planificación anunciada por Nijs, se está cumpliendo de forma visible. En lo que va de campaña, ha disputado 11 competiciones, mientras que el año pasado por estas fechas ya habían sido 17 pruebas en las que había completad. Y a lo largo de este año, ya son 7 las victorias que lleva cosechas, mientras que la temporada pasada el número de triunfos a estas alturas del año sumaban 9 victorias. Es decir, que en la temporada pasada Sven Nijs había ganado el 52,94% de las pruebas en las que había competido, mientras en la temporada en curso la cifra se eleva hasta el 63,63% de victorias.
Con los fríos números en la mano, hablar de un Sven Nijs en decadencia es hacer caso omiso a la realidad. Nijs es más consciente que nadie que los jóvenes vienen empujando muy fuerte, y que el futuro es de ellos, pero está un tanto sorprendido de la dimensión que ha alcanzado el debate en torno a la supremacía el ciclo-cross mundial, especialmente con la campaña que está desarrollando. Entiende como pocos que la edad para un deportista de élite es determinante, sobre todo a medida que se van cumpliendo años.
Por de pronto, habrá que esperar a que sea la supuestamente "vieja guardía", y no los periodistas, los que se apresten en dar el relevo a las jóvenes figuras. Nadie mejor que ellos para saber cual es la realidad que se vive en el ciclo-cross. Por de pronto, el debate se ha enfriado, habida cuenta las lesiones de Niels Albert y Lars Boom.
Lo más positivo de este panorama, es que el ciclo-cross está de enhorabuena. Más ciclistas en disposición de alzarse con la victoria (Lars Boom, Sven Nijs, Bart Wellens y Niels Albert) y más equipos ciclistas implicados en las victorias (Rabobank, Landbouwkrediet, Fidea Cyclocross Team y Palmans-Cras) que traen consigo un mayor interés por el ciclo-cross, como lo corroboran los datos ofrecidos por Sporza TV tras la disputa de la prueba de Oudenaarde (Koppenberg) el pasado 1 de Noviembre.
Si en el año 2006 los televidentes que observaron el desarrollo de la prueba en Bélgica alcanzaron la cifra de 452.000 (55%), un año más tarde la cuota de pantalla ascendió al 59,37%, siendo 491.237 el número de espectadores. En esta temporada han sido 671.963 (60,94%) el número de personas que contemplaron el Koppenbergcross, elevándose la cifra hasta los 827.354 (81,54%) televidentes durante el desenlace final de la prueba.
Así que a día de hoy, a la vanguardia del ciclo-cross mundial se suman más ciclistas jóvenes con serias opciones en cualquier escenario. Pero hablar del fin del reinado de Sven Nijs, no se ajusta a la realidad. Son palabras mayores. Llegará ese día, que duda cabe, pero todavía no se divisa en el horizonte. Es Sven Nijs, estúpido...
Etiquetas: Bart Wellens, Lars Boom, Niels Albert, Sven Nijs