Bruyneel de un paso al frente
En 1997 el director Andrew Nicol dirigió una película interpretada por Ethan Hawke, Uma Thurman y Jude Law es sus papeles estelares. El título del film era Gattaca, una película dónde las personas ya no son discriminadas por su sexo, raza o religión sino por su secuencia genética, es decir, su ADN.
Este argumento de ciencia ficción no está lejos de la realidad ciclista a tenor de las conclusiones y especialmente las intenciones de Pat McQuaid, el presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y representantes de la Asociación Internacional de Grupos Ciclistas Profesionales (AIGCP) tras una reunión mantenida el pasado mes de Octubre en París.
La reunión tenía como objetivo estudiar medidas de lucha contra el dopaje, y en ellas el registro del ADN de todos los corredores y la posibilidad de reducir la duración de las grandes carreras por etapas fueron los temas estrella.
Me llama poderosamente la atención que debatan la duración de unas carreras, las de tres semanas, cuyos organizadores han dado la espalda a la UCI tras romper el calendario único, también llamado UCI Pro Tour, como si la duración de una prueba deportiva fuese directamente proporcional a la existencia del dopaje. Sin embargo acojo con mayor incredulidad que el presidente de la AIGCP, el belga Patrick Lefevere, muestre su felicidad ante la aprobación de los controles de ADN como un nuevo paso en la lucha contra el dopaje. Lefevere, máximo responsable del conjunto belga Quick Step-Innergetic, reconoce que no pueden obligar legalmente a los ciclistas a someterse a este tipo de controles, pero advierte que el que no lo acepte debe asumir las consecuencias, ya que por ejemplo, un equipo podría decidir no renovar su contrato.
Evidentemente esos deseos de obtener el ADN de los ciclistas topan con la justicia, aunque ya se comenta que ciclistas han dado sus muestras, y también cabe recordar que los ciclistas del equipo Comunitat Valenciana entregaron su sangre para que obtuviesen muestras de ADN y de poco les sirvió, ya que el equipo ha desaparecido y la mayoría de los ciclistas tratan de buscarse un hueco en otros conjuntos que no hubiese sido necesario de haber continuado el equipo valenciano.
La afrenta que puede suponer el simple hecho de que las empresas que emplean a los ciclistas y especialmente sus dirigentes soliciten incluso con palabras propias de la coacción las muestras de ADN es inadmisible.
Quizá en el origen de la lucha contra el dopaje, vista la dimensión que ha adquirido, y a pesar de saltarse a todas luces la privacidad del deportista, la toma de muestras de ADN podía haber resultado eficaz, pero en el momento que nos encontramos, que piensen crear un banco de datos de ADN con la información genética de los ciclistas es volver a señalar al deporte del pedal como cabeza de turco del deporte mundial, de la misma forma que ocurrió en su día con la tasa de hematocrito.
Visto que decisiones como estas se saltan la barrera de la legalidad y han comprobado que a pesar de las coacciones son mayoría los ciclistas decididos a no dar ningún tipo de muestra genética, ni cortos ni perezosos, han decidido dar un nuevo paso, y continuar en la estrategia de aislar a los ciclistas que tengan o no tengan relación con la Operación Puerto, se han visto involucrados en esta confusa y enmarañada operación contra el dopaje.
Desde la UCI, Pat McQuaid se muestra decidido a impedir que el futuro deportivo de los ciclistas afectados por la Operación Puerto se aclare lo antes posible, ya que paulatinamente las federaciones nacionales archivan todos los expedientes, y no ha dudado en aconsejar a los equipos que no fichen a estos corredores en un intento por condenarles al oscurantismo después de que la justicia haya impedido la utilización del sumario para llevar a cabo sanciones deportivas.
Lo que si dejó abierto el juez fue la vía penal para que se pudieran emprender acciones contra los ciclistas pero que presumiblemente nadie hará uso ya que de antemano el fracaso es del destino que tendrá cualquiera de las acciones contra los ciclistas.
Ahora la mezquina estrategia es la de amedrentar a los equipos para que no sea fichado ninguno de los ciclistas salpicados por la Operación Puerto, eso sí, el visto bueno vendría para los ciclistas que voluntariamente entreguen su ADN al máximo organismo internacional del ciclismo.
Lo que esconden estas reacciones es condenar al paro al mayor número posible de ciclistas o en el peor de los casos desde el punto de vista de la UCI, ver como esos ciclistas están abocados a seguir sus carreras deportivas en equipos menores de la categoría profesional o continental, pero siempre lejos de las luces y lentejuelas que iluminan y visten a los equipos dentro del elitista Pro Tour.
La UCI ve como las aguas revueltas, aunque se hayan llevado a personas y equipos por delante y a otros los haya dejado maltrechos, vuelven a su cauce y eso significa que después de los ríos de tinta y el escándalo formado, todo lo sucedido no ha servido para nada, ya que las cosas volverán a ser como ya eran antes de saltar el escándalo. Además los abogados de los ciclistas, crecidos con la sucesión de acontecimientos buscarán a los responsables para que rindan las cuentas oportunas y para pedir las explicaciones por todo lo sucedido, ya que se han visto perjudicados un buen número de ciclistas por el empecinamiento de castigar a unos corredores sobre una base carente de consistencia.
No hay corredores sancionados y por lo tanto son libres para ejercer su trabajo, como cualquier otra persona, y no pueden verse perjudicados porque el señor McQuaid piense que si en un futuro existen cargos contra ellos, eso vaya a suponer una mala imagen para el ciclismo.
Curioso que amparados en la imagen del ciclismo, lo que realmente pretenden es mantener limpia la organización a la que uno pertenece, independientemente de atajar el problema raíz. Así de esta forma, los equipos no quieren ver como un ciclista que se vea involucrado en un tema de dopaje pueda suponer que el patrón del equipo decida retirar el patrocinio y con ello la desaparición del equipo, lo que significa la pérdida de empleo de unas personas, que desempeñando cargos directivos viven y además cómodamente del trabajo que desarrollan los ciclistas. Curioso que la mayor parte de estos dirigentes fueron ciclistas hasta no hace mucho, circunstancia que nos deja ver como el cinismo impera en grandes dosis en este deporte.
No piensen que la salud de los ciclistas es lo que hay detrás de estos actos, ya si lo que verdaderamente importante en esta sociedad fuese la salud del trabajador, no estaríamos contemplando como las obras de la M-30 de Madrid arrojan un saldo de un accidente diario de media, en los que ya se han producido la espectacular cifra de 700 accidentes. Todo en esta sociedad, al menos en buena parte de ella a la vista de los ejemplos, esconde el interés particular y el afán lucrativo como único objetivo.
Además queda la UCI. La Unión Ciclista Internacional, que más desunida que nunca, va perdiendo credibilidad, y viéndose desbordaba por unos acontecimientos que no sabe manejar, contempla como irremediablemente el peso que tenía en el concierto deportivo mundial está siendo cuestionado, dejando al descubierto la incapacidad de sus gestores encabezados por el irlandés McQuaid para con el ciclismo.
Pero esta actitud existente en el ciclismo de nuestros días, que en lugar de acabar con la suciedad se dedica a esconderla debajo de la alfombra, ha topado con un director deportivo con personalidad, lejos de una mayoría que no se atreve a llevar la contraria a la UCI, y que agachan la cabeza ante los dictados de Lefevere. Se trata del belga Johan Bruyneel.
El director del equipo Discovery Channel no se ha plegado ante las advertencias y ha incorporado a su equipo a Ivan Basso, uno de los ciclistas apartados y señalados. Al ciclista nada le impide correr ya que está libre de cualquier acusación de haber violado las reglas o las leyes deportivas o criminales que se refieren a la lucha contra el dopaje.
Las reacciones no se han hecho esperar, y en general guardan cautela, puesto que Lefevere no ha respondido con la contundencia que acostumbra, dando a entender que estando todavía en otoño, los acontecimientos podrían variar de nuevo en la dirección que él y quienes lo secundan quieren imponer.
