El Cañonero del Irazú
El tiempo pasaba sin detenerse y el niño van alcanzado una madurez, que precisamente hace que vaya quedando en el cajón del olvido su infancia. Bien lo sabe, Henry Raabe Méndez, joven costarricense que el próximo catorce de marzo cumplirá ya veinticinco años.
De origen muy humilde, es el segundo de seis hermanos. Empezó a dar sus primeros pasos en el barrio de El Carmen en la ciudad de Cartago, y allí fue conociendo con el transcurrir de los años, la realidad a la que se enfrentaba su familia para subsistir.
Sin apenas tiempo para ir a la escuela, se dedicaba todas las madrugadas cerca de su barrio, a ordeñar vacas en una lechería, y cuando el sol brillaba en lo más alto, trabajaba con su tío reparando balones de fútbol.
No le gustaba el ciclismo, aunque sus padres le regalaron una bicicleta, tan grande como él, con la que disfrutaba en las escarpadas calles de su barrio. Era travieso, y la bicicleta le permitía evadirse de una realidad laboral, injusta e ingrata para un niño. Por ello, no fueron pocas las veces en las que tuvo que oír las regañinas de su madre, por regresar a sucio y magullado de jugar con su bicicleta.
En casa no existía la puerta al mundo que es la televisión, y eran las ondas radiofónicas quienes acercaban lo que sucedía fuera de Cartago, y así la afición de aquel niño al ciclismo llegó escuchando en la radio las gestas de un vecino de su misma localidad, llamado Federico “Lico” Ramírez.
El joven, pidió permiso a sus padres, Luis Raabe y María Mendez, y empezó a hacer uso de la bicicleta, más a menudo, con la intención de entrenar. Contaba, Henry Raabe, con trece años, cuando pedaleaba inocentemente para llegar a ser algún día como su ídolo de Cartago.
Aquel chiquillo, con apellido tan curioso, debido a que su bisabuelo era alemán, debutó en una competición de Mountain Bike, con una bicicleta prestada por su tío, y su resultado fue anónimo, aunque desde aquel momento, quedó enganchado al ciclismo, loco e ilusionado por seguir compitiendo.
Pronto llegaron los resultados, y entrenado por Giovanni Monge, un par de años después de iniciarse en el ciclismo, ya era el flamante campeón del país, y el más potente equipo de Costa Rica, puso su mirada en él. Era el año 1997 y Henry Raabe se incluía dentro del equipo Pizza Hut dirigido por Albin Brenes.
La gran gesta del joven ciclista y su descubrimiento al mundo llegó en el año 2001. Perteneciendo a la categoría juvenil y dándose la circunstancia que el mundial de Mountain Bike se celebraba en América, formó parte de la selección de Costa Rica que estuvo presente en Vail-Colorado (Estados Unidos) y su resultado final sorprendió a propios y extraños.
La prueba la ganó en categoría juvenil, el conocido Iñaki Lejarreta Errasti, además con claridad y suficiencia, pero la lucha por el resto de las medallas fue más competida. Finalmente Raabe tuvo que conformarse con la cuarta plaza, superado por escaso margen, por el noruego Lars Setter Nordhaug, actualmente en las filas del Team Maxbo Bianchi, y por el australiano Trent Lowe, que cambiará el Discovery Channel por el Team Slipstream de cara a la temporada 2008.
Ese cuarto puesto fue significativo, aunque la realidad de su país, impedía al ciclista poder afrontar competiciones internacionales. Era fundamentalmente la Vuelta a Costa Rica donde había más oportunidad para lucirse, y donde su equipo ponía todas las esperanzas. Y era allí, donde el joven ciclista continuaba mostrando destellos de la enorme clase que atesoraba.
En el año 2002 fue coronado como mejor debutante de la ronda de su país, y no pasó mucho tiempo, dos años después, para que aceptase la llamada de Europa, concretamente del equipo dirigido por Julio Andrés Izquierdo, el Cropusa-Burgos.
La experiencia fue nefasta y es que la mentalidad de los ciclistas de un país centroamericano como el de procedencia de Raabe es la de un ciclismo de subsistencia. Sin pensar en el mañana, lo dan todo a cambio de un sueldo, que en el caso de Raabe, rondaba los seiscientos euros mensuales. Mercenarios de la ruta. El avispado director burgalés, sacó partido de la generosa predisposición del ciclista costarricense aunque el ciclista, salvo en lo económico, no sacó ningún beneficio, más bien, todo lo contrario.
