19 de enero de 2009

Emoción con nombre de mujer

La prueba femenina se presentaba con el atractivo y la incógnita que suponía el desembarco de Marga Fullana Riera en el mundo del ciclo-cross. La ciclista de San Lorenzo de Cardessar (Mallorca) atesora un excepcional palmares labrado sobre una bicicleta de montaña, siendo en la actualidad la Campeona del Mundo de Mountain Bike (Cross Country).

Va camino de cumplir 37 años. Cuenta con una preparación planificada y orientada para ofrecer el mejor de los rendimientos en la época estival. Y además no tiene experiencia alguna sobre una bicicleta de ciclo-cross. Pues bien, a pesar de semejante hándicap, llegaba a Valladolid con la vitola de favorita. Increíble pero cierto.

El día había amanecido acompañado de una ligera lluvia, pero a la hora en la que comenzaron a disputarse las pruebas el cielo ya estaba despejado, y la mañana era era agradable para el disfrute del ciclo-cross. Sobre el cerro en el que está enclavado el Parque del Mediodía, el aire que soplaba posibilitó que el terreno se secara con el transcurrir de las horas. Ésta circunstancia hizo que las carreras celebradas a unas horas más tardías, disfrutaran de un terreno menos deslizante y más favorable para el tránsito gran velocidad sobre una bicicleta.

A diferencia de las carreras que se sucedieron después, desde los primeros compases de carrera las ciclistas destinadas a la lucha por las medallas ya ocupaban los lugares de privilegio encabezadas por Marga Fullana. Soldadas a la rueda de la balear, aparecían Rocío Gamonal y Rosa Bravo.

Unos metros por detrás figuraban Sandra Santanyes, Rocío Martín e Isabel Castro. Ya estaban todas las ciclistas que tenían que estar, a excepción de Jone Mújika. La ciclista de Elgeta (Guipúzcoa) no tuvo una buena salida y la imposibilidad de entrar en las posiciones cabeceras a las primeras de cambio, la lastró para el resto de la carrera. Su nerviosismo, impaciencia y precipitación le impidieron llegar obtener un mejor resultado que la sexta posición que alcanzó finalmente en meta.

El ritmo de Marga Fullana no permitía que nadie se relajase. Así mientras que Rocío Gamonal se mantenía a la rueda de la balear con suficiencia, la gallega Isabel Castro veía como irremediablemente no podía seguir la marcha al igual que la pundonorosa andaluza Rocío Martín.

Sandra Santanyes sorprendía por la comodidad con la que transitaba y Rosa Bravo nos hacía recodar a la ciclista anterior a su maternidad. Pero la ciclista vallisoletana cometió un error, y ahí se tuvo que despedir de la lucha por la victoria. En el montículo anterior a la zona de meta, no llegó con suficiente velocidad y vio como perdía el equilibro. La caída no le supuso ningún percance mecánico ni físico, pero si le hizo perder una decena de segundos que minó su ambición y deseo de agradar ante su público.

Vio como el dúo cabecero ponía tierra de por medio, y paulatinamente la distancia se iba haciendo mayor. Hasta el punto, que una sorprendente Sandra Santanyes la superaba, ofreciendo a propios y extraños un enérgico pedalear que Rosa Bravo no ofrecía sensación de poder aguantar.

Pero el infortunio se cebó con la ciclista de Sabadell. Rompió la horquilla de su bicicleta y se acabó para ella la prueba. Intentó llegar hasta el control de material, pero cuando vió que su bicicleta se dividía en dos partes, desconsolada tuvo que abandonar la prueba.

Así que mediada la carrera, el intercambio de posiciones entre el dúo cabecero hacía ver, que aunque Marga Fullana mostraba un pedalear más limpio, la asturiana Rocío Gamonal no le iba a la zaga. Por detrás Rosa Bravo, en tierra de nadie, parecía dueña de la medalla de bronce. Y desde la distancia, Rocío Martín veía como era superada por Isabel Castro, pagando el esfuerzo inicial de seguir a las ciclistas que marcaban un ritmo demasiado exigente para ella.

En el ambiente flotaba, que la carrera estaba condenada a decidirse en la última vuelta. Fue en esa última vuelta cuando Marga Fullana empezó a forzar el ritmo de la ciclista asturiana, especialmente en los tramos de ascenso, en los cuales Rocío Gamonal sufría para aguantar la estela de la ciclista balear.

La balear embestía y la asturiana capea el envite. De forma agónica, pero la ciclista asturiana aguantaba. Hasta que llegó el montículo que precedía a la entrada a meta, allí al igual que a Rosa Bravo en la primera vuelta, le fallaron las fuerzas y prácticamente se quedó parada, cogiendo la ciclista balear unos segundos suficientes para proclamarse Campeona de España en la primera prueba que participaba en la disciplina de ciclo-cross.

Pero las carreras no se deciden hasta que uno traspasa la línea de meta, y Rocío Gamonal no dio en ningún momento la carrera por perdida. Gamonal lanzó un sprint desesperado y unido el exceso de confianza de Fullana posibilitó que la asturiana alcanzara a la balear. Cuando esta quiso reaccionar ya fue demasiado tarde y justo por unos centímetros el triunfo se decantó del lado de la asturiana.

Lección de coraje y ambición el demostrado por Rocío Gamonal. No se dio en ningún momento por vencida y encontró su premio. La derrotada fue la ciclista más fuerte. Una ciclista veterana condenada por un error de principiante. Por detrás de ambas, aparecía Rosa Bravo a 42 segundos completando el pódium.

La cuarta clasificada fue Rocío Martín a 1´26 de la vencedora. Justa recompensa para una ciclista que derrochó un espíritu competitivo excepcional. Tras verse superada por Isabel Castro mediada la prueba, se rehízo en la última vuelta, y privó a la ciclista gallega Isabel Castro del puesto que parecía destinado para ella.

Fueron dos los segundos que Isabel Castro cedió en meta con respecto a Rocío Martín. La gallega no encontró el premio a su regularidad a lo largo del año, viendo como su evolución con el suceder de los meses no ha seguido la línea ascendente que si han demostrado otras rivales.

En lineas generales fue una carrera preciosa, con dos ciclistas excepcionales luchando codo con codo hasta el final de la prueba, hasta el punto de que la vencedora tuvo que dilucidarse mediante la foto-finish, algo inaudito en una prueba de ciclo-cross en España.

Es por ello, que ambas ciclistas han sido convocadas por Francisco Plá para estar presentes en la cita mundialista de Hoogerheide (Holanda). A buen seguro, que ambas ciclistas, si despliegan lo mostrado en Valladolid estarán en disposición de ocupar un puesto entre las primeras 20 clasificadas.

Pero en fin, por un momento olvidé que este país es España, y cuando se habla de ciclismo, una mujer no cuenta para nada. Por segundo año consecutivo, no habrá representación femenina en un mundial de ciclo-cross. ¿A quien debemos agradecer esta inexplicable circunstancia? Al deseado presidente de la RFEC, Juan Carlos Castaño Moreta, por demostrar que en materia de ciclo-cross, aparecen nuevas personas pero continúan viejas costumbres. Al fin y al cabo, esa raza semihumana que forman los federativos cuando alcanzan un puesto de responsabilidad, no son más que "los mismos perros pero con distintos collares".

Pero vamos a ser positivos. Gracias a las medidas del Sr. Castaño Moreta y a que la RFEC ahorrará un desplazamiento en avión para dos mujeres (ciclistas) a Bruselas y una estancia en un hotel de fin de semana para ambas, la RFEC podrá reducir enormemente y gracias al ciclo-cross, en el que tanto invierte, la mareante cifra de 2 millones y medios de euros aproximadamente que tiene de deuda.

Fotografía: RFEC

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8 de enero de 2009

El frío Ispaster

La prueba de Ispáster acostumbraba a ser el broche final de la temporada nacional de ciclo-cross pero en su vigésima edición la prueba vizcaína alteraba su tradicional fecha en el calendario. La retransmisión televisiva del evento a través del canal autonómico vasco (ETB) obligaba a un cambio, y el señalado y festivo Día de Reyes, fue la nueva fecha elegida.

Ciclo-cross internacional, televisión en directo y un atractivo escenario eran los ingredientes que auguraban un exitoso evento. Sin embargo, la realidad fue bien distinta. Tanto es así, que la prueba fue una de las más frías que se recuerda por aquellos pagos.

No sólo por la gélida y ventosa mañana con la que se despertó Ispaster, sino por el frío ambiente ciclista reinante. Las ausencia de público era notable incluso entre aquellos acérrimos a la especialidad ciclopedestre. En su descargo se puede aludir a la tan señalada fecha en la que novedosamente se disputaba la prueba, pero lo que realmente resultaba desalentador era el escaso número de ciclistas presentes para competir.

El ciclo-cross nunca dejará de ser una especialidad postergada al más oscuro de los anonimatos deportivos sino son los más interesados en que esto no sea así, los ciclistas, quienes se tomen en serio su especialidad.

El deporte del ciclo-cross es una especialidad que, sin lugar a dudas, tiene más de lo que merece. Especialmente en el plano televisivo gracias a la querencia que ETB profesa por esta especialidad. No es normal que con la cuantía de ciclistas que practican ciclo-cross y el número de espectadores que asiste a las pruebas, una especialidad como ésta goce de la retransmisión en directo de tres pruebas en su total integridad. Los elogios que dedicar al canal autonómico vasco nunca serán suficentes en agradecimiento por el tratamiento que dispensa a un deporte como el ciclo-cross.

A las organizaciones de las pruebas internacionales tampoco se les puede exigir nada más. Alguna, como por ejemplo la de Asteasu (Guipúzcoa), no es capaz de cubrir anualmente el presupuesto que cuesta ofrecer el mejor ciclo-cross del mundo en casa. Para equilibrar la balanza de ingresos y gastos han de tirar de recursos propios. Pierden dinero con el ciclo-cross.

Dentro de esta amalgama de agentes intervinientes en el espectáculo, los ciclistas son aquellos que se creen con muchos derechos pero con pocos deberes. Anualmente se repite la cantinela de que tienen que llegar más patrocinadores al ciclo-cross que soporten económicamente la dedicación exclusiva de los ciclistas a la especialidad. Se ansía un aumento en la dotación de premios destinados a los ciclistas, e incluso se aboga por unas gratificaciones económicas fijas simplemente por la participación en una determinada prueba.

A una especialidad ciclista como es el ciclo-cross, cuyo presente actual viene precedido de unos años de oscurantismo, las actitudes irresponsables, egoistas y caprichosas de los ciclistas, la perjudica notablemente. Ante este egoismo tan frecuente, los ciclistas no son capaces de ver que en este acto se gesta su propia destrucción y la desdicha deportiva de los que vienen por detrás.

Es normal que nadie se interese por el ciclo-cross sin una vinculación al sector de la bicicleta y en buena lógica la situación continuará así en un futuro. La mayoría de los patrocinadores presentes en el ciclo-cross, cuya actividad empresarial está alejada del mundo de las dos ruedas, tiene una vinculación a un determinado ciclista fundamentalmente por motivos afectivos o de amistad que por la búsqueda de un rendimiento publicitario.

El motor principal que soporta el coste de los ciclistas en la actualidad procede del propio mundo empresarial del ciclismo. Evidentemente, una especialidad como el ciclo-cross no forma parte de las estrategias estructurales de las diferentes marcas sino que sirve como soporte complementario. Por este motivo, el desembolso no puede ser cuantioso.

Triste la actitud de muchos ciclistas. Aunque bien es cierto que tendrán que bajar el tono de voz cuando se crean en derecho de exigir más para si mismos. Sin embargo, y para la fortuna de los presentes, los ciclistas que tomaron parte en la prueba ofrecieron un bonito espectáculo. En un circuito donde los tramos de pradera abundaban sobre cualquier otro tipo de terreno, las condiciones climatológicas hicieron aflorar una ingente cantidad de barro que sirvió para seleccionar la carrera.

La carrera tuvo una interesante lucha hasta que nadie pudo soportar el saber hacer en materia de ciclo-cross que puso en práctica Isaac Suárez (BH-Cantabria Infinita). Aquella esperanza del ciclo-cross belga llamada Wesley Van der Liden (Nico Sport-Ridley) salió a un ritmo endiablado desde el mismísimo pitido inicial, pero el ciclista vió enseguida como su exigente ritmo era superado por Tino Zaballa (Zugor). El belga no llegó con la pedalada del año pasado y el de sus rivales españoles tampoco era el mismo.

Tino Zaballa es un ciclista que no se anda con tonterías. Sacude fuerte desde los primeros compases de la prueba. Las carreras de ciclo-cross no se ganan en la primera vuelta pero si se pueden perder durante esos primeros minutos de carrera.

Un atento Isaac Suárez enseguida se soldó a su rueda y Egoitz Murgoitio (Grupo Hirumet) llevando a rueda al francés Arnaud Labbe (Bouygues Telecom), contactó poco después con el duo cántabro. Y a partir de ahí el resto de los ciclistas. Todos habían perdido el tren de la lucha por los puestos importantes a las primeras de cambio y posteriormente no pudieron subirse en marcha.

Entonces Suárez comenzó a dar una lección de lo que son las pautas básicas del ciclo-cross. Detalles perceptibles e imperceptibles que hacen que un ciclistas se distancia del resto sin ser superior fisicamente a sus rivales. Por ejemplo, no hubo vuelta en el que el ciclista no cambiase de bicicleta al paso por el control que predía a la zona más exigente del circuito. La zona era favorable para el cambio de bicicleta dado que era una zona lenta. Además el ángulo de giro que propiciaba la salida del control hacía que el cambio de bicicleta no supusiese pérdida de tiempo alguna.

Sin pérdida de tiempo y con una bicicleta limpia vuelta tras vuelva, el ciclista de Los Corrales de Buelna, sin tener una potencia superior en sus piernas a Tino Zaballa, superaba con mayor suficiencia los exigentes tramos posteriores al control de material.

Mantener el ritmo marcado por Suárez hizo mella en Zaballa. Cada tramo complicado suponía un esfuerzo a Zaballa hasta que su físico dijo basta y tuvo que irremediablemente dejar marchar al ciclista. Pero no sólo la clave estuvo en la predisposición habitual de Suárez al estudio eficiente del circuito y el posterior ejercicio práctico de su particular análisis, sino que a Zaballa lo lastraba su tendencia a la improvisación sin lógica.

No es normal que un ciclista como el cántabro en la primera vuelta no se eche la bicicleta al hombro y la arrastre por la potencia del manillar. Eso es simplemente perder un tiempo a tener en cuenta y dar ventaja a sus rivales.

Durante su periplo en Bélgica, Tino Zaballa ha conocido la realidad del ciclo-cross. Físicamente está a la altura de los ciclistas más importantes de la especialidad, pero técnicamente está lejos de ellos. Si además se olvida de los conceptos primarios de la especialidad realmente su posibilidad de mejora se torna más compleja de lo que cabría esperar.

A pesar de que finalmente se tuvo que conformar con la tercera plaza a 1'17" del vencedor final, la vuelta de Zaballa al ciclo-cross tras la ausencia obligada por su concentración en Portugal con el equipo Paredes-Rota dos Movéis, se puede traducir como positiva.

Y si de hablar en positivo se trata, el nombre de Egoitz Murgoitio hay que escribirlo en mayúsculas. Cada semana su figura se engrandece amparado en la seguridad que transmiten unos resultados que mejoran competición tras competición. Precedió a Zaballa en la clasificación, alzándose con el segundo puesto a 28" de Isaac Suárez.

Realmente la diferencia podía haber sido mayor, sin embargo Suárez supo controlar la diferencia con respecto a su más amenazante perseguidor. Adoptó todo tipo de precauciones de cara a asegurar su contundente victoria. Por ejemplo, en el tramo más complicado en descenso, tomó la determinación de hacerlo desmontado de su bicicleta en sus últimas vueltas.