Otros equipos aun alegrándose del fichaje de Basso se preguntan si Johan Bruyneel solicitará a Ivan Basso que entregue su ADN, olvidando la ilegalidad de este hecho, por mucho acuerdo verbal alcanzado entre los equipos. Tendrían que pensar a que se debe que el acuerdo sea verbal y no esté redactada por escrito además de firmada por los responsables de la propuesta.
Quienes han mostrado una mayor contrariedad han sido los alemanes de T-Mobile, que piden que Ivan Basso demuestre su inocencia, cuando lo que en realidad la culpabilidad de alguien es lo que hay que demostrar. Otra de las personas a los que los micrófonos enseguida se han dirigido tras la confirmación del fichaje de Ivan Basso por Discovery Channel, es a Bjarne Riis, antiguo director de Ivan Basso en CSC que como todos, apelando al acuerdo verbal, y haciendo hincapié en que intereses particulares nunca unirán el ciclismo, ha quedado como el tonto de la película al ver como hace unas fechas rescindía de mutuo acuerdo el contrato que le unía a Ivan Basso y ahora contempla como el italiano regresará a la competición en uno de los equipos más potentes del planeta.
En fin, que Discovery Channel no se pliega, a las medidas que UCI y AIGCP promueven, basándose en que la fiscalía del CONI (Comité Olímpico Nacional Italiano) propuso al competente órgano de justicia deportiva de la Federación Italiana de Ciclismo archivar los actos que atañen a Ivan Basso amparándose en las disposiciones internacionales y del reglamento antidopaje de la UCI.
Muchos equipos están en la línea de Discovery Channel, incluso no cerrando las plantillas ante la posibilidad de incorporar a ciclistas interesantes pero que han sido vinculados a la Operación Puerto aunque el miedo a alzar la voz impide que sea una realidad, que quizá, desaparezca tras el paso dado por Johan Bruyneel. Por cierto, que todos estos intentos por impedir que los equipos cuenten con corredores relacionados con la Operación Puerto chocan frontalmente en cuanto a razón de ser si finalmente el equipo de Manolo Sáiz sale a la carretera circunstancia que no ha sido impedida ni por la UCI ni por la AIGCP.
Así que el enmarañado asunto de ilegalidades, intenciones y fichajes queda de momento de esta forma. Habrá que contemplar si tras el fichaje de Basso la situación toma otro rumbo, que seguro lo hará. Aún quedan las organizaciones de pruebas ciclistas, aunque mejor dicho, la organización del Tour de Francia, por dar su punto de vista, ya que en un principio también hablaba de pruebas de ADN obligatorias para que ciclistas relacionados con la Operación Puerto pudiesen participar en la ronda gala.
Veremos en que queda todo, pero las dichosas siglas de ADN va a estar más presentes en el vocabulario ciclista que en cualquiera de las populares series de televisión de investigación científica que tan de moda están ahora.
5 Comments:
(ya ser porqué no me dejaba registrarme, porque ya estaba...de mi blog)
En fin, solo escribo para apoyar la idea central del comentario (que la UCI está disparatando).
Además me parece en conjunto muy oportuno, pues unos y otros van dando su visión, y los que no lo han hecho, pues será porque no pueden.
Ojalá (y por favor)los corredores no acepten lo del ADN, al menos, no de la manera como se está planteando.
También me parece bien que contraten a Basso.
Luego, de otras ideas pues ya las veo de otra manera, pero...para eso tengo mi blog!
Saludos.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
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Hola!
Parece que entre otros, ciclistas del equipo alemán Gerolsteiner ya sean prestado a dar muestras para que obtengan el ADN.
Un saludo!
Pues el paso de Basso al Discovery puede ser el banderazo de salida para que los equipos UCI Pro tour ficharan mas gente de la OP ...
El Lampre ya ficho a Caruso y gente como Jaksche suena de nuevo para Milram ...
Ademas por lo del ADN, el Lampre anuncia que Caruso tambien hara las pruebas ...
Al final el que no lo haga sera sospechoso no ?
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