29 de enero de 2007

Hooglede-Gits 2007: Elite

El mundial de Hooglede-Gits se ha cerrado de forma brillante especialmente para el aficionado local que veía como se sucedían los problemas para sus ciclistas y el título de la categoría no se quedaba en Bélgica. La historia de esta carrera es la del infortunio para unos y la oportunidad que sólo pasa una vez en la vida para otros. Una emocionante y vibrante prueba que no conoció su vencedor hasta los instantes finales.

El público inundaba las gradas en un número impresionante de gente dando el colorido que sólo citas como esta pueden ofrecer. Más de 30.000 personas se estimaban presentes, jaleando y aplaudiendo a todos los corredores.

Nervios en la salida, miradas señalando a Sven Nijs como favorito, y la carrera que se lanzó con un Vervecken como ciclista que encabezó el arranque de la prueba, hasta que, en la primera de las curvas del circuito se le fue la rueda trasera y perdió la velocidad inicial. Primer susto, pero ni llegó a perder el equilibro ni tan siquiera entorpeció a nadie. Sorprendentemente Camiel Van Den Bergh se situó a continuación en la primera plaza y se vio una de las imágenes más sorprendentes de la jornada, cuando gesticulaba con su brazo dirigiéndose el público. