Hooglede-Gits 2007: Elite

El público inundaba las gradas en un número impresionante de gente dando el colorido que sólo citas como esta pueden ofrecer. Más de 30.000 personas se estimaban presentes, jaleando y aplaudiendo a todos los corredores.
Nervios en la salida, miradas señalando a Sven Nijs como favorito, y la carrera que se lanzó con un Vervecken como ciclista que encabezó el arranque de la prueba, hasta que, en la primera de las curvas del circuito se le fue la rueda trasera y perdió la velocidad inicial. Primer susto, pero ni llegó a perder el equilibro ni tan siquiera entorpeció a nadie. Sorprendentemente Camiel Van Den Bergh se situó a continuación en la primera plaza y se vio una de las imágenes más sorprendentes de la jornada, cuando gesticulaba con su brazo dirigiéndose el público. Alguna cuenta pendiente tendría, pero una vez que hizo ostensible su falta de sintonía con el respetable, desapareció de la carrera.
Primeros compases de vigilancia y especialmente de colocación, buscando cada uno la posición a la que estaba llamado en esta carrera. Buscando su sitio y perdiéndolo por los continuos problemas que producían especialmente las zonas arenosas. Pequeño desequilibrio o problema de cualquier ciclista en este tramo y conflicto en forma de caída del protagonista o del ciclista que seguía su trazada.
Nervios, muchos nervios. A cada intento de alcanzar unos metros, el valiente veía como era reintegrado en el grupo, por sus perseguidores, al sufrir una caída. Y en esta línea de constantes tropiezos de la que no se libraba nadie, llegó la más inesperada y determinante de la carrera.

Richard Groenendaal, por aquel entonces, lideraba la carrera y desgraciadamente los silbidos se oían a su paso. Lo curioso era que no había ningún belga en las primeras plazas, puesto que el holandés le perseguían Enrico Franzoi y Jonathan Page. Poco después de ellos pasaban mediada la carrera, el belga Kevin Pauwels, el holandés Gerben de Knegt y el checo Radomir Simunek Jr. Perdiendo comba con estos, un cuarteto liderado por el holandes Thijs Al y con el francés John Gadret, el suizo Christian Heule y el italiano Marco Aurelio Fontana a rueda. Poco después venía Erwin Vervecken, pero increíble la situación de carrera tras la primera media hora. Faltaban los locales que eran las grandes víctimas del infortunio.
Richard Groenendaal lo intentó pero cometió un error, dio con sus huesos en el suelo y lo alcanzaron. Tomó el testigo Enrico Franzoi y más de lo mismo, hasta que a falta de tres vueltas para la conclusión lideraba la prueba un americano. Verlo para creerlo. Jonathan Page se hacía con las riendas de la prueba y se mostraba muy sólido comandando la carrera. Por detrás Franzoi había perdido comba, y parecía que despertaba tras los problemas volviendo a remontar y haciendo un final de carrera magnífico, pero tanto infortunio de unos y otros había permitido a Erwin Vervecken volver a tener opciones al título, y alcanzó a Page a falta de dos vueltas.
La zona más dura del circuito daba pie a mostrar el gran nivel de Erwin Vervecken, y fue ahí donde apretó y sacó de rueda al americano. Sin embargo Page no se rindió nunca, era su gran oportunidad y volvió a coger la rueda de Vervecken, incluso adelantó al belga.
Pero no sólo eso, sino que ya dentro de la última vuelta atacó decidido a no llegar al sprint con Vervecken, consiguió unos metros, pero en la zona del bosque, en la subida en la que en la anterior vuelta Vervecken abrió hueco, en esta el belga recuperó todo el terreno perdido y le dio alcance.
Se volvió a formar el dúo y a Vervecken pocos lugares le quedaban para atacar, ya que el más propicio para dejar de rueda a Page ya había pasado. Sólo quedaba un último repecho, en una zona que era más favorable para un habilidoso Page. Pero en esta ocasión, no falló, y si puedo alcanzar unos metros, que a la postre serían definitivos. Más sabe el diablo por viejo que por diablo, y en la gran oportunidad de Page le había tocado el rival más incómodo de cuantos estaban en carrera.
Y así, entró victorioso Vervecken, que defendía título y lograba repetir ante el delirio del público, que no vio la posibilidad de maillot arco-iris hasta el mismísimo final de carrera. Detrás Page que perdió la carrera pero no la sonrisa y que desea que este sea el principio de algo grande, y tras él, un Enrico Franzoi que entraba exultante. Estuvo a punto de enlazar con el dúo en la penúltima vuelta, pero no pudo ser. Curioso que tres ciclistas que de una u otra forma se perdieron parte de la temporada por diferentes circunstancias fueran los más destacados en el día grande de este deporte.
En cuarta posición, un impresionante Wellens que vino como una locomotora remontando y que sin el infortunio, bien pudiera vestir en estos momentos el maillot arco-iris. Espero que alguno de los jóvenes corredores que tenemos en nuestro país, se fije más en la actitud de un verdadero campeón como Wellens, y deje de mirar únicamente al material que utiliza.

Y cerraron las diez primeras posiciones, el francés Gadret, que mermados por la no comparecencia de Mourey por un golpe en un entrenamiento en Hooglede-Gits, fue el único francés que se dejó ver, en un papel muy discreto del combinado galo. Tras Gadret y en novena plaza, el suizo Christian Heule y tras él, otro holandes, en este caso Thijs Al.
El primero de los españoles en meta fue, como se esperaba, José Antonio Hermida, en la 17ª posición. El catalán estuvo magnífico dentro de las limitaciones que para un neófito en la disciplina se suponen. No estuvo bien en los primeros compases de carrera, especialmente en las aglomeraciones, puesto que no tenía mecanizado el movimiento de bajarse de la bicicleta rápidamente y correr con ella, y se veía atrapado en los complicados bancos de arena.
La arena fue significativa en la carrera de hoy, y es que esa mezcla de barro por un lado y arena por el otro, hacía que sobre las bicicletas se formase una pasta, que hacía necesario el cambio constante de bicicleta, a pesar de que los ciclistas no iban especialmente manchados.
Una vez que se estiró la prueba y Hermida pudo rodar con soltura, se mostró como el gran corredor que es. No tiene nivel a día de hoy para codearse con ciclistas como Wellens o Nijs pero cuando sin estorbos circulaba en carrera, tenía el pedalear de los ciclistas que rondaban las diez primeras posiciones. Lo interesante de este ciclista, es que si se propone solventar las carencias que tiene en esta disciplina, mejorará notablemente.
Difícil tesitura para un ciclista que tiene en mente los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Si esta temporada, cuyos objetivos quedan aun lejos, le sale exitosa en el Mountain Bike, lo veremos en el ciclo-cross, y quien sabe si será uno de esos ciclistas a los que citen en las más importantes pruebas del mundo, con un fijo de salida realmente apetecible. Seleccionará sus pruebas más detenidamente y posiblemente el reinado de David Seco toque a su fin. Además, nada mejor que hacerlo en un Campeonato de España en Cataluña, si es que finalmente no les roban la cartera desde Castilla y León. Con una vuelta más, José Antonio Hermida se hubiese clasificado entre los trece primeros ciclistas de la competición.
Unai Yus fue el segundo de los clasificados nacionales con su 33ª plaza y finalizó la prueba donde previsiblemente lo iba a hacer. Hizo una carrera regular y paulatinamente se fue encontrando mejor según iban transcurriendo las vueltas. Ni contento ni triste se mostraba el ciclista, puesto que ni podía dar más, ni su resultado fue como para sacar pecho. Ciclista que debe reflexionar sobre lo realizado este año y enmendar muchas de las cosas que no han posibilitado que diese todo lo que se esperaba de él.
Isaac Suárez fue el tercero de los clasificados y, víctima de los problemas mecánicos, era el que peor cara mostraba al finalizar la carrera. Rompió el sillín en la tercera vuelta tras pasar el control y no pudo sentarse durante buena parte de la totalidad del recorrido. Tan incómoda posición pasó factura al ciclista cántabro en el resto de la carrera, pero más fue la tristeza de ver como una opción de conseguir un buen resultado se esfumaba, ya que hasta ese momento rondaba la 20ª posición incluso por delante de Hermida. Finalmente ocupó una inmerecida 41ª plaza.
Y el último de los cuatro representantes fue el doblado Oscar Vázquez, al que otorgaron la 49ª posición. Se le ha hecho larga la campaña, y tras Alcobendas no se la ha visto igual. No estuvo a la altura del resto de los seleccionados.
En definitiva, gran día el vivido en Hooglede-Gits, gran prueba la vista en el día de hoy, y lo que especialmente para nosotros en más importante, se regresa a casa con un buen sabor de boca, cosa que no ocurría desde hace muchos años.