Fuera del podium quedó, en cuarta posición, a 2'28" el francés Arnaud Labbe (Bouygues Telecom). El ciclista galo, con una vinculación más profunda al ciclismo de carretera, se está alejando paulatinamente de el rendimiento que antaño ofrecía en esta especialidad. Demasiado lejos de la cabeza de la carrera, a casi cuatro minutos (3'53") entro Javier Ruíz de Larrínaga (Spiuk-Urteaga). Ciclista victorioso en pequeñas batallas pero derrotado en grandes guerras. Perdió el tren de cabeza y se quedó en tierra de nadie pedaleando de forma incómoda sobre el lodalaz de Ispáster. Sus generosos esfuerzos, tan numerosos y concentrados en un corto período de tiempo, pueden pasarle factura en Valladolid. Su quinto puesto no correspondió con lo esperado.

Van der Liden ocupó la sexta plaza. Entró un minuto después de Ruíz de Larrínaga, a 4'52" del vencedor. Luchó en los últimas vueltas con Unai Yus (Lankide-AZ Etxe) por esa sexta plaza, teniéndose que conformar el ciclista alavés con la séptima plaza final a 5'15" de Isaac Suárez. Ambos ciclistas, con una carga de competiciones numerosa en los últimos días, y un largo viaje desde Bélgica hasta la localidad vizcaína no mostraron la mejor de sus pedaladas.

Destacar la novena plaza de Erlantz Uriarte (Opel Ibaigane) a prácticamente seis minutos del vencedor (5'59") dejando una buena impresión en un ciclista que no acaba de dar ese salto de calidad por sus temporadas jalonadas de pocas alegrías y muchas decepciones. En el lado opuesto, la undécima posicion final de David Seco (Spiuk) a 6´42" de Isaac Suárez. Una nueva decepción protagonizada por el ciclista de Busturia, que no se asemejaba en absoluta al ciclista que en numerosas ocasiones en la última década había sido protagonista estelar en ese mismo circuito.

Ahora ya sólo queda en el horizonte la cita de Valladolid. Quedan más pruebas del calendario, aunque no muchas, pero tan sólo será la cita pucelana la que consiga atraer de modo masivo a todos los ciclistas que componen el tejido del ciclo-cross nacional. Una cita, es la que parece que olvidan, que tan sólo gana uno.

Fotografía: ETB

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29 de diciembre de 2008

Deuda saldada

El Parque Natural de Izki, uno de los parajes más singulares del País Vasco, acogía el día de los Santos Inocentes, una nueva edición del Campeonato de Euskadi de Ciclo-Cross. La desconocida para muchos altiplanicie rodeada de montañas del extremo sureste de Álava, que alberga en su seno la mayor reserva europea de Roble Marojo, iba a servir para medir por última vez, a los ciclistas vascos en el año 2008.

La ausencia de núcleos de población y de accesos acondicionados han facilitado su mantenimiento como un espacio sin apenas transformaciones, posibilitando que estos bosques constituyan un hábitat ideal para especies animales salvajes.

Limitando con el Parque Natural, se encuentra enclavada la pequeña localidad de Urturi, que cuenta únicamente con 28 habitantes, pero que con el reclamo de la naturaleza virginal de los alrededores, tiene en sus dominios un campo de Golf diseñado por Severiano Ballesteros en cuyas instalaciones se iban a desarrollar las diferentes competiciones.

Precioso marco el elegido, incluso elitista para un deporte como el ciclo-cross, acostumbrado a prohibiciones y a terrenos baldíos. Desgraciadamente el tiempo no acompañó. El Solano no quiso perderse la cita y una densa niebla cubrió el circuito, provocando que la coqueta y acristalada cafetería del complejo deportivo, cobijase a la mayor parte de los espectadores presentes, que contemplaban las diferentes pruebas sin exponerse a la intemperie.

El diseño del circuito no era el idóneo para las posibilidades que ofrecía el excepcional terreno por el cual transcurría la carrera, quedando finalmente un recorrido apto para ciclistas físicamente fuertes donde el estado de forma de cada uno de los ciclistas iba a resultar determinante.

Ante tal escenario, partía como favorito Javier Ruíz de Larrínaga (Spiuk-Urteaga). Además, estaba pendiente saldar la deuda de la bochornosa actuación de Bermeo (Vizcaya) la temporada anterior, en la que su actitud infantil le privó de conquistar la "Txapela".

La carrera, efímeramente la lideró Erlantz Uriarte (Opel Ibaigane) hasta que Egoitz Murgoitio (Cafés Baqué) tomó las riendas de la misma, con la intención de no desprenderse de ella. El ciclista de Abadiño (Vizcaya) ha regresado al ciclo-cross para quedarse. No regresará al ciclismo de carretera, salvo en aquellas carreras puntuales que sirvan como preparación para el ciclo-cross. El espigado ciclista se sobrepuso a unos graves problemas físicos sufridos el año 2005 que hacían peligrar su carrera deportiva. Formó parte de forma efímera del pelotón profesional de ruta, dentro de la escuadra Grupo Nicolás Mateos durante el año 2007 y regresó a la categoría Élite de la mano del equipo Cafés Baqué en el 2008, colores que viste hasta la fecha. Muchas y muy variadas experiencias de todo tipo en el ciclismo de carretera que llegan a su fin.

Desestimada la posibilidad de continuar un año más en la categoría amateur y sin hueco en ningún equipo profesional, el ciclista decidió en Septiembre que regresaba a sus orígenes. Notable especialista nacional en las categorías inferiores, va recuperando sensaciones pasadas, a pasos agigantados. Su juventud y sus antecedentes en el ciclo-cross (Campeón de España Cadete en Porriño 1999 y Campeón de España Sub´23 en Sotrondio 2003), hicieron que el seleccionador nacional, Francisco Plá, confiara en él para la importante cita de la Copa del Mundo disputada en Igorre, en contra de la opinión general.

Egoitz Murgoitio cumplió con creces en la prueba vizcaína hasta que una inoportuna rotura de cadena le impidió clasificarse en los puestos que transitó durante buena parte de la prueba, y a partir de aquella fecha ha ido dotándose de mayor identidad dentro del panorama nacional del ciclo-cross, hasta el punto que sólo será el ciclista vizcaíno, el que pueda romper la selección que ya tiene preconfigurada el seleccionador nacional para la cita de Hoogerheide (Holanda).

Llegaba a la cita de Urturi con unas excelentes sensaciones recogidas en la prueba de la Copa del Mundo de Nommay (Francia) celebrada el pasado 21 de Diciembre y durante el primer tercio de carrera marcó su propio ritmo, dando una sensación de seguridad en si mismo, impropia de lo visto hasta la fecha.

Javier Ruiz de Larrínaga (Spiuk-Urteaga) sufría para mantener una distancia visual constante con el ciclista, viendo como en los tramos más complicados de la zona boscosa, el ciclista de Abadiño irremediablemente volvía a endosar la misma proporción de segundos que el ciclista de Amezaga de Zuya había conseguido restar en otras zonas del circuito más aptas para su destreza ciclista.

A la estela de Javier Ruiz de Larrínaga se había soldado Unai Yus (Lankide-AZ Etxe) y desgraciadamente el ciclista vitoriano despareció ante el primer contratiempo. Un pequeño percance hizo descentrarse al ciclista y con ello tirar por tierra todas sus posibilidades. Si algo admirable tiene el ciclista es su carácter competitivo, la ilusión por el ciclo-cross de un niño embutido en el cuerpo de un ciclista maduro, su inconformismo y su entrega hasta la extenuación. Si Yus pierde su esencia, ¿qué nos queda de él?.

Si Unai Yus perdió sus opciones por voluntad propia, a otro de los llamados a priori a estar en la lucha por la victoria, David Seco (Spiuk) lo condenó el diseño del circuito. Un trazado de una gran exigencia física sacó a relucir sus carencias, que en esta ocasión no pudo maquillar con su destreza técnica puesto que el circuito no se aprestaba a ello.

