13 de noviembre de 2006

Un regalo para Thibau

La prueba de Pijnacker (Holanda) quinta de las pruebas que forman la Copa del Mundo de Ciclo-Cross tenía para Sven Nijs una motivación especial. Y no lo era porque las dos últimas pruebas celebradas en Tábor y Treviso no le habían visto como ganador. Tampoco por verse privado el día anterior en Niel (Bélgica) de la victoria cuando una avería le impidió alzar los brazos cuando todo estaba a su favor, ni tan siquiera el motivo era que la prueba se celebraba en territorio holandés, nacionalidad del equipo Rabobank, al que pertenece Sven Nijs.

La realidad, y lo que realmente motivaba a Nijs era que su hijo Thibau cumplía años y que mejor regalo para la criatura que dedicarle la victoria. No se que ilusión le habrá hecho al niño, ya que posiblemente cualquier otro hubiese deseado algún juguete, pero esa era la motivación especial que comentaba tener el brillante ciclista belga antes de disputarse la prueba.

El desarrollo de la carrera se vio condicionada por la presencia de barro, acostumbrados que estábamos hasta la fecha, a contemplar circuitos totalmente secos, en los que rodar a gran velocidad y con ciclistas apelotonados era una constante.

En esta ocasión no sucedió así, y la verdad es que poca historia tuvo la prueba. En la salida 62 corredores de 13 nacionalidades distintas. Entre estos corredores Isaac Suárez, Oscar Vázquez y Mauro González.

La prueba guardó cierta similitud con la disputaba en Treviso la semana pasada, y es que fue de nuevo Francis Mourey quien desató las hostilidades. De nuevo el pequeño francés decidió poner tierra de por medio para seleccionar la carrera y a fe que lo hizo. No pudo dejar atrás a Sven Nijs con el que formó un dúo, hasta que el belga decidió que esta carrera la hacía sólo. Dejó de rueda al ciclista de la Française des Jeux y si te he visto no me acuerdo. Hizo toda la carrera en solitario para imponerse brillantemente en su tercera prueba de la Copa del Mundo de esta temporada y tras ver como en las dos últimas pruebas eran otros quienes se habían proclamado vencedores.

A Sven Nijs cuando el barro aparece en escena, le gusta ir sólo, y no duda, desde los primeros compases de la prueba incluso, en buscar la soledad en cabeza de carrera. Así de esta forma abandonó la compañía de Francis Mourey directo a por la victoria. Sven Nijs ya ve en Francis Mourey un rival peligroso, no en vano utilizó el argumento de que estaba más descansado el ciclista francés al no participar el día anterior en Niel, para justificar los aprietos en los que el ciclista galo había puesto a Nijs durante la prueba.

Normalmente no salen palabras de la boca de Nijs si un rival no es considerado como peligroso, pero si esto sucede, tal y como ha ocurrido, hay que tenerlo en cuenta. Francis Mourey se ha ganado la consideración de estrella del ciclo-cross por los grandes resultados obtenidos en las pruebas que hasta la fecha lleva disputando. Ahora también se ha ganado el respeto del más brillante de todos los ciclistas.

A Francis Mourey no le gusta tanto el barro, lógico teniendo en cuenta su vinculación a la carretera, y es en los circuitos secos donde más cómodo se encuentra. No deja de decir, cuando le ponen un micrófono en la boca, que su objetivo es el Mundial, y que para ello se está preparando. Espero, que a pesar de su animadversión por el barro, se esté preparando sobre esta superficie, puesto que debería caer en la cuenta, de que a finales de Enero en el nada sencillo circuito de Hooglede-Gits (Bélgica) existen más posibilidades de encontrar un circuito embarrado que uno seco.

De todas formas, a pesar de no poder responder al ataque de Sven Nijs dentro del primer tercio de carrera, el verse sólo en la segunda posición y mantenerla hasta el final de la prueba, es como para estar satisfecho por lo conseguido.

Por detrás de estos dos ciclistas se dejó ver Sven Vanthourenhout, ciclista que lideró la prueba en la primera de las vueltas, en lo que era un anuncio de que el maillot de Rabobank iba a estar bien visible a lo largo de toda la prueba.

La segunda de las vueltas vio el citado ataque del Francis Mourey con el que dio verdaderamente comienzo a la prueba. Sven Nijs con suficiencia alcanzó rápidamente al francés, para una vuelta más tarde emprender la aventura en solitario.

Por detrás en un principio circulaban los compañeros de Sven Nijs, los ciclistas holandeses Gerben de Knegt y Richard Groenendaal, que en su tierra estaban teniendo más protagonismo que hasta la fecha.

Este dúo perseguidor se convirtió en cuarteto, cuando dos ciclistas del Fidea, Klaas Vantornout y Erwin Vervecken alcanzaron a los holandeses. Klaas Vantornout fue quien llevo el infructuoso peso de la persecución en una labor de equipo para su compañero Erwin Vervecken. Poco acostumbrados estamos a ver labores de equipo en el ciclo-cross, ya que todos los grandes especialistas que se reparten las pruebas pertenecen a los mismos equipos, pero en esta ocasión Vantornout lo hizo.

Mientras tanto, el otro compañero de los ciclistas de Fidea, y uno de los favoritos para imponerse en la prueba, Bart Wellens naufragaba en puestos retrasados tratando de remontar a ciclistas, que le habían superado tras verse envuelto en una caída que sólo vio como de los favoritos era el único perjudicado, pero en la que se vieron envueltos un buen número de ciclistas.

De cara a meta los ciclistas del Fidea Cycling Team pagaron el esfuerzo, siendo Erwin Vervecken finalmente quinto tras no bajarse del podium en cuantas pruebas de la Copa del Mundo se habían celebrado esta temporada. Klaas Vantornout fue sexto y falto poco para verse superado por John Gadret, ciclista galo que veía como paulatinamente estaba más cerca del belga debido al esfuerzo empleado por éste para dar caza a los fugados y que irremediablemente pagó en los últimos compases de la prueba.

Por delante de ellos los dos holandeses, con Gerben de Knegt en tercera posición secundado por Richard Groenendaal en la cuarta plaza. Fue un buen día para los ciclistas de Rabobank, ya que tres ciclistas del conjunto bancario entraron en las cuatro primeras plazas y hasta cinco ciclistas en las nueve primeras, puesto que Aernouts y Vanthourenhout entraron en octava y novena plaza respectivamente tras el francés Gadret.

Los nuestros no tuvieron su día ya que Isaac Suárez ocupó la 39ª plaza a más de siete minutos y medio del vencedor, y los gallegos Vázquez y González Fontán no finalizaron la prueba. También estuvo presente en la cita holandesa, y de nuevo en una prueba de la Copa del Mundo, la vallisoletana Rosa Bravo, que quedó finalmente en la 21ª posición. Una asturiana, Aida Nuño, también estuvo presente clasificándose en la 35ª posición final.

La próxima cita con la Copa del Mundo de Ciclo-Cross será dentro de dos semanas en territorio belga, concretamente en Koksijde. ¿Llegará la hora de ver a un ciclista del Fidea Cycling Team en lo más alto del podium?