Emoción con nombre de mujer
La prueba femenina se presentaba con el atractivo y la incógnita que suponía el desembarco de Marga Fullana Riera en el mundo del ciclo-cross. La ciclista de San Lorenzo de Cardessar (Mallorca) atesora un excepcional palmares labrado sobre una bicicleta de montaña, siendo en la actualidad la Campeona del Mundo de Mountain Bike (Cross Country).
Va camino de cumplir 37 años. Cuenta con una preparación planificada y orientada para ofrecer el mejor de los rendimientos en la época estival. Y además no tiene experiencia alguna sobre una bicicleta de ciclo-cross. Pues bien, a pesar de semejante hándicap, llegaba a Valladolid con la vitola de favorita. Increíble pero cierto.
El día había amanecido acompañado de una ligera lluvia, pero a la hora en la que comenzaron a disputarse las pruebas el cielo ya estaba despejado, y la mañana era era agradable para el disfrute del ciclo-cross. Sobre el cerro en el que está enclavado el Parque del Mediodía, el aire que soplaba posibilitó que el terreno se secara con el transcurrir de las horas. Ésta circunstancia hizo que las carreras celebradas a unas horas más tardías, disfrutaran de un terreno menos deslizante y más favorable para el tránsito gran velocidad sobre una bicicleta.
A diferencia de las carreras que se sucedieron después, desde los primeros compases de carrera las ciclistas destinadas a la lucha por las medallas ya ocupaban los lugares de privilegio encabezadas por Marga Fullana. Soldadas a la rueda de la balear, aparecían Rocío Gamonal y Rosa Bravo.
Unos metros por detrás figuraban Sandra Santanyes, Rocío Martín e Isabel Castro. Ya estaban todas las ciclistas que tenían que estar, a excepción de Jone Mújika. La ciclista de Elgeta (Guipúzcoa) no tuvo una buena salida y la imposibilidad de entrar en las posiciones cabeceras a las primeras de cambio, la lastró para el resto de la carrera. Su nerviosismo, impaciencia y precipitación le impidieron llegar obtener un mejor resultado que la sexta posición que alcanzó finalmente en meta.
El ritmo de Marga Fullana no permitía que nadie se relajase. Así mientras que Rocío Gamonal se mantenía a la rueda de la balear con suficiencia, la gallega Isabel Castro veía como irremediablemente no podía seguir la marcha al igual que la pundonorosa andaluza Rocío Martín.
Sandra Santanyes sorprendía por la comodidad con la que transitaba y Rosa Bravo nos hacía recodar a la ciclista anterior a su maternidad. Pero la ciclista vallisoletana cometió un error, y ahí se tuvo que despedir de la lucha por la victoria. En el montículo anterior a la zona de meta, no llegó con suficiente velocidad y vio como perdía el equilibro. La caída no le supuso ningún percance mecánico ni físico, pero si le hizo perder una decena de segundos que minó su ambición y deseo de agradar ante su público.
Vio como el dúo cabecero ponía tierra de por medio, y paulatinamente la distancia se iba haciendo mayor. Hasta el punto, que una sorprendente Sandra Santanyes la superaba, ofreciendo a propios y extraños un enérgico pedalear que Rosa Bravo no ofrecía sensación de poder aguantar.
Pero el infortunio se cebó con la ciclista de Sabadell. Rompió la horquilla de su bicicleta y se acabó para ella la prueba. Intentó llegar hasta el control de material, pero cuando vió que su bicicleta se dividía en dos partes, desconsolada tuvo que abandonar la prueba.
Así que mediada la carrera, el intercambio de posiciones entre el dúo cabecero hacía ver, que aunque Marga Fullana mostraba un pedalear más limpio, la asturiana Rocío Gamonal no le iba a la zaga. Por detrás Rosa Bravo, en tierra de nadie, parecía dueña de la medalla de bronce. Y desde la distancia, Rocío Martín veía como era superada por Isabel Castro, pagando el esfuerzo inicial de seguir a las ciclistas que marcaban un ritmo demasiado exigente para ella.
En el ambiente flotaba, que la carrera estaba condenada a decidirse en la última vuelta. Fue en esa última vuelta cuando Marga Fullana empezó a forzar el ritmo de la ciclista asturiana, especialmente en los tramos de ascenso, en los cuales Rocío Gamonal sufría para aguantar la estela de la ciclista balear.
La balear embestía y la asturiana capea el envite. De forma agónica, pero la ciclista asturiana aguantaba. Hasta que llegó el montículo que precedía a la entrada a meta, allí al igual que a Rosa Bravo en la primera vuelta, le fallaron las fuerzas y prácticamente se quedó parada, cogiendo la ciclista balear unos segundos suficientes para proclamarse Campeona de España en la primera prueba que participaba en la disciplina de ciclo-cross.
Pero las carreras no se deciden hasta que uno traspasa la línea de meta, y Rocío Gamonal no dio en ningún momento la carrera por perdida. Gamonal lanzó un sprint desesperado y unido el exceso de confianza de Fullana posibilitó que la asturiana alcanzara a la balear. Cuando esta quiso reaccionar ya fue demasiado tarde y justo por unos centímetros el triunfo se decantó del lado de la asturiana.
Lección de coraje y ambición el demostrado por Rocío Gamonal. No se dio en ningún momento por vencida y encontró su premio. La derrotada fue la ciclista más fuerte. Una ciclista veterana condenada por un error de principiante. Por detrás de ambas, aparecía Rosa Bravo a 42 segundos completando el pódium.
La cuarta clasificada fue Rocío Martín a 1´26 de la vencedora. Justa recompensa para una ciclista que derrochó un espíritu competitivo excepcional. Tras verse superada por Isabel Castro mediada la prueba, se rehízo en la última vuelta, y privó a la ciclista gallega Isabel Castro del puesto que parecía destinado para ella.
Fueron dos los segundos que Isabel Castro cedió en meta con respecto a Rocío Martín. La gallega no encontró el premio a su regularidad a lo largo del año, viendo como su evolución con el suceder de los meses no ha seguido la línea ascendente que si han demostrado otras rivales.
En lineas generales fue una carrera preciosa, con dos ciclistas excepcionales luchando codo con codo hasta el final de la prueba, hasta el punto de que la vencedora tuvo que dilucidarse mediante la foto-finish, algo inaudito en una prueba de ciclo-cross en España.
Es por ello, que ambas ciclistas han sido convocadas por Francisco Plá para estar presentes en la cita mundialista de Hoogerheide (Holanda). A buen seguro, que ambas ciclistas, si despliegan lo mostrado en Valladolid estarán en disposición de ocupar un puesto entre las primeras 20 clasificadas.
Pero en fin, por un momento olvidé que este país es España, y cuando se habla de ciclismo, una mujer no cuenta para nada. Por segundo año consecutivo, no habrá representación femenina en un mundial de ciclo-cross. ¿A quien debemos agradecer esta inexplicable circunstancia? Al deseado presidente de la RFEC, Juan Carlos Castaño Moreta, por demostrar que en materia de ciclo-cross, aparecen nuevas personas pero continúan viejas costumbres. Al fin y al cabo, esa raza semihumana que forman los federativos cuando alcanzan un puesto de responsabilidad, no son más que "los mismos perros pero con distintos collares".
Pero vamos a ser positivos. Gracias a las medidas del Sr. Castaño Moreta y a que la RFEC ahorrará un desplazamiento en avión para dos mujeres (ciclistas) a Bruselas y una estancia en un hotel de fin de semana para ambas, la RFEC podrá reducir enormemente y gracias al ciclo-cross, en el que tanto invierte, la mareante cifra de 2 millones y medios de euros aproximadamente que tiene de deuda.
Fotografía: RFEC
Etiquetas: Ciclo-cross en España, Ciclo-Cross Femenino, Isabel Castro, Jone Mújika, Marga Fullana, Rocío Gamonal, Rocío Martín, Rosa Bravo, Sandra Santanyes