Regresó a su país, pero no pasaría mucho tiempo para volver a verlo pedalear en España. En esta ocasión fue pertrechado con los colores de su país, para participar en el mundial de Madrid 2005. En la prueba cronometrada reservada a los menores de veintitrés años, se clasificó en una digna decimoctava plaza. La prueba de carretera ya fue otro cantar, y finalizó en una anónima octogésimo cuarta posición. La verdad, es que ver a la selección de Costa Rica fuera de América no es frecuente, y la presencia en Madrid era la excepción que confirma la regla, no en vano, fue gracias a Carlos Abellán Ossenbach, antiguo ciclista madrileño que integraba el equipo Liberty Seguros-Würth y de ascendencia costarricense, que Raabe estuviese en la línea de salida.
No fue la última vez que Raabe estuvo en España, ya que volvió a ponerse a las órdenes de Julio Andrés Izquierdo, pero ya con otra mentalidad tras la experiencia vivida. No son pocos los ciclistas que han desembarcado en España procedentes de Costa Rica, como el siempre admirado por Raabe y compañero de equipo Federico Ramírez, Paulo Vargas o Marconi Durán. Incluso hay que destacar la experiencia profesional en el pelotón nacional de José Adrián Bonilla en las filas del Comunitat Valenciana o Fuerteventura-Canarias.
La mentalidad de los ciclistas de Costa Rica empieza a cambiar, y en nuestro ciclismo tenemos el más claro ejemplo con Andrey Amador Bikkazakova, que ha preparado la temporada en el equipo Lizarte como si de un ciclista español se tratase, consiguiendo como resultado una magnífica temporada y suscitar la atención del campo profesional, al que probablemente salte en la temporada 2009.
Henry Raabe, ahora con las ideas más claras, lleva una línea ascendente que invita al optimismo. Recientemente se ha casado, pero no ha tenido oportunidad de disfrutar de su luna de miel, puesto que ha hecho historia en la Vuelta Ciclística a Costa Rica que ha concluido recientemente. Conocido con el sobrenombre del Cañonero del Irazú, mote que le puso el periodista Rodolfo Méndez, al ser a los pies de ese volcán donde Raabe empezó a labrar sus sueños ciclistas, ha conseguido imponerse por segunda vez consecutiva en la vuelta más importante de su país, algo que hasta la fecha nadie había conseguido.
Se da la circunstancia que su más enconado rival en la prueba Juan Pablo Araya (Dos Pinos-Coopenae) fue invitado a abandonar la prueba al tener una tasa de hematocrito superior a la recomendable a falta de dos etapas, pero realmente esto no desluce la victoria Raabe puesto que la ventaja era muy importante con respecto a sus más destacados rivales. El ciclista flaqueó en la más temida etapa de la vuelta, pero sin la rivalidad de Araya, con el apoyo de sus compañeros del BCR-Pizza Hut-Powerade, el veterano y experimentado, “Lico” Ramírez, el hermano mayor de Andrey Amador, Iván, Gregory Brenes, Jose Adrián Bonilla y Juan Solís, pudo reponerse y mantener el maillot de líder con holgura.
Raabe es un corredor sereno, tranquilo, inteligente, que sabe correr y medir sus fuerzas y la de sus rivales a pesar de su juventud. Es indiscutiblemente fuerte en la lucha contra el crono, no en vano, allí fue donde marcó las diferencias con el resto de sus rivales. Ciclista potente, sabe sufrir cuando se trata de escalar en la montaña, y consciente de su falta de explosividad, sabe regularse de forma excepcional.
Por su trayectoria juvenil y por sus actuaciones que muestra temporada tras temporada, donde tan pronto los ciclistas compiten sobre una mountain bike como sobre la bicicleta de carretera, es sin lugar a dudas el ciclista más completo posee su país. Costa Rica, un turístico lugar de Centroamérica, ignorado para el ciclismo, donde no son pocas las perlas ciclistas que están por descubrir.
El ciclista necesita salir fuera de su país para no estancarse y es posible que pronto tengamos la oportunidad de verlo a nivel internacional, en un equipo serio que quizá pueda ser el siempre sorprendente equipo de Gianni Savio y Marco Bellini, acostumbrado a traer al concierto europeo a ciclistas de aquellas latitudes con excelentes resultados. Para este año, la denominación del equipo será la complicada y transalpina denominación de Serramenti PVC Diquigiovanni-Androni Giocattoli, a pesar de que tenemos que considerar como venezolano a este conjunto.
Allí compartiría equipo con los sorprendentes fichajes de Gilberto Simoni (Saunier Duval-Prodir 2007) y el debutante cántabro en la categoría Roberto Cobo González (GDS-Hazas de Cesto 2007). Veremos que sucede, pero sin lugar a dudas, a Henry Raabe Méndez, le ha llegado el momento de dar el gran salto al ciclismo del viejo continente.
Etiquetas: Ciclismo en América, Ciclismo en Costa Rica, Henry Raabe, Vuelta Ciclística a Costa Rica
4 Comments:
Ya era hora que nos complacieses a aquellos que somos mas ruteros!!!
Seguro que le das suerte al chaval. Siempre que has hablado de algun desconocido para nosotros luego han andado un monton.
Recuerdo esas orejas en el valenciaga que gano riera que era tambien del cropusa y que fue profeti antes en el kelme. Tiraba como un condenado el tio.
Salu2!!
Hola!
Realmente la actualidad invita a hablar de ciclo-cross puesto que se está entrando en la recta final de las más importantes citas del año.
Raabe está teniendo una buena evolución tras un período de estancamiento y es el momento en el que está realmente preparado para dar el salto a un ciclismo de más nivel.
Posiblemente ese anhelo choque directamente con las ideas de su director deportivo, Albin Brenes, dado que su deseo es retener a las figuras que posee en el equipo, para continuar teniendo un potencial ciclista considerable.
Pero de no incluirse en la categoría Continental y no realizar un calendario internacional, no tendría ningún sentido. Esto es muy posible que no suceda, puesto que hace falta una cantidad económica para sufragar todos los gastos, que a día de hoy no poseen y quizá vaya más en la línea de mantener una posición dominante y destacada de Albin Brenes dentro del ciclismo de Costa Rica, que en lugar de buscar el mejor de los beneficios para sus ciclistas.
Un saludo!
Hola Marco:
Pareces que lees la mente de los que te seguimos, hace poco estaba yo en casita y en una de las revistas viejas del CAF que guardo a pesar de mi madre, lei algo sobre Raabe y pensaba preguntar por él en el foro de Diego, pero con el lio de examenes trabajos etc se me habia pasado y has llegado tú a responder mis plegarias, jeej, muy interesante.
Por cierto no sabia que Cobo pasaba a pros, me alegro por él, el año pasado creo recordar que no colgó de milagro.
Un saludo.
PD: gracias a Alban61 no me logueo y puedo postear. Me explico, cree una cuenta pensado que era necesario para escribir y no me acuerdo ni de la contraseña ni del nombre, en fin, algunos tenemos cabeza por que hay que tener de todo.
Un Saludo y feliz año a todos.
Hola Genu 4!
La verdad es que a Henry Raabe lo he seguido, ya que me causó una grata impresión. Pensé que se había perdido un buen ciclista y más cuando uno contempla que Andrey Amador está triunfando en el ciclismo amateur español.
Creo que en Costa Rica hay un buen número de ciclistas que podría tener una más que decente trayectora profesional, pero muchos de ellos acaban perdiéndose.
Henry Raabe está en esa encrucijada, en ese momento en el que quedará reducido a ser un gran ciclista dentro de su país o iniciar la búsqueda ciclista de sus límites.
Me dáis envidia aquellos que tenéis la posibilidad de recordar viejas historias ciclistas a través de la prensa que con tanto cariño guardáis.
Tras la Vuelta Ciclística a Costa Rica (así la denominan) era un buen momento para hablar de Raabe y en general de los corredores ticos (gentilicio coloquila de los costarricenses).
De sorpresivo se debe calificar el paso de Roberto Cobo al profesionalismo en un este equipo italo-venezolano. Se podría ser más incisivo en opiniones que han motivado el fichaje, pero realmente es algo que desconozco, a pesar de que pueda estar de acuerdo, en que su fichaje nada tiene que ver con su valía como ciclista.
Espero que aproveche la oportunidad que le brindan.
Un saludo!
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