19 de noviembre de 2007

Saiz y la penumbra

En los tiempos que corren, proclamar a los cuatro vientos que uno profesa admiración por Manolo Saiz, es una acción que resulta algo más que embarazosa. A mi me sucede tal circunstancia.

Recuerdo con mucha nostalgia no sólo la figura de Manuel Saiz Balbás, sino también la de Pablo Antón Idroquilis. Permanece aún hoy en día en mi memoria, aquella época en la que eran dos jóvenes entusiastas recién licenciados que marcaron un antes y un después en el ciclismo de base español. Un soberbio trabajo, amparado por Jose Luis Ibáñez-Arana, que permitió dar un paso de gigante en la construcción del ciclista desde la base, pasando de una formación tradicionalista, improvisada y empírica a una de corte más estudiada, programada y científica.

El cambio que marcaría su vida, aun sin saberlo, sucedería unos años más tarde. Fue el momento en el que entró a trabajar en la ONCE para llevar las riendas del ciclismo en tándem para ciegos y deficientes visuales. Su también exitoso trabajo, llevó a los rectores de la ONCE, tiempo después, a financiar un proyecto de equipo ciclista profesional, que inició su andadura en 1989.

A decir verdad, la irrupción de Saiz en el ciclismo profesional, no tuvo una buena acogida. Llegaba al ciclismo una persona instruida en la preparación física, cuando todos los presentes eran más o menos personas con experiencia anterior en este deporte como ciclistas, que en un momento dado y por los más variados motivos, pasaron al volante del automóvil sin preparación alguna para ello. Curiosamente, décadas después, está cerca el día en que para acceder a la más alta de las titulaciones de entrenador nacional de ciclismo, se hará necesaria y obligada la posesión de la licenciatura de la facultad de las ciencias de la actividad física y del deporte.

Tiempos de innovación. De ciclistas entrenando sin más compañía que un pulsímetro y de corredores deseosos de competir para liberarse de los estajanovistas sistemas de entrenamiento que realizaban. Sueldos de figura para ciclistas que bien pudieran serlo en otros conjuntos pero que inflexiblemente debían aceptar un rol jerarquizado que les alejaba del brillo rutilante que desprenden las estrellas victoriosas. Tiempos en los que para ser el mejor, había que prepararse mejor que nadie. Años de ideas claras en una sólida estructura tanto económica como humana, donde el equipo estaba por encima de todas las cosas.

Pero llegó el final la época amarilla, que bien podría decirse dorada, y llegaron tiempos oscuros, de resquebrajamiento del grupo de trabajo, de acciones incomprensibles, y lo que más encorajina a uno, la de la traición de unos principios.

Hoy en día, en el ciclismo hay una persistente bruma que se expande irremediablemente, dónde los jóvenes ciclistas se limitan a pasear de una forma más o menos acelerada junto con otros compañeros en lo que se denominan “grupetas” sin más intencionalidad que cubrir un número de kilómetros similar a los que tendrán que disputar en las competiciones y cuya mayor preocupación es conocer que es lo que deben tomar, ingerir o inyectarse para acceder al éxito deportivo.

La fórmula más sencilla y el atajo al margen de la legalidad en sustitución del sólido y eficiente trabajo. Una construcción ciclista que Manolo Sáiz proponía y demostraba fehacientemente como el camino inequívoco del éxito, pero que abandonó como tantos otros a los que el éxito y la grandiosidad acaba tristemente cegando. Y de aquellos polvos, más tardes llegaron estos lodos, que acabaron con un Manolo Sáiz excluido del ciclismo y con una etiqueta que ni siquiera el tiempo podrá borrar. De impulsor del ciclismo científico y moderno a abanderado de la horrenda pero real oscura trastienda del deporte de las dos ruedas.

Oscurantismo y penumbra, ingredientes de los últimos años de la vida ciclista de Manolo Sáiz. Y también de las películas de misterio, y es curiosamente en Cantabria donde ambos condimentos vienen a unirse ahora.

Manolo Sáiz no tiene reparos en explicarlo y se muestra encantado de ello. La cita es en un pequeño pueblo llamado Las Fraguas, situado a 48 kilómetros de Santander. Para llegar hasta allí, debemos tomar la N-611 que une las ciudades de Santander y Palencia. Es un lugar muy especial tanto para Sáiz como para los cinéfilos.

Es la comarca del Besaya, en pleno centro de Cantabria. Entre la espesa bruma, lo verde y una vieja arboleda, emerge el Palacio de Los Hornillos, morada de espíritus y cuerpos errantes que el cineasta Alejandro Amenábar recreó en su película “Los Otros”. Misterio y naturaleza se mezclan en esta bellísima parte de España, que sobrecoge a cualquiera, especialmente cuando uno se acerca de noche y en un día invernal de niebla, dada la apariencia irreal de este palacio.

La aristocrática mansión ocupa una extensa pradera en un rincón del Valle de Iguña. De estilo inglés, diseñado por el arquitecto Selden Wornum y edificado entre 1899 y 1904, posee uno de los parques más bellos de Cantabria, con sus estanques, lagos y bosques peculiares por sus diversas especies de árboles centenarios.

Dejando a un lado la inquietante imagen que ha creado este entorno en nuestra memoria ligada al celuloide, podemos observar como con la luz del día, este maravilloso paisaje guarda un equilibrio entre la armonía y la paz que invita el más placentero de los descansos.

Recientemente, una parte ha sido rehabilitada y acondicionada para la celebración de bodas y eventos de diversa índole. Los mitómanos del cine ya pueden darse el gustazo de ofrecer su banquete en los jardines donde la protagonista se reencontraba con su marido, al volver de la guerra, envueltos en una espesa niebla. También hay un salón interior, situado en la casa originaria, que data de finales del siglo XVIII, una verdadera joya arquitectónica que ha sido recuperada, pero que no es la que aparece en la película. Todo por obra y gracia de Manolo Sáiz, que junto con otros socios se ha embarcado en este negocio de hostelería.

La vivienda principal de “Los Otros” es posterior a esa primera construcción y se mantiene como propiedad privada, pero desde fuera es posible admirar, a través de una imponente puerta de hierro negro, la esbeltez de sus muros, a los que se llega por unas elegantes escalinatas. Según cuenta Sáiz, este palacio de estilo inglés, conservado por sus dueños con esquisto cuidado, sirvió como inspiración para diseñar el Palacio de la Magdalena, creado por suscripción popular, para albergar a la familia real española en Santander.

En definitiva, un lugar que conviene visitar, ya que uno encuentra un marco tan incomparable como especial. Un paisaje de cine, nunca mejor dicho. Mientras tanto, Manolo Sáiz sigue en penumbra, pero en esta ocasión, afortunadamente, se debe a circunstancias ligadas al mundo de los rodajes cinematográficos y no al de las ruedas de las bicicletas.

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19 Comments:

At 19 de noviembre de 2007, 22:48, Anonymous Anónimo said...

Hola,para mí los Otros es una de las grandes películas que he visto en los últimos años.

Volviendo al ciclismo sobre el tema de las grupetas en otros deportes sería impensable que un profesional,entrenara junto con un junior y con varios master 30.Se le ssuele ver a todos juntos de cháchara cubriendo kilometros sin más.Me da la impresión que esta forma de entrenar es perder tiempo

Un saludo

 
At 19 de noviembre de 2007, 22:52, Anonymous Anónimo said...

Sáiz NO fue el impulsor del ciclismo científico y moderno.

Ya Fausto Coppi en los años 50 aplicaba programas de entrenamiento modernos, utilizando el sistema fraccionado en busca de la mejora del VO2 max.

En cuanto a la preparación de programas de entrenamiento personalizados a todos los miembros de la plantilla y el servirse de un ordenador para el proceso de datos, Paul Köchli ya lo hacía en los primeros años de la década de los 80.

Lo que sí hizo Sáiz es darse mucha importancia, a diferencia de Köchli y otros anteriores a él. Quizá por ello mucha gente creyó que el cántabro había sido el pionero en ser al mismo tiempo director y preparador físico de un equipo ciclista profesional.

 
At 19 de noviembre de 2007, 23:10, Anonymous Anónimo said...

Hola Vijandi!

Muchas gracias por tu comentario. Para mi "Los Otros" es una buena película de muy bella factura. Lástima que "El Sexto Sentido" se estrenase antes.

Particularmente recuerdo la figura de Luis Mª Díaz de Otazu, ciclista a las órdenes de Manolo Sáiz desde las categorías inferiores, ya que fue un magnífico corredor en categoría juvenil y en categoría amateur que luego no respondió a las expectativas en el ciclismo profesional, aunque se convirtió en la cabeza pensante dentro del pelotón para sus compañeros.

Creo recordar, quizás tengas tu el dato, que coincidieron con Sáiz de cara a un Mundial de categoría juvenil, Luis Mª Díaz de Otazu Galarza, Miguel Angel Martínez Torres y Melchor Mauri Prat, ciclistas que luego reclutaría para su equipo profesional.

Díaz de Otazu fue un corredor que bien joven ganó incluso el Memorial Valenciaga, y que dándose su participación como segura en los JJ.OO. de Seúl 88 decidió saltar al profesionalismo de la mano del equipo Seur.

Siempre entrenaba sólo, siempre. A una velocidad de competición esclavo del pulsímetro. Ni tan siquiera se daba tregua para intercambiar unas palabras.

Un saludo!

 
At 19 de noviembre de 2007, 23:23, Anonymous Anónimo said...

Hola Anónimo!

Hablas de Fausto Coppi y de Paul Koechli y olvidas el marco donde nos encuadramos: España. Ninguna de las personas que citas tuvo influencia en el ciclismo español por los motivos estrictamente relacionados con el entrenamiento. Además su figura es la de impulsor (persona que da empuje para producir movimiento) y no la de creador (persona que crea, establece o funda algo).

Hasta su llegada el director era simplemente una persona que arengaba a los ciclistas desde la ventanilla de un vehículo.

De todas formas, he puesto énfasis en las pautas de trabajó que marcó con relación a las categorías inferiores, y que supuso el germen del actual modelo que tenemos de las escuelas de ciclismo.

Muchísimas gracias por tu interesante comentario.

Un saludo!

 
At 19 de noviembre de 2007, 23:52, Anonymous Anónimo said...

Pues yo creo que Paul Köchli sí influyó en técnicos españoles porque dirigió cursos a los que acudieron técnicos de distintos países, entre ellos españoles (conozco a uno que estuvo) y seguramente Sáiz estuvo en ellos cuando era técnico de la Española. Lo que no quita para que Sáiz fuese el primero en aplicar esos métodos a un equipo profesional español.

Recuerdo a Sáiz como técnico de la selección española junior y amateur (con resultados mediocres, dicho sea de paso) pero su trayectoria como técnico de las escuelas de ciclismo no lo conocía.

 
At 20 de noviembre de 2007, 1:18, Anonymous Anónimo said...

para vijandi.
y si el profesional ese entrena los dias de descanso con el juvenil y master 30, que tiene de malo? a lo mejor cuando no le ves entrena como un campeon, en el ciclismo no todo es entrenar solo, y a tope siempre, tambien hay momentos de descanso y que mejor que con los amigos, creo yo

 
At 20 de noviembre de 2007, 14:59, Anonymous Anónimo said...

Hola anónimo, No veo nada malo que un profesional comparta su día de descanso con una grupeta.Lo que veo mal es que no pocos profesionales "abusan" de entrenamiento en grupeta.

En mi opinión entrenando así se pierde efectividad, cada corredor debe de atenerse a un entrenamiento personalizado que sin duda se ve condicionado si se entrena en grupo.

Para gustos colores y seguramente habrá ciclistas que les funcione el entrenar en grupeta.

Hola Marco*, gracias por este blog en el cual aprendo cada día aspectos del ciclismo tan interesantes.

El dato al que te refieres no lo tengo, supongo que te refieres a la temporada 1984.Sin embargo si puedo aportar otro no menos interesante.


En concreto se refiere a la temporada del 87 y de Manolo Sáiz como seleccionador de aficionados en la Federacón española, en dónde es Diaz de Otazu uno de los seleccionados junto con javier Aldanondo, Francisco julián Ochaíta , José Manuel Oliveira y Eduardo Ruiz para la prueba de contrarreloj por equipos. Completan la selección para la pruebe en línea Miguel Angel Martínez, Francísco Quevedo y José Rodríguez.

Esto fué una concentración en la residencia Blume como preparación para los mundiales de Austria y los Juegos del Mediterráneo de Siria

Quedaron descartados de una primera preselección Prudencio Indurain, José Juan Cañellas y Eduardo Prat.

Se pude ver en la fotografía a Manolo Sáiz con un poblado bigote que en la época contaba con 28 años.

En mis escasos ratos líbres me gusta repasar revistas y periodicos antiguos para ver que se pensaba entonces y como a sido la evolución posterior,pero me da la sensación que estos recuerdos del ciclismo de mi juventud interesan poco y son un tostón para la mayoría.

Un saludo.

 
At 20 de noviembre de 2007, 15:56, Anonymous Anónimo said...

Vaya una imagen que das de los juveniles si no sabes del tema no hables y no digas bobadas

 
At 20 de noviembre de 2007, 16:45, Anonymous Anónimo said...

Hola!

Desconozco si los comentarios reflejados con el nombre de "Anónimo" pertenecen a una misma persona o han sido realizados por diferentes. Por este motivo recomiendo adoptar un nombre identificativo. Evidentemente, el anonimato seguirá siendo el mismo.

Anónimo:
Un director deportivo como lo fue Paul Koechli no es especialmente la persona más indicada para impartir una enseñanza como la señalada. La experiencia universitaria de Saiz es más importante en este sentido.

No guardo un recuerdo de convergencia de ideas entre Koechli y Saiz, ya que cuando apareció la figura de Alex Zülle, el preparador suizo decía una y otra vez, que Manolo Saiz iba a "fundir" al ciclista.

¿Anónimo2?:
Entiendo el comentario de las "grupetas" de Vijandi por la línea del abuso y no el de la excepcionalidad. Más entrenamientos con objetivo personal y definido, y menos grupos para charlar amigablemente y detenerse a tomar una coca-cola o un café cuando el "capo" de la "grupeta" lo manda.

Un saludo!

 
At 20 de noviembre de 2007, 16:52, Anonymous Anónimo said...

Hola!

Vijandi:
Tendría que hacer memoria para encajar fechas, ya que no guardo dato alguno y siempre hablo de memoria con el peligro que eso conlleva.

Creo que fue en un mundial disputado en Nueva Zelanda, pero lo recuerdo vagamente.

A mi me encanta recordar épocas olvidadas pero cercanas en el tiempo. Aparece el nombre de Xabier Aldanondo, otro de los ciclistas ligados a Saiz.

Y también el de Prudencio Indurain, del que muchos vieron un corredor sustentado por la figura de su hermano, pero que era una gran figura, al que una grave lesión en la categoría amateur, cortó la magnífica profesión que llevaba.

Michael:
Desconozco si es a mi persona a quien va dirigido tu comentario, y también no tengo idea de lo que quieres expresar concretamente con tu comentario.

Un saludo!

 
At 20 de noviembre de 2007, 17:46, Anonymous Anónimo said...

Hola!!

Yo también era un de los que procesaba fe por Manolo Saiz. Pero era por el Saiz de la Once... el del Liberty se hizo más soberbio, en cierta forma, se endiosó.

Creo que, por encima de todo, le gustaba el ciclismo. Rara era la vez que no iba por Cantrabia a ver alguna prueba ya fuera cadete, juevenil o aficionado y le veía en alguna cuneta siguiendo a los chavales.

Aún así, me han llegado muchas versiones sobre su persona de gente más cercana y, últimamente, pocas son positivas.

Eso sí, tenía buen ojo para los corredores. Eladio Sánchez, Rojas y Redondo pasaron por sus manos, al igual que Contador. Estos corredores son parte muy importante del futuro del ciclismo español.

Un saludo

 
At 20 de noviembre de 2007, 19:50, Anonymous Anónimo said...

Hola!

Ultegra:
En el final del equipo ONCE ya se atisbaban muchos de los males que afectaron al equipo Liberty Seguros y que capitaneaba Manolo Saiz.

No existe una transformación personal por tener un patrocinador u otro, ni es el momento en el que pueda suceder cambio alguno. Muchas veces es la prensa quien da una imagen para bien o para mal de las personas que no se corresponde con la realidad.

Por ejemplo, ha existido una crítica desmesurada por su apuesta por el UCI Pro Tour, como si se tratase del abanderado de tal acción, cuando la realidad es que fue secundado por todos los que no tuvieron la entereza de salir al frente a exponer sus ideas por miedo a un linchamiento que sólo sufrió al que dió la cara.

Yo soy de las personas que aboga por un ciclismo elitista llamado UCI Pro Tour, que debe ser matizado en su concepción, pero no en su esencia.

Personalmente, en el momento que Sebastián Pozo abandonó el barco, tenía muy claro que se iba a hundir, aunque a decir verdad, no de la forma en la que sucedió.

Creo que pocos cántabros quedarán que no hayan utilizado algún material que haya pasado antes por las manos de Saiz y si era frecuente su interés.

Siempre ha sido muy claro en sus explicaciones. Cuando conocí que Gorka Beloki formaría parte de su equipo y le pregunté por tal circunstancia, fue muy claro al decir que era una persona que no valía como ciclista y que su mejor decisión hubiese sido la de buscarse la vida por otro lugar, ya que el momento en que su hermano no pudiese mantenerlo en el ciclismo, engrosaría la lista del paro.

En cuanto a los jóvenes, no es que especialmente tuviese tino a la hora de elegir uno u otro ciclista, sino que simplemente todo aquel que destacaba en la categoría juvenil, deseaba formar parte de la estructura amateur que poseía.

Si te das cuentas, buena parte de las mundialistas allí iban, incluso un paisano tuyo, con gran futuro en el mundo del ciclismo, y que no tuvo la mejor de las suertes (y otras cosas) a las órdenes de Juan González.

A mi me gustaba como trabajaba las pruebas de CRI con los jóvenes.

Y un dato curioso, nunca ganó el Tour de Francia, pero en el momento que desapareción de la escena del ciclismo, un ciclista "suyo" logró conquistarlo.

Un saludo!

 
At 20 de noviembre de 2007, 20:38, Anonymous Anónimo said...

Soy el Anónimo que ha escrito las respuestas 2 y 5. Las demás pertenecen a otra persona.

Sobre la pregunta que haces, Marco*, respecto a lo que pudo aprender Sáiz de Paul Köchli, tengo que decir, como había escrito en mi primera respuesta, que no me refería a preparación física de los corredores, sino a la gestión de una plantilla profesional, preparación de programas de entrenamiento individualizados y procesamiento de datos de los miembros de la plantilla.

El suizo fue el primero en supervisar los entrenamientos de sus corredores en La Vie Claire, lo que le supuso algunos problemas con ciclistas veteranos del equipo no les gustaba que el director les marcara los kilómetros que tenían que hacer o la intensidad de las salidas.

El hecho de que Sáiz hubiera aprendido de otros técnicos del ciclismo no es nada indigno. El propio Cyrille Guimard, que entonces ya había ganado varios Tours de Francia con sus corredores, estuvo aprendiendo los métodos de Köchli.

Espero haber aclarado la cuestión.

 
At 20 de noviembre de 2007, 23:28, Anonymous Anónimo said...

Hola Anónimo!

Ahora he entendido lo que pretendías decir.

Un saludo!

 
At 21 de noviembre de 2007, 13:24, Anonymous Anónimo said...

A Manolete se la tenian jurada y se lo cargaron bien cargado. No hacia ni mas ni menos que lo mismo que otros.

Buen blog con mucho nivel en las intervenciones.

 
At 22 de noviembre de 2007, 0:19, Anonymous Anónimo said...

Hola!

¿Anónimo3?:
Al que no lo hace no le pasa.

Un saludo!

 
At 26 de noviembre de 2007, 21:36, Anonymous Anónimo said...

Leyendo y sabiendo esto ahora ¿Qué habrá habido de cierto en toda la rumorología de los últimos años que apuntaba al regreso de Manolo Saiz al pelotón?

Hace poco estuve presenciando una charla de Eduardo Chozas y sentía nostalgia escuchándole hablar de sus años y logros en el equipo de Saiz, quiza entonces todos fuesemos mucho mas ingenuos, pero también mas felices con este deporte, y no me cabe duda de que el cantabro tuvo gran parte de merito en ello.

Como bien dijo el propio corredor, notaba como los ciclistas de ahora vivian en una espiral que les impedía a la mayoría disfrutar y ser felices con su profesión, precepto primero que a mi entender debería de cumplir todo aquel que aspire a una larga y duradera carrera como corredor

Ya que surge la figura de Saiz y en este lugar se sabe y habla de de casi todo ¿Cómo llegó al equipo en sus primeros años un corredor llamado Ivan Franco?

Saludos (Pico del Aguila)

 
At 28 de noviembre de 2007, 22:35, Anonymous Anónimo said...

MARCO: ¿a que viene lo de GORKA? a caso ha sido su única explicación. ¿tienes algo en contra de GORKA??? Un gran admirador de el.

 
At 5 de diciembre de 2007, 2:06, Anonymous Anónimo said...

Hola!

En primer lugar, comenzar con la disculpa del tiempo que he estado ausente para mostrar mi opinión, matizar las ya reflejadas y continuar también con nuevas entradas.

Las próximas entradas, posiblemente, tengan como argumento lo acontecido en Igorre, lo que depare la prueba de Asteasu y las figuras ciclistas como David Seco todo ello relacionado con el ciclo-cross. Aunque a decir verdad, la actualidad marcará un tanto las próximas entradas y las anunciadas puede que finalmente no vean la luz.

Contestando a las últimas intervenciones comentar lo siguente:

Pico del Aguila:
La rumorología dice que las bicicletas que había encargado Manolo Sáiz para su nuevo equipo han competido la temporada del 2007 en una categoría y en un equipo donde nada tenía que ver Sáiz.

También que la posibilidad de tener equipo era real, pero al poderoso patrocinador le instaron a abandonar en su intención desde instancias que nada tienen que ver con el deporte.

En cuanto a Iván Franco me lo comentaron en su día, pero lo he olvidado. Si tengo memoria para acordarme de preguntarlo reproduciré la respuesta aquí.

Txif:
No entiendo lo que exactamente quieres decir, imagino que sobre lo que he podido escribir sobre Gorka Beloki.

En principio, y para darte una respuesta, te comento la opinión de Sáiz sobre el ciclista, y que poco más o menos puede ser la mía personal. Me parece mucho mejor persona que ciclista, ya que de no haberse apellidado Beloki Dorronsoro, nunca hubiese tenido una oportunidad en el ciclismo profesional.

Si te soy sincero, la opinión que como ciclista tenía Sáiz de Gorka Beloki era más cruel de lo que he reflejado.

Muchísimas gracias por los comentarios reflejados.

Un saludo!

 

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