16 de octubre de 2007

Runkel: Modelado en el barro

Los orígenes del ciclo-cross debemos situarlos a finales del S. XIX concretamente en Francia. El principal precursor fue Daniel Gousseau, creando una especialidad deportiva a medio camino entre el ciclismo y la carrera de campo a través que atrajo rápidamente la atención del Estado Mayor del ejército francés, que no tardó en incluirlo como un ejercicio más de la preparación militar de sus soldados.

En nuestros días, la esencia de este deporte no ha variado, pero a lo largo de su existencia, ha mutado hasta la forma en que se nos ofrece este exigente deporte, en lo que se ha dado por llamar ciclo-cross moderno.

Dejando a un lado a la Unión Ciclista Internacional, estamento que regula la normativa de este deporte, hay personas que de forma anónima o no, con su visión e innovación han permitido que con sus particulares iniciativas, que el ciclo-cross y todo lo que lo rodea tenga un determinado aspecto.

Una de las personas que influyó significativamente en la modernización del ciclo-cross, fue el ciclista suizo Dieter Runkel. Su nombre y su apellido no nos lleva a equívoco alguno, ya que nació en la pequeña localidad de Obersgögen, municipio dentro del distrito de Gösgen, en el Cantón de Solothurn, en el norte del país, donde se asienta fundamentalmente la influencia germánica.

Vino al mundo un 21 de Diciembre del 1966 y desde joven empezó a destacar en esto del ciclismo, especialmente en el ciclo-cross. Ya en categoría junior mostró su talento en 1984 ocupando la séptima posición en el Campeonato del Mundo que tuvo como escenario la localidad holandesa de Oss. Fue el mejor clasificado de una escuadra suiza, que lideraba su compañero Beat Wabel y que formaban también Roland Baltisser y Andreas Müller, nada pudo hacer para detener el recital que ofrecieron los ciclistas de Checoslovaquia y que permitió que entre Ondrej Glazja, Richard Koberna y Josef Jiricka conquistaran tres de las cuatro primeras plazas, siendo la plata, el único metal que en esta categoría no se marchó a territorio checo.

El talentoso Wabel, un año menor que Runkel, obtuvo la victoria en el Campeonato del Mundo al año siguiente, en 1985, siendo la única categoría que escapó al dominio de los ciclistas de la República Federal Alemana, en este mundial que se celebraba en Munich. Runkel sin embargo, pagó el salto y la adaptación del cambio de categoría.

Tuvieron que pasar varios años, hasta que Dieter Runkel volviese a aparecer de forma relevante en el concierto internacional, y no fue hasta 1988, cuando la cita mundialista la albergaba la ciudad suiza de Hägendorf, y en el que los helvéticos tuvieron una actuación brillante. En la categoría amateur, Runkel repitió la séptima plaza alcanzada unos años antes, quedándose su compañero de selección, Roger Honegger, con una segunda plaza que imposibilitó que todos los títulos en juego se quedaran en casa, puesto que en la categoría profesional venció de forma autoritaria Pascal Richard, que antes de iniciar la temporada de ciclo-cross vestía en ruta los colores amarillos del equipo KAS y en categoría junior se alzaba con el título la joven promesa, Thomas Frischknecht.

No era fácil destacar en un ciclo-cross lleno de estrellas de talla mundial y jóvenes promesas con aspiraciones a serlo, además existir también un buen número de corredores que colocaban el listón de las competiciones que se celebraban en Suiza a un gran nivel.

Así en 1989, en Pont-Château (Francia) sólo pudo ocupar la decimotercera plaza, siendo el cuarto de los ciclistas clasificados de entre los seleccionados suizos, en un mundial donde los 23 primeros clasificados entraron a meta en un intervalo menor al minuto, y en el que los ciclistas checos fueron de nuevo quienes obtuvieron la mayor de las recompensas auspiciados en el talento de Radomir Simunek que tuvo que ver, como por cuestiones jerárquicas, el maillot arco-iris iba a parar a su compatriota Ondrej Glazja conformándose él con la plata.

En 1990 la cita más importante del año llegaba a Vizcaya, concretamente a la localidad de Getxo. La prueba, de infausto recuerdo para los organizadores de la prueba desde el punto vista económico, tenía a los suizos como favoritos en la categoría, ya que los ciclistas checos que coparon los dos primeras plazas en la edición anterior, habían ascendido a la categoría profesional. También en Suiza se producía esta misma circunstancia, ya que Roger Honegger, que en la edición anterior había impedido el triplete checo con su medalla de bronce, también participaba dentro de la categoría profesional, pero su selección no llegaría a notarlo.

Dieter Runkel ocupó la novena plaza, siendo los ciclistas suizos Andreas Busser y el insolentemente joven Thomas Frischknecht quienes obtenían las medallas de oro y bronce respectivamente. Sólo tuvimos que esperar un año, concretamente a la cita de Gieten (Holanda), para ver como Frichknecht conquistaba el título en categoría amateur. La selección de Suiza era la potencia de la categoría, a pesar de que la otrora promesa Beat Wabel languidecía lentamente y no confirmaba con el paso del tiempo lo que apuntaba en categoría juvenil. En esta edición fue octavo, siendo Runkel undécimo, por delante de su compañero de selección, Andreas Büsser.

El año 1992 fue determinante en la carrera ciclista de Dieter Runkel. Conquistó una medalla de plata en el Mundial de Leeds (Gran Bretaña), por detrás del italiano Daniele Pontoni y superando a su compañero Thomas Frichknecht, pero su talento ciclista no sólo había quedado patente en el ciclo-cross, sino que obtuvo éxitos en el ciclismo de ruta, como la victoria en el GP Tell (Suiza) de ese mismo año, por delante de ciclistas como Erik Dekker (3º), que ese mismo año también fue medallista olímpico en la prueba de ruta, o Michael Boggerd (6º). La misma prueba, que un año antes catapultó con la victoria a Alex Zülle al profesionalismo de la mano del equipo ONCE, acompañado en el podium por Beat Zberg y Patrick Jonker.

La potente escuadra holandesa vio en esa edición de 1992 como no pudo hacer nada frente a la fortaleza del ciclista suizo, y así Jan Raas, director del equipo profesional Buckler-Colnago-Decca, que ya había ascendido al profesionalismo al finalizar ese mismo año a Erik Dekker, hizo una oferta a Dieter Runkel, para formar parte de su equipo, que el corredor suizo aceptó.

Pero lo que parecía una feliz ascensión al profesionalismo supuso un desencanto para el ciclista suizo. Jan Raas apartó al ciclista de su gran pasión, el ciclo-cross, y lo encaminó hacia pruebas tan exigentes como el Tour de Francia. El ciclista, conocedor como nadie de sus posibilidades como ciclista, entendía que las prueba de tres semanas no eran lo adecuado para un ciclista de sus características, además que compatibilizando la ruta y el ciclo-cross, la firma patrocinadora podía tener repercusión en los meses invernales, donde los equipos de ruta dejan de aparecer en los medios de comunicación.

Dieter Runkel debutó con los colores del WordPerfect-Colnago-Decca, tras el cambio de patrocinio que sufrió el conjunto de Jan Raas y compartía equipo con ciclistas de la talla de Raúl Alcalá, Edwig Van Hooydonck, Eric Vanderaerden, Jelle Nijdam, Frans Maasen o Frédéric Moncassin por citar los más significativos del equipo en aquella época.

Ya en su debut participó en el Tour de Francia, ocupando una de las últimas posiciones, concretamente la 131ª a más de tres horas del primer clasificado. La sintonía no era la adecuada con Raas y Runkel no disfrutaba con el ciclismo.

Así, tras cumplimentar los dos años de contrato firmados, dejó el equipo y se liberó de las directrices de un director que coartaba sus ilusiones ciclistas. Además, por si fuera poco, en el horizonte estaba el Campeonato del Mundo de Ciclo-Cross que tenía en la edición del año 1995, la localidad suiza de Eschenbach como escenario.

Buscó diversas firmas y fundamentalmente la marca de bicicletas Scott le brindó su apoyo. El circuito elegido para la ocasión era sinuoso y de grandes desniveles, además la adversa meteorología contribuyo de forma significativa a aumentar la dureza del trazado. De aquel recorrido, llegó a comentar Iban Mayo, el mejor de los ciclistas clasificados de la expedición española en aquel mundial, con la decimoséptima plaza alcanzada en la categoría junior, que se hubiesen logrado mejores resultados de haber sido incluido en la selección Martín Fiz, atleta maratoniano de éxito mediada la década de los noventa.

Pero la cabeza de Dieter Runkel, no sólo pensaba en como mejorar desde el punto de vista físico en el ciclo-cross, sino también desde el punto de vista técnico. A este corredor suizo se le reconocen dos innovaciones técnicas que ahora nos parecen usuales. Fue el ciclista que adoptó para el ciclo-cross los pedales automáticos de doble cara, cuando auspiciado por el desarrollo de la industria de la bicicleta en torno al Mountain Bike evolucionaron y aparecieron nuevos productos, sustituyendo en su bicicleta el habitual calapie con correas que se usaba en ciclo-cross por este nuevo pedal.

Además, incorporó a su bicicleta el doble juego de frenos, añadiendo unas manetas en la parte frontal del manillar a las ya clásicas que su bicicleta poseía en la curvatura. A diferencia de los dobles juegos de frenos que se ven en las bicicletas de ciclo-cross y cicloturismo en la actualidad, los frenos situados en la zona horizontal del manillar iban guiados completamente hasta el tirador del freno.

La prueba, en la que tenían cabida tanto los corredores de categoría amateur como los de categoría profesional al estar fusionadas las categorías en aquella edición, quedó en un mano a mano entre los corredores de la selección de Suiza (Runkel, Wabel y Honegger) y la de Holanda (Adrie Van der Poel y Richard Groenendaal) decantándose la victoria a favor de los corredores de casa, con Dieter Runkel en lo más alto del podium y con su compañero Beat Wabel en tercera posición, emparedando en el podium, al eterno segundo, Adrie Van der Poel.

Dieter Runkel cumplió su sueño además ante sus paisanos, apoyado en un cóctel exitoso de trabajo y preparación enfocada a un objetivo, innovación técnica más allá de la simple labor ciclista de pedalear y una ilusión enorme al regresar a una especialidad, el ciclo-cross, que le había conquistado.

En este clima de alegría, parece ser que hubo una persona, a la cual no le congratuló ver como era Dieter Runkel el ciclista que se proclamaba Campeón del Mundo de Ciclo-Cross. Este no era otro que su antiguo director en el WordPefect, Jan Raas, que para la temporada siguiente, tomó la determinación de incorporar para su equipo a los dos ciclistas holandeses que pusieron en jaque durante la prueba, el título que finalmente logro Runkel.

Adri Van der Poel y Richard Groenendaal fueron incorporados a la disciplina del equipo Rabobank, que era el patrocinador en el año 1996, en aquel inesperado movimiento de Jan Raas con el ciclo-cross, y que tiene vigencia en la actualidad, pues Sven Nijs luce como nadie el maillot de la firma holandesa.

Jan Raas vió como a las primeras de cambio Adrie Van der Poel conquistaba el maillot arco-iris para Rabobank, logrando de forma inesperada e inteligente el tan ansiado título que tanto se le había resistido. Dieter Runkel no volvió a acariciar las medallas, siendo séptimo en 1996, en el Campeonato del Mundo de Montreuil (Francia) a poco más de veinte segundos de Van der Poel. En Münich (Alemania) en el año 1997 finalizó en la novena plaza y en 1998 en la localidad de Middelfart (Dinamarca) volvió a obtener una nueva séptima plaza.

Ya en 1999, vio que el final de su carrera deportiva estaba cerca, y con una decimonovena plaza en Propad (Eslovaquia) puso el fin a su carrera deportiva a nivel internacional, siendo con el comienzo del nuevo siglo, cuando decidió de forma definitiva colgar la bicicleta.

Siempre le quedó la duda amarga de que motivó a Jan Raas impedirle practicar ciclo-cross al más alto de los niveles y tras ver como se coronaba Campeón del Mundo y separarse los caminos deportivos de ambos, decidiese cambiar de opinión y apostar por la especialidad.

Tras esta época, el ciclo-cross en Suiza bajó enormemente en cuanto a asistencia, calidad de los ciclistas y éxitos internacionales. A finales de la década de los setenta, el ciclo-cross en Suiza estaba protagonizado por dos ciclistas talentosos como lo eran Albert Zweifel y Peter Frichknecht que se batían en duelo en cada una de las pruebas en las que participaban, además contaban con rivales de lujo, como Herman Gretener, Willy y Erwin Lienhard, Richard Steiner o Gilles Blaser, que hacían de las carreras un tremendo espectáculo.

Los ciclistas suizos, ocuparon las dos primeras plazas consecutivamente en los Campeonatos del Mundo de Ciclo-Cross que se celebraron en Chazay d´Azergues (Francia), Hannover (Alemania), Amorebieta (España) y Saccolongo (Italia) desde 1976 hasta 1979 y este este caldo de cultivo llegaron los aficionados a los circuitos y especialmente jóvenes ciclistas.

Dieter Runkel siempre pensó en recuperar los duelos entre Peter Frichknecht y Albert Zweifel, pero ahora con el protagonismo del hijo de Peter, Thomas Frichknecht, y el propio Runkel.

Eso nunca llegó a producirse, ya que Runkel vio truncada su carrera en la especialidad al acceder al ciclismo profesional de la mano del equipo WordPerfect y Thomas Frichknecht fue seducido por los enormes emolumentos que se daban en el auge que estaba experimentando una nueva especialidad ciclista llamaba Mountain Bike. No en vano, Thomas Frichknecht consiguió la última medalla que ha logrado Suiza en la categoría profesional en Münich (Alemania) en el año 1997, a lomos de una bicicleta Ritchey, marca con la que se identificó el ciclista en un primer momento dentro del Moutain Bike, que tenía un manillar completamente plano como los que se usan en esta especialidad.

Además de las esporádicas apariciones de Frichknecht en el ciclo-cross, el relevo generacional no llegaba, y la selección a penas sufría variación alguna de los clásicos Wabel, Honegger, Frichknecht o Runkel.

Dieter Runkel, tras dejar la competición, se puso al frente de una empresa del sector textil, industria tradicional en la zona que lo vio nacer. Hoy en día, en alguna que otra ocasión se viste de corto para participar en pruebas de ciclo-cross con carácter de exhibición reservadas a antiguos ciclistas y no duda siempre que tiene posibilidad en acercarse a disfrutar del ciclo-cross como espectador.

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7 Comments:

At 16 de octubre de 2007, 20:58, Anonymous Anónimo said...

Hola Marco*!

Antes de nada darte las gracias por la biografía de Dieter Runkel y lo rápido que lo has puesto en tu blog.

Espero que hayas disfrutado del video (¿estaba bien de calidad?) y te invito a acercarte a la I. Osintxuko Ziklo Krossa - Soraluce E. Koop. Sari Nagusia que se celebra el 1 de noviembre en Osintxu.

Un saludo!

 
At 16 de octubre de 2007, 21:05, Anonymous Anónimo said...

Hola.

Precioso el artículo, de los mejores que he leido en este blog sino el mejor.

Sañudos.

 
At 16 de octubre de 2007, 22:26, Blogger Marco* said...

Hola!

Muchas gracias por vuestros comentarios.

Zik: Ya conocías de mis preferencias por la figura de este ciclista en particular, y bueno, diste el empujón necesario para que me pusiese a escribir sobre él.

El vídeo tiene una calidad y un sonido excelente. La dificultad para mantener en el equilibrio por parte de los ciclistas en determinadas partes del circuito, hace que uno se mantenga en vilo ante una presumible caída.

También es curioso intentar distinguir entre la masa de ciclistas, a Igartua y Mújika, y más interesante todavía ver como se disputan las medallas en la categoría juvenil, Zdenek Mlynar, Guillaume Benoist, Stefan Bünter y el gran favorito, Miguel Martínez, que en un circuito que para nada le favorecía se quedó a un paso del podium.

Por cierto, que en aquella carrera participaron, Iban Mayo, Haimar Zubeldia, Mikel Artetxe y Aitor Sillonez. Ciclistas que coincidieron años más tarde en el Euskaltel-Euskadi.

En cuanto a la carrera de Bergara (Osintxu) la fecha tan señalada en que se celebra finalmente, quizá haga que me pierda la prueba, cosa que me gustaría que no sucediese.

Un saludo!

 
At 18 de octubre de 2007, 2:03, Anonymous Anónimo said...

Son muchos los nombres que ha dado el ciclocross suizo en las diferentes categorias, pero el mejor ciclocrossista helvetico de la historia sin lugar a dudas es Albert Zweifel que conseguiría estas actuaciones en los mundiales:

Aficionado

16º en 1971
20º en 1972
5º en 1973
10º en 1974

Profesional

2º en 1975
1º en 1976
1º en 1977
1º en 1978
1º en 1979
4º en 1980
3º en 1981
2º en 1982
2º en 1983
3º en 1984
1º en 1986
8º en 1987
4º en 1988

Añadir que Albert Zweifel fue nueve veces campeón de Suiza de ciclocross y en sus incursiones en carretera es posible que finalizase la general de la Vuelta a Suiza del 77 de los diez primeros (sé que despues de ocho etapas ocupaba el octavo puesto en la general), sin embargo ni el ni Dieter Runkel consiguieron victoria alguna en el superprestigio de ciclocross. Las unicas victorias suizas en ese torneo son las seis de Thomas Frischknecht, tres de Beat Breu (a pocos dias de cumplir los 50 años ha corrido con los elite este pasado domingo en Fehraltorf) y una de Beat Wabel.

Si Peter Frischknecht tenia su relevo en su hijo Thomas, en el caso de Albert Zweifel su hermano Hansruedi fue corredor de ciclocross y el hijo de Albert "Roger" también llegaría a correr ciclocross (en el mundial del 93 se clasificaba unos segundos por detras de Igor Astarloa, en el del 94 dejaba por detras a todos los representantes españoles y en el 95 pudo aprovecharse del tercer año de juvenil en ciclocross consiguiendo un octavo puesto).

A Albert Zweifel seguramente solo le vi correr una vez al natural, fue en el ciclocross de Igorre de 1988, a sus 39 años vencia en el circuito de San Cristobal a otro suizo al que sacaba 20 años de diferencia "Laurent Dufaux", otro de los suizos presentes alli Roger Honegger era superado entre otros por un joven Iñigo Igartua. Tanto Dufaux como Pascal Richard (estos dos se centraron en la carretera) y Thomas Frischknecht (con el mountain bike) podian haber obtenido muchos y buenos resultados en ciclocross. Creo que Thomas Frischknecht en un superprestigio de Zarautz no pasaba el control antidoping por lo que no se si llegaría a ser sancionado (el debia tener el tiempo justo para llegar al aeropuerto).

En la temporada de ciclocross de 1990-1991, algunos ciclistas vizcainos como por ejemplo David Etxebarria si no recuerdo mal tuvieron un preparador suizo para mejorar como ciclocrossistas incluyendo estancias en aquel pais. También recordar que cuando Gaizka Lejarreta obtenia la ultima medalla mundialista para nuestro ciclocross quien le adelanto en meta era suizo "Roman Peter", desde el primer mundial juvenil en 1979 (el de Iñaki Vijandi) los campeones mundiales suizos de esa categoria han sido por este orden; Beat Schumacher, Beat Wabel , Thomas Frischknecht, Roman Peter, David Rusch y Michael Baumgartner.

 
At 18 de octubre de 2007, 19:09, Anonymous Anónimo said...

En el escrito de Dieter Runkel, Marco llega a mencionar a Alex Zulle, al poco de vencer éste ultimo la Guillermo Tell como bien ha escrito pasaba a profesional en la Once y en su debut en la categoria conseguia ser tercero en la general de la Vuelta a Cataluña solo superado por Miguel Indurain y Pedro Delgado, pero yo creo que en ese fichaje influyeron entre otras cosas que la Once por aquel entonces llevaba componentes Mavic y Alex Zulle estaba en el equipo Gitane Mavic (con ese equipo habia corrido ese año de 1991 la Bizkaiko Bira-Vuelta a Vizcaya de aficionados, ganando la contrareloj individual por ejemplo), meses antes en el Tour de Vaucluse Zulle habia sido segundo en una etapa contrareloj solo por detrás de Miguel Indurain (otro detalle más para que Manuel Saiz se fijase en el suizo).

Vuelvo a lo que es ciclocross, Marco hace referencia al septimo puesto en Oss como juvenil de Dieter Runkel, hay que decir que en aquella carrera el vizcaino Oscar Etxebarria del que cabia esperar una aceptable actuación se caia en la primera parte de carrera quejandose de dolores en el costado por lo cual cederia un tiempo importante en meta y el navarro Juan Carlos Esteban también se veia involucrado en esa caida y tenia dolor en un dedo (Etxebarria fue 37º y Esteban 42º).

En otro texto, escribi sobre la victoria que vi en el ciclocross de Igorre de Albert Zweifel en 1988, el día anterior a esa carrera debio haber otra en Getxo dominada por los ciclistas suizos (1º Roger Honegger, 2º Pascal Richard y 3º Albert Zweifel) sacando un mundo a nuestros mejores ciclocrossistas.

Ya que hemos mencionado el mundial de Oss, tuvo que ser emocionante ver como se jugaban tres hombres el título profesional; el belga Liboton, el holandes Stamsnijder y el suizo Zweifel llegaban a la meta al sprint, los hinchas holandeses debieron golpear en el estomago a Roland Liboton pero aun así éste conseguia el campeonato del mundo.

Añadir que el preparador de Pascal Richard y Laurent Dufaux era Marcel Chessaux que también no se si tenia algun hijo corriendo (en el ciclocross de Igorre del 88 hubo un corredor que llevaba ese apellido entre los participantes).

 
At 23 de octubre de 2007, 19:38, Blogger Marco* said...

Hola Pedro!

Alex Zülle no llegó al equipo ONCE por motivaciones relacionadas con la firma Mavic, como comentas.
El equipo ONCE, creía que ese ciclista suizo, era una promesa a tener en cuenta, y sencillamente acertaron de una forma sorprendente.

Un saludo!

 
At 25 de octubre de 2007, 22:01, Anonymous Anónimo said...

En lo de Alex Zulle yo sigo pensando que se juntaron los meritos deportivos y la relación comercial.

 

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