Así por lo tanto y una vez que había trancurrido el primer tercio de la prueba, la carrera únicamente tenía dos aspirantes a la victoria, Egoitz Murgoitio (Cafés Baqué) y Javier Ruíz de Larrínaga (Spiuk-Urteaga). El ciclista de Abadiño marcaba un ritmo muy sólido y ello posibilitaba el claro distanciamiento entre ambos y el resto de rivales.

Tras dejar madurar la prueba, y en la zona donde el ritmo que marcaba Murgoitio le pasaba una mayor factura el propio ciclista, Javier Ruíz de Larrínaga (Spiuk-Urteaga) lanzó un ataque que le sirvió para obtener una renta suficiente en un breve espacio de tiempo, que supo mantener hasta la línea de meta.

Curioso el proceder habitual de Javier Ruíz de Larrínaga en este tipo de lances, en los que repite fielmente una especie de guión premeditado. El ciclista minusvalora la importante primera vuelta de una competición de ciclo-cross confiado en que su capacidad para mantener un ritmo alto en busca de la cabeza, le hará llegar a ella tarde o temprano.

Una vez alcanzada la cabeza de la prueba, consume el tiempo en el análisis de las virtudes y debilidades de sus rivales, para asestar un ataque, que la permita distanciarse lo suficiente, elevando el ritmo de nuevo, de tal forma que sus rivales no pueden recortar la diferencia obtenida tras el contundente ataque.

Una forma de actuación, que le ha supuesto un notable número de victorias, no en vano es el ciclista más laureado del territorio nacional en este campaña, pero esa línea de actuación no encaja en las pruebas donde la competitividad es mayor. Sus peores actuaciones a lo largo de esta temporada, se han producido en las pruebas de mayor competitividad, y donde los rivales presentes eran de mayor calidad y también estaban presentes en mayor número. Así, tanto en Igorre como en Asteasu se vió privado de estar a la altura de los ciclistas nacionales a los que días antes superaba sin dificultades.

Si no soluciona los problemas por los que atraviesa a lo largo del primer tercio de carrera, sus salidas carentes de explosividad y su incapacidad para mantener un elevado ritmo en los primeros quince minutos de competición, tendrá dificultades incluso para acceder al podium de la esperada cita de Valladolid.

Pero para la cita castellana faltan todavía algunas semanas, mientras tanto en Urturi el ciclista alavés se alzó con todo merecimiento con la victoria, superando en 21 segundos a Egoitz Murgoitio. Del tercer lugar del podium se hizo merecedor Aketza Peña (Pan Menesa) que aunque lejos del dueto que protagonizó la carrera, privó a David Seco y Unai Yus de acceder al podium. Llegó a 2'03" satisfecho por el resultado, y por una carrera en la que su constancia le hizo merecedor de estar junto a los dos protagonistas de la carrera.

Más de medio minuto más tarde, a 2'38" apareció en meta David Seco (Spiuk) y casi a cuatro minutos (3'55") entró en quinta posición Unai Yus (Lankide-AZ Etxe). Tan sólo 16 segundos más tarde, hizo aparición el primer Sub´23, Jon Izaguirre (Seguros Bilbao). De su victoria en la categoría de los más jóvenes se obtiene una doble lectura: Por un lado, el crecimiento de un ciclista con el paso de las semanas, que enfoca su preparación en la carretera pero que no se olvida del tradicional ciclo-cross, siendo un rival más peligroso con el suceder de las semanas. Algo que nos hace recordar a las actuaciones de su hermano Gorka Izaguirre (Seguros Bilbao) en temporadas pasadas.

Y por otro lado, el bajo nivel en la categoría Sub´23. Que un ciclista que incluye entre en su preparación el ciclo-cross supere a los especialistas, no habla muy bien de éstos últimos. David Juárez (Opel Ibaigane) entró dos puestos por detrás de Izaguirre, en octava posición, a 5'05 del vencedor.

Intercalado entre ambos, Joseba León (Ciclos Maestre) a 4'58" en uno de sus cada vez más habituales días de aquellos que el ciclista, a través de escenificaciones infantiles, hace todo lo posible por llamar la atención desde el momento en el que llega al circuito hasta el momento en el que se va.

Tan sólo fueron 14 los ciclistas que finalizaron sin ser doblados, a pesar de las dimensiones del circuito, que prácticamente tenía una cuerda de 3 kilómetros. Uno de ellos fue, Zigor Urain (CDR) al que hay que seguir agradeciendo al igual que al resto de ciclistas que toman la misma determinación que el ciclista guipuzcoano, su deseo de participar en la categoría Elite y no en la categoría Máster.

Perfectamente, tanto Zigor Urain (CDR) como su compañero Iñigo Roldán (CDR) o incluso Jorge Iruretagoyena (Spiuk) podrían ser "cabeza de ratón" en lugar de "cola de león" en esto del ciclo-cross. Pero para beneficio del ciclo-cross en general no lo hacen. Ellos posibilitan, entre otras cosas, una mayor competitividad en la categoría reina y son los que ponen en dificultades a esos jóvenes que tomarán las riendas del ciclo-cross en un futuro.

Cuando contemplo en el podium como Aitor Diaz Miranda, con la trayectoria que ha tenido en las categorías inferiores dentro del ciclo-cross, como recibe los honores al proclamarse vencedor en la categoría Master 30, no puedo hacer otra cosa que agradecer a los ciclistas que no toman el mismo camino que el ciclista vizcaíno, su decisión.


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22 de noviembre de 2008

Es Sven Nijs, estúpido...

Poco antes de las elecciones del año 1992, George H. W. Bush era considerado imbatible por la mayoría de los analistas políticos, fundamentalmente debido a sus éxitos en política exterior, como el fin de la Guerra Fría y la Guerra del Golfo Pérsico. Su popularidad había llegado al 90% de aceptación, lo que suponía un récord histórico en EE.UU.

Ante esas circunstancias, James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clintón, señaló que éste debía enfocar su discurso electoral sobre cuestiones más relacionadas con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades más inmediatas. Y con el fin de mantener la campaña enfocada en este mensaje, Carville, pegó un cartel en las oficinas centrales con varios puntos escritos.

Aunque el cartel era sólo un recordatorio interno, una de las frases se convirtió en una especie de eslogan no oficial de la campaña de Clinton, que resultó decisivo para modificar la relación de fuerzas y derrotar a Bush, algo impensable poco antes de iniciarse la campaña.

“La economía, estúpido” (The economy, stupid), fue la frase que se instaló en la cultura política estadounidense y posteriormente en la internacional. La frase se popularizó como “es la economía, estúpido” y la estructura de la misma ha sido utilizada para remarcar los más diversos aspectos que se consideran esenciales.

Nunca en la historia de EE.UU. un presidente había sido héroe en dos guerras –la de Panamá y la de Medio Oriente- y había perdido las elecciones. George Washington, Abraham Lincoln, Franklin D. Roosvelt o Dwight D. Eisenhower lo podrían corroborar.

El pueblo norteamericano consideraba a George H. W. Bush como un buen presidente, de hecho, como uno de los mejores presidentes de la historia. Sin embargo, en las elecciones del año 1992, aunque pueda resultar a primera vista inexplicable, el pueblo norteamericano eligió a un hombre distinto.

Varios aspectos fueron determinantes durante la campaña electoral, para que la sorpresa se materializara. El arte de maquillar el “sentir popular” fue uno de los elementos claves, sustentado como hasta la fecha no se había visto, por los medios de comunicación. Todos los medios se concentraron en un único mensaje, que no era otro que el de la economía. Es decir, la recesión y la necesidad de cambio. En incontables entrevistas de televisión, la elección de las respuestas y los comentarios fueron mostrados selectivamente, de tal manera que se creó un “sentir popular”. Un clamor, en el que Bush era señalado como el culpable de la recesión, mientras reportajes dramáticos auguraban un terrible futuro para los americanos si no se producía el cambio.

Como decía Joseph Goebbels, ministro encargado de la propaganda del gobierno de Adolf Hitler, “una mentira repetida mil veces se convierte en una realidad”. Y es que, los medios de comunicación ocultaban deliberadamente que el país había crecido económicamente un 2,7%, manipulando la información. Omitían deliberadamente los aspectos positivos del candidato que finalmente cayó derrotado.

Algo semejante amenaza con instalarse en el subconsciente de los aficionados el ciclo-cross, dado que a base de repetir el mensaje que lanzan los medios de comunicación, los aficionados están tomando las elucubraciones como si fueran verdades irrefutables. Y es que se anuncia el ocaso de Sven Nijs.

Tras la carrera celebrada en Niel (Trofeo GvA) el pasado 11 de Noviembre, en Bélgica se ha generado un debate en torno a la fecha de caducidad del domino de Sven Nijs en la especialidad.

En esta prueba, los jóvenes Lars Boom (Rabobank) y Niels Albert (Palmans-Cras), no dieron opción alguna tanto a Sven Nijs (Landbouwkrediet) como a Bart Wellens (Fidea Cyclocross Team). Y habida cuenta del trazado, que en un principio no se ajustaba a las características de los más jóvenes, las voces que anuncian el final de una época, cobran mayor fuerza.

Una prueba o incluso un corto período de tiempo, no sirve para calibrar ni el presente ni el futuro del ciclo-cross. Sin ir más lejos, en Niel, Sven Nijs ha ocupado la misma posición en las tres últimas ediciones disputadas, incluso en estos dos últimos años, el tiempo concedido en meta con respecto al vencedor ha sido el mismo.

Así que a decir verdad, aquellos que hablan del fin de la hegemonía de Sven Nijs tras lo percibido en Niel, siendo fieles a la realidad, deberían hablar de que la temporada transcurre como en años precedentes.

Posiblemente, si en lugar de darse la costumbre de escribir sin sujetar la imaginación o la meditación que no tiene un fundamento real, en las palabras del entorno de Sven Nijs, podríamos tener una certeza mayor de los motivos que reflejan la situación actual del ciclo-cross en el más alto de sus niveles.

Tanto Sven Nijs como su preparador físico, Paul Van den Bosch, son quienes aportan mayor cordura para reflejar una situación que de ningún modo se debería entender como excepcional. Sven Nijs es la referencia del ciclo-cross y la persona que siempre aparece en la salida como el rival a derrocar, pero su campaña de ciclo-cross 2008/2009 está marcada por su participación en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Enfocar su preparación para ofrecer su mejor nivel en el mes de Agosto sobre una bicicleta de montaña, inevitablemente repercute sobre su condición física en la campaña de ciclo-cross. Mantener el alto nivel de forma que se le exige a Nijs, desde Agosto hasta Febrero, es a todas luces imposible.

Una de las medidas que tomaron conjuntamente Paul Van den Bosch y Sven Nijs fue la de reducir drásticamente el número de pruebas a afrontar a lo largo de la temporada, circunstancia que también suscitó polémica, dado que Sven Nijs aumentó su caché hasta los 8000 € amparado en que las oportunidades de contemplarlo a lo largo del año iban a ser menores, decisión que no fue vista con buenos ojos por el manager del equipo Fidea Cyclocross Team, Hans Van Kasteren.

Así, en las alturas del año que nos encontramos, observamos que la planificación anunciada por Nijs, se está cumpliendo de forma visible. En lo que va de campaña, ha disputado 11 competiciones, mientras que el año pasado por estas fechas ya habían sido 17 pruebas en las que había completad. Y a lo largo de este año, ya son 7 las victorias que lleva cosechas, mientras que la temporada pasada el número de triunfos a estas alturas del año sumaban 9 victorias. Es decir, que en la temporada pasada Sven Nijs había ganado el 52,94% de las pruebas en las que había competido, mientras en la temporada en curso la cifra se eleva hasta el 63,63% de victorias.

Con los fríos números en la mano, hablar de un Sven Nijs en decadencia es hacer caso omiso a la realidad. Nijs es más consciente que nadie que los jóvenes vienen empujando muy fuerte, y que el futuro es de ellos, pero está un tanto sorprendido de la dimensión que ha alcanzado el debate en torno a la supremacía el ciclo-cross mundial, especialmente con la campaña que está desarrollando. Entiende como pocos que la edad para un deportista de élite es determinante, sobre todo a medida que se van cumpliendo años.

Por de pronto, habrá que esperar a que sea la supuestamente "vieja guardía", y no los periodistas, los que se apresten en dar el relevo a las jóvenes figuras. Nadie mejor que ellos para saber cual es la realidad que se vive en el ciclo-cross. Por de pronto, el debate se ha enfriado, habida cuenta las lesiones de Niels Albert y Lars Boom.

Lo más positivo de este panorama, es que el ciclo-cross está de enhorabuena. Más ciclistas en disposición de alzarse con la victoria (Lars Boom, Sven Nijs, Bart Wellens y Niels Albert) y más equipos ciclistas implicados en las victorias (Rabobank, Landbouwkrediet, Fidea Cyclocross Team y Palmans-Cras) que traen consigo un mayor interés por el ciclo-cross, como lo corroboran los datos ofrecidos por Sporza TV tras la disputa de la prueba de Oudenaarde (Koppenberg) el pasado 1 de Noviembre.

Si en el año 2006 los televidentes que observaron el desarrollo de la prueba en Bélgica alcanzaron la cifra de 452.000 (55%), un año más tarde la cuota de pantalla ascendió al 59,37%, siendo 491.237 el número de espectadores. En esta temporada han sido 671.963 (60,94%) el número de personas que contemplaron el Koppenbergcross, elevándose la cifra hasta los 827.354 (81,54%) televidentes durante el desenlace final de la prueba.

Así que a día de hoy, a la vanguardia del ciclo-cross mundial se suman más ciclistas jóvenes con serias opciones en cualquier escenario. Pero hablar del fin del reinado de Sven Nijs, no se ajusta a la realidad. Son palabras mayores. Llegará ese día, que duda cabe, pero todavía no se divisa en el horizonte. Es Sven Nijs, estúpido...


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9 de noviembre de 2008

Tan lejos, tan cerca

Asistimos a un fenómeno en expansión, que no por esperado, deja de ser sorprendente. Es uno de los estandartes de la sociedad digital de nuestros días. Es un ejemplo de la necesidad de comunicar pensamientos y opiniones. Un fenómeno global y en auge. Es el blog.

En una sociedad cada vez más conectada empiezan a surgir personas que quieren expresar sus pensamientos en la red para que puedan ser conocidos por otros y posteriormente debatidos, rebatidos, defendidos o estudiados.

Nos a tocado vivir en una época en la que la importancia de obtener la información que se necesita rápidamente es cada vez más relevante, tanto en el aspecto profesional como en el personal. El hecho de tener buenos contactos y referencias en una determinada red social se presentaba como una de las vías más importantes para llegar a un determinado fin. Incluso, frecuentemente, era la única vía para llegar a él.

Ahora, el acceso a Internet, la considerada red de redes, ofrece una nueva vía de comunicación que permite estar informado en todo momento y prácticamente en tiempo real. Sin lugar a dudas, un gran avance comunicativo. Pero, paralelamente a esa línea de la comunicación global, Internet también ha servido para abrir la puerta a una nueva forma de conocer personas, opiniones, debates y reflexiones.

La interconexión de pensamientos gracias a la red posibilita que el conocimiento sobre cualquier tema pueda llegar a cualquier lugar del mundo. Y resulta evidente decir, que el blog es uno de los máximos exponentes en el auge de esta difusión de ideas dentro de Internet.

Un blog no deja de ser más que un diario personal, pero con una sutil e interesante diferencia, que no es otra que ofrecer la posibilidad de ser leído por cualquier persona y además con la posibilidad de opinar sobre lo escrito. Un interesante valor añadido al diario de carácter más intimista que tradicionalmente hemos conocido.

Es saludable y totalmente recomendable este fenómeno. El enriquecimiento que uno puede extraer de aquello que una persona desea transmitir puede ser tan sugestivo como interesante. Todo el mundo que tenga la sensación de que tiene algo que decir, deberían tener la animosidad de hacerlo.

Y no por ello debe existir un temor a una saturación debido a éste fenómeno, puesto que tras concluir la inicial etapa de lo novedoso, se produce una situación de estabilización que hace que por un lado algunos intentos queden en el olvido y otros pasen a engrosar la lista de las obligadas lecturas.   

Este fenómeno, se palpa en el mundo del ciclo-cross nacional. Surgidas en un breve espacio de tiempo, ahora tenemos la posibilidad de escuchar voces anónimas, que aportan aquello que estiman oportuno, dentro de una especialidad ciclista que por estar tan ajustada a un determinado período de tiempo como por su escasa cuota de popularidad, siempre queda alejada de los medios de comunicación, a los que los aficionados acuden para informarse.

Pero además de las voces anónimas, se da la circunstancia que los ciclistas más destacados de la especialidad, en su práctica totalidad se han sumado al fenómeno. Oportunidad para los protagonistas de mostrar a través de otro canal aquellos patrocinadores que soportan sus gastos y la ocasión para el aficionado de interrelacionarse con los ciclistas más destacados. Saludable interés y beneficio mutuo.

Sin embargo, lo que en un principio se considera de gran interés puede perder esta característica si el enfoque no es el adecuado. Cuando aquello que no deja de ser una opinión interesadamente subjetiva, se envía a los medios de comunicación para que estos lo acojan como una noticia, la idoneidad del contenido del mensaje en este nuevo marco, es negativo. Y dentro esta amalgama de ciclistas, Unai Yus Querejeta destaca como ningún otro en el pedalear por este camino, a todas luces equivocado.

Bien pudiéremos pensar en buena lógica, que a mayor difusión de contenidos propios, mayor beneficio, especialmente si uno quiere corresponder en la medida de lo posible a sus patrocinadores. Sin embargo, la línea argumental que se traza se aleja totalmente de ese cometido.

Ya por de pronto, aunque pudiera incluirse dentro de lo anecdótico, firmando como Unai Yus Press, como si las palabras “Prensa” o “Prentsa” no hubiesen sido alumbradas todavía, la elección del inadecuado anglicismo nos revela y acerca a una intención de distingo que roza lo absurdo.

La opinión personal subjetiva no encaja con la supuesta objetividad periodística de un medio de comunicación, y especialmente ante los ojos del receptor de la información, que no asimila del mismo modo la información dependiendo de donde se enmarque.

Además, se tergiversa el mensaje, pasando de lo que el ciclista desea decir a la comunidad, a aquello que le interesa que la comunidad escuche. Sutil pero significativa diferencia. Ni tan siquiera es un mensaje subliminal sino que se convierte en un firme axioma.

También, en un análisis más pormenorizado, con el transcurso del tiempo, y la reiteración del citado posicionamiento verbal, lo que pudiera entenderse como un contundente ariete, puede transformarse en un arma de doble filo.

Así de esta forma, a través de la hemeroteca que permite crear estos nuevos formatos de comunicación se descubre, al confrontar los pensamientos subjetivos y la realidad objetiva, un determinado comportamiento que no siempre puede resultar positivo para el protagonista, pero que a base de la reiteración de los comunicados, aflora.

Por de pronto, ya se ha desvelado la justificación que aglutinará todos aquellos fracasos que sufra el ciclista a lo largo de la temporada, que no es otro que su siempre aludido hombro. Justificación baldía, dado que su período de inactividad ciclista ha sido significativamente escaso, puesto que el ciclista que antaño aborrecía el rodillo, se lanzó a invertir horas sobre él, en el momento que tuvo la más mínima posibilidad.

Juicios, valoraciones y justificaciones en este sentido, que revelan una de las facetas más inherentes a la condición humana, que no es otra que la del autoengaño. Realmente, esta serie de comentarios de Unai Yus, no son más que un mecanismo de defensa que al ciclista, por su forma de ser, le ofrece una mayor seguridad. Sin embargo, el problema aparece cuando no se sabe poner freno a esa distorsión y se es incapaz de mantener el equilibrio entre la realidad y la ficción.

Es muy complicado, y no sólo para Unai Yus, escapar al autoengaño. Mentirse a uno mismo actúa como una coraza que protege de un medio supuestamente hostil, que únicamente se puede gobernar si hay un constante esfuerzo por estar conectado a la realidad.

Esta actitud es un elemento que posibilita la falta de atención a las verdades dolorosas para mantenerse a salvo de la ansiedad.  Se puede considerar como una estrategia de supervivencia. El miedo a ser juzgado o incluso rechazado. El miedo a fracasar o descubrir unas limitaciones, lleva a ocultar la forma natural de ser o de pensar.  

El ciclista toma un posicionamiento en el que elige ver lo que le agrada, para responder de forma equilibrada a sus temores. Y es que, con frecuencia, afrontar la verdad supone tener que cambiar la situación, que dependiendo de la personalidad forjada a lo largo del tiempo, en muchas ocasiones no resulta sencillo. Para ello, resulta fundamental un respeto sincero y una tolerancia, soltando el lastre de egoísmo exacerbado del que hace gala, hacia los demás y especialmente hacia si mismo.

Sin lugar a dudas, como en este y en otros tantos casos, las apariencias engañan. Cuando existen carencias, el camino más fácil que toma la persona para amortiguar esas emociones negativas –frustración, desengaño o malestar por no cumplir ciertas expectativas-, es la de convertir la realidad en algo que considera atractivo para uno mismo en primer lugar y a continuación para los ojos de los demás.

Y son precisamente esos ojos, los que ahora tienen la posibilidad de contemplar y extraer una ingente cantidad de información como nunca hasta la fecha había sucedido. Y todo ello gracias a la generosidad de aquel o aquellos que deciden voluntariamente escribir sus opiniones y pensamientos, compartiéndolos con los demás. En ocasiones las informaciónes son anodinas e irrelevantes, pero en otras ocasiones son tremendamente reveladoras o bien están cargadas de una interesante información.

Por todo ello, larga vida al blog.

Fotografía: Sergio González Ahedo

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27 de octubre de 2008

El cordón umbilical se ha roto

"Nuestras vidas son los ríos, que van a dar al mar, que es el morir. Allí van los señoríos derechos a se acabar e consumir". Sólo esta estrofa basta para hacer imperecedera la gloria de un poeta. Basta y sobra.

Todo nace del prodigio de la pluma de Jorge Manrique en esas «Coplas a la muerte de su padre». Don Rodrigo Manrique falleció en Ocaña (Toledo) el 11 de Noviembre de 1476, víctima de un cáncer que devoró su rostro y semejante imagen de las postrimerías de la vida de su progenitor, marcó a Jorge Manrique.

Por ello, expresó en las "Coplas" no sólo el elogio fúnebre, sino la contemplación misma de la vida como bien perecedero y mortal, del tiempo como víctima del tiempo y de la belleza como objeto de nostalgia más que de celebración.

Merece la pena leer a Jorge Manrique ya que tiene un misterio especial. Algo mágico que lo identifica con una época y una sensibilidad que nos parecen fijados de una vez y para siempre por la sola gracia de unos pocos versos. No es casualidad el culto rendido desde hace cinco siglos al autor del primer gran poema de su género en lengua castellana.

En la popular sexta estrofa, el agua es utilizada como una extensa metáfora de la vida, con su dolor y su dicha, con su esplendor y su quiebra de expectativas. Bien sea en el mismo cauce del río Nela o con el Pisuerga en lontananza, que uno no puede evitar tener un sentimiento de tristeza cuando contempla las evoluciones y el deambular de David Seco en este inicio de temporada.

Al observar detenidamente al ciclista, aflora irremediablemente la sensación de pesadumbre adivinando que la carrera deportiva del ciclista de Busturia está cerca de su desembocadura. A lo largo de nuestra vida, las personas se degustan y se esfuman sin tiempo para incorporarlos a nuestra identidad, pero David Seco en el ciclo-cross español era algo más, era un "ser transicional".

Todos aquellos que un día fuimos niños, recordamos con nostalgia aquellas cosas materiales en las que concentrábamos nuestro afecto y confianza. Son clásicos el muñeco de trapo o de peluche que los pequeños abrazan para conciliar el sueño o el simple trapo como el que acompaña a todas partes al pequeño Linus en las tiras cómicas de Charlie Brown.

Donald Winnicott, pediatra y psicoanalista inglés, fue quien alumbró el término "objetos transicionales" para denominar a estos objetos. En ellos veía la representación de la seguridad materna cuando la madre está ausente. Son, por tanto, una especie de cordón umbilical que a través de la fantasía crea vínculos firmes entre el sujeto y la realidad.

No hace mucho tiempo, en la década de los noventa, el ciclo-cross entró en un irremediable declive del que afortunadamente se ha recuperado en las últimas temporadas. Por aquel entonces, las figuras que acaparaban la atención de los aficionados estaban caducas, compitiendo muchas de ellas por la admirable afición que profesaban por la especialidad, quedando atrás su implicación más determinante.

El relevo generacional no se certificaba, dado que las jóvenes figuras en ciernes que apostaban por la especialidad desertaban cuando sus mejores años estaban por llegar. David Seco invirtió la tendencia. El ciclista se convirtió por derecho propio en la representación figurativa del ciclo-cross nacional, en un panorama donde huérfanos de ciclistas involucrados en la especialidad, era indiscutiblemente la referencia. Un ciclista superlativo con respecto a los rivales nacionales a los que se enfrentaba.

El ciclista no se conformó con la práctica autómata de una especialidad ciclista en descrédito. Eran años en los que con algo más que afición y empleándose con un mínimo de interés, se abría para cualquier ciclista la posibilidad inexorable de lucimiento personal. Sin embargo, y de forma determinante, David Seco fue un paso más allá encaminando nítidamente su objetivo hacia la búsqueda de una formación que pudiese llevarlo a las cotas más altas que el ciclista estuviese en disposición de alcanzar.

De la mano de Paul Herijgers se inició en la preparación consecuente y científica de la especialidad, cuando en el territorio nacional la preparación en materia de ciclo-cross iba por otros derroteros bien distintos. Sus estancias, por aquel entonces novedosas, en Bélgica, suponían un gran esfuerzo en muchos sentidos, pero sirvieron con la constancia y el paso de los años para señalarlo, como el ciclista más avanzado en el conocimiento y preparación de un deporte como el ciclo-cross en el territorio nacional.

Tal circunstancia, de partida ya era una enorme ventaja, y naturalmente se plasmó en un incontestable dominio que le reportó una ingente cantidad de victorias y títulos a lo largo de los últimos años.

Sin embargo esa luminiscencia única la había perdido en las últimas temporadas. A la vez que el ciclo-cross nacional resurgía, la figura del ciclista de Busturia perdía su halo característico. Al ciclista se le había concedido en gracia, una especie de moratoria teniendo en cuenta los diferentes problemas por los que había atravesado en las últimas campañas, siendo determinante la temporada 2008/2009 para realmente conocer el lugar exacto donde ubicar al ciclista dentro del ciclo-cross nacional y determinar si continuaba siendo merecedor de su privilegiado estatus del pasado.

Pues bien, todo hace pensar que esa función transicional está desmarcándose totalmente de David Seco. Los niños siguen teniendo sus mascotas o juguetes preferidos que sobreviven a las avalanchas de regalos, pero que cada vez les rinden menos lealtad. Lo mismo sucede con la figura de David Seco, que a pesar de que su recuerdo nos evoca a muchas jornadas históricas de nuestro ciclo-cross, su estampa ha caído en una desidia perniciosa, que lo está conduciendo irremediablemente al anonimato.

Desde la infancia aprendemos lo que es la avidez por lo nuevo y el desdén por lo usado y lo gastado. No en vano, cuando somos adultos paulatinamente nos desprendemos de las cosas durables, de aquello a lo que guardar una fidelidad a lo largo de toda una vida o de una etapa importante de ella. Antes se apuraban las cosas hasta el último aliento y hoy en día ha quedado borrado el encanto de aquello que otorgaba alguna forma de distinción.

Sustentados en lo efímero, despojamos de sustancia a aquello que antes nos servía como llave de la memoria. Cuanto más momentos incorporamos a nuestra vida, más se acorta la de aquello que nos rodea. Renovando continuamente nuestras compañías materiales y nuestras apariencias, se eliminan también esos elementos transicionales que nos hablan de la identidad.

Todos necesitamos depositar en las cosas algo de nuestro yo, confiarles nuestros sueños, dotarlas de significado y reconocernos en ellas. En el culto a las cosas perdurables hay una espiritualidad que no conoce el aficionado inestable y compulsivo, esclavo de lo novedoso y proclive al hastío. Sería imposible comprender el cauce por el que transita el ciclo-cross nacional sin la figura del ciclista que se aventuró decididamente a sumergirse en unas aguas oscuras y hasta la fecha desconocidas. Posiblemente muchas de las estampas que guardamos los aficionados en la retina tiene incluida la figura de David Seco contribuyendo con ello a dotar a nuestra memoria ciclista de mayor identidad.

David Seco no se ha caracterizado nunca por ser un ciclista emocionalmente estable. Permanentemente envuelto en los últimos tiempos en conflictos intra e interpersonales que han mellado en su rendimiento deportivo, ha conseguido ocultar sus carencias gracias a su amplia gama de recursos técnicos adquiridos a través del entrenamiento eficiente. Sin embargo, a día de hoy ya se tornan insuficientes como para encubrir una desconocida y decepcionante estampa física que invita a pensar que es un ciclista con más pasado que futuro, e incluso que presente.

"Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando, cuán presto se va el placer, cómo después de acordado, da dolor; cómo, a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor".

Posiblemente su persona se ha labrado merecidamente una animadversión general sustentada en un comportamiento arrogante, que no invitaba a establecer ningún tipo de relación afectiva con su figura deportiva, pero dejando a un lado el análisis más exaltado y ciñéndonos a lo meramente deportivo, el ciclo-cross nacional en su presente no se entiende sin la figura de David Seco.

"Pues si vemos lo presente cómo en un punto se es ido y acabado, si juzgamos sabiamente, daremos lo no venido por pasado. No se engañe nadie, no, pensando que ha que ha de durar lo que espera, más que duró lo que vio porque todo ha de pasar por tal manera".

Todavía estamos en tiempos de disfrutar de las evoluciones del ciclista independientemente de sus resultados, de unir la nostalgia de un pasado a una nítida imagen del presente, creando un vínculo satisfactorio que nos permite identificar de un modo u otro el pasado del que procede la especialidad, con el presente que gozamos y el futuro que atisbamos.

Merece la pena detenerse en ello. Llegará un tiempo, en el que ya nos resultará imposible. Y ese momento, en este inicio de temporada, se ve más cercano que nunca.

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10 de octubre de 2008

Muriendo de éxito

Una de las características del ciclo-cross es que se trata de un deporte con una gran tendencia al desarrollo de la observación. Durante la carrera, los protagonistas se encuentran mediatizados por los cambios que se producen en el entorno, cobrando especial protagonismo los adversarios y el terreno por el que transitan.

En este deporte se requiere de una habilidad lógica de regulación externa. Para comportarse en correspondencia al nivel de los demás competidores, es necesaria una adaptación y una regulación a factores externos mediante la información y visualización periférica e interactuando de manera congruente en las distintas fases de la competición, de acuerdo a los respectivos objetivos y a una determinada posición individual dentro de la dinámica de la carrera.

A pesar de que no han sido pocas las ocasiones en las que se ha intentado que en el deporte del ciclo-cross el colectivo tuviese una mayor importancia, la figura individual es claramente determinante.

Quienes en alguna ocasión han tenido la oportunidad de pedalear o han sufrido la placentera sugestión de la emoción de la competición, aquellos que a centímetros de los ciclistas sienten la alteración de sus constantes vitales o los que la belleza plástica en los movimientos de los protagonistas los lleva a contemplarlos, acaban tarde o temprano identificándose mental y afectivamente con un sujeto. Por este motivo, cuando un deporte es tan marcadamente individual, las filias y en menor medida, las fobias, son marcadamente personalizadas.

Cada fin de semana, el profundo silencio de un parque o de una zona boscosa se rompe con los estridentes gritos de los numerosos aficionados. La habituales frías mañanas, parecen invitar a jalear con fervor, viviendo y envolviendo a cada aficionado en un ambiente más cálido. Ataviados con enseñas de muy diferentes colores, la confrontación entre los protagonistas pasa a cobrar una vibrante dimensión.

Cada aficionado vive y se envuelve en su pasión por un determinado ciclista. Son muchas y muy variadas las motivaciones que lo llevan a tal decisión. La decisión no es fácil, y depende del cúmulo de experiencias, sensaciones y recuerdos que cada individuo lleva en su intimidad, y que para bien o para mal, lo inducen a identificarse con un nombre.

Realizando un intento por analizar y conocer las motivaciones de los aficionados a seguir a un determinado ciclista, podemos agruparlas en tres grupos bien definidos. La primera de ellas sería la inducción familiar, que puede ser ejercida por algún miembro de la familia o del entorno social. La segunda de ellas, se puede definir como orgullo local, que se deriva esencialmente de la identidad de los originarios de una ciudad o región con un determinado ciclista. Y en tercer lugar podríamos hablar del efecto mediático, que despiertan los medios de comunicación sobre un determinado deportista.

A pesar de escenas como la protagonizada por Bart Wellens (Fidea Cyclocross Team), el 18 de Diciembre del año 2005, en la prestigiosa prueba Vlaamse Druivenveldrit Overijse (Bélgica) donde fue descalificado tras obtener la victoria, al golpear intencionadamente durante el transcurso de la carrera a un espectador que reiteradamente lo insultaba, las filias destacan por encima de las fobias.

Tal es así, que las grandes estrellas están muy cotizadas. Para algunos, demasiado cotizadas. No son pocos los que advierten que la vorágine económica hacia donde se está dirigiendo el ciclo-cross acabará por tener consecuencias negativas para esta disciplina.

La primera polémica en este sentido, saltó el pasado 5 de Octubre con motivo de la celebración del GP AVB Zonhoven en Bélgica. La estrella más mediática de la especialidad, Sven Nijs (Landbouwkrediet) solicitaba 8.000 € por participar en la prueba. El organizador de la misma, sencillamente respondió que el ciclista de Baal no valía ese dinero. La respuesta toma un cariz distinto, cuando el organizador de la prueba de Zonhoven es Hans Van Kasteren, que es a su vez el manager del equipo Fidea Cyclocross Team, conjunto que aglutina habitualmente a los más enconados rivales que encuentra Nijs.

Los 8.000 € de Sven Nijs (Landbouwkrediet) comparados con los 4.250 € de Bart Wellens (Fidea Cyclocross Team) son para Van Kasteren una diferencia abismal, cuando habitualmente los duelos entre ambos son el aliciente de no pocas pruebas.

Nijs entiende que sus emolumentos están completamente justificados. Argumenta que su sola presencia en una prueba, incita a un mayor número de personas a asistir a la competición. Calcula que del orden de aproximadamente 1.000 personas van expresamente a contemplar su maestría sobre la bicicleta. Si los espectadores, por acceder al circuito tienen que pagar una entrada que varía entre los 8 y los 15 €, entiende que es razonable su petición económica.

Además, la edad y su vinculación en el año 2008 al Mountain Bike, hace que durante esta temporada de ciclo-cross vaya a seleccionar sus participaciones, reduciéndolas de forma notable, lo que se traduce en un menor número de participaciones y a su vez un menor número de oportunidades para que los aficionados puedan contemplarlo, por lo tanto cobra un mayor interés cada una de sus actuaciones.

Unido a todo esto, la participación de Sven Nijs allá donde se produzca, no deja insatisfecho a nadie, puesto que su competitividad está puesta fuera de cualquier duda. No en vano, es conocido como "El Caníbal de Baal".

Posiblemente, el motivo que ha llevado a Van Kasteren a abrir la caja de los truenos, y a romper el hermetismo donde se guardan ciertas informaciones, tenga más que ver con la rivalidad, ya que los 4.250 € de Bart Wellens, los 3.250 € de Erwin Vervecken o los 3.000 € de Zdenek Stybar, deja en un escalón inferior a sus ciclistas, comparado con el nuevo caché de Sven Nijs.

Tan sólo Lars Boom (Rabobank) se acerca a las cifras de Sven Nijs, al elevar a 6.000 € el condicionante económico para contar con su presencia en cualquier prueba. No tan notoria su vinculación al ciclo-cross, ya que ese mismo fin de semana estaba compitiendo en el IX Cinturó de L´Empordà, justifica que su maillot arco-iris tiene ese valor.

El teórico relevo en la especialidad de Sven Nijs, el también belga Niels Albert (Palmans-Cras), y cada día más confirmado en la élite mundial del ciclo-cross, es otro de los ciclistas más cotizados, con un caché de 3.500 €. A pesar de ser uno de los ciclistas más valorados, tiene una posición discordante sobre la situación económica hacia la que se dirige el ciclo-cross. No es partidario de vincular el fijo por participar a la trayectoria o alcance mediático de un determinado ciclista, sino al rendimiento que ofrece en la prueba. Como si de una reivindicación zapatista se tratase, reclama aquello de la tierra para quien la trabaje, es decir, retribución económica en función del resultado. Y es que si a uno le están pagando simplemente por correr, lo mínimo que debe hacer es corresponder a la organización del mismo modo que es retribuido.

Peter Van Den Abeele una de las principales voces representativas de la Unión Ciclista Internacional en materia de ciclo-cross aboga en este sentido, ya que puede llegar el momento en el que quiebre la saludable estabilidad del ciclo-cross.

La retribución de figuras de segundo orden, como los 2.000 € de Klaas Vantornout (Sunweb Projob Cycling Team), los 1.800 € de Richard Groenendaal (AA Drink Cycling Team) o los 1.500 € de Sven Vanthourenhout (Sunweb Projob Cycling Team), se puede considerar acorde a sus prestaciones, independientemente si la vara de medir a utilizar son los resultados en competición o el tirón popular que despiertan entre los aficionados.

Pero quienes no están entre los más cotizados, y reciben 900 € como Kevin Pauwels (Fidea Cyclocross Team), 400 € como Ben Berden (Revor Cycling Team) o 300 € comon Jan "Jakke" Verstraeten (Sunweb Projob Cycling Team) tienen una visión más negativa que nadie de la situación. Así por ejemplo, Ben Berden indica que el aumento vertiginoso del caché de determinados ciclistas, no va de la mano con el aumento del presupuesto de las diferentes pruebas. Esto significa, que el presupuesto que antes se dividía entre un mayor número de ciclistas, ahora únicamente va destinado a unos pocos, lo que se traduce en que en un futuro no muy lejano, serán menos los que podrán continuar en la élite del ciclo-cross, abandonando quienes no son figuras de primerísima fila, el profesionalismo.

De ese modo, él difícilmente cubre los gastos, pero hay otra serie de ciclistas que sin recibir ningún tipo de compensación económica, pierden dinero al participar, lo que tratándose de ciclistas profesionales es inconcebible. Ello traerá como mal menor, un éxodo hacia otras pruebas donde países con menos tradición, desean contar con alguna figura con la que medir a sus corredores locales, y lo que es más traumático, acarreará obligadas deserciones de la especialidad.

No se debe olvidar, que el ciclo-cross es un deporte donde sólo gana uno y todos los demás pierden. Si se marchan los que pierden, al final acabaremos perdiendo todos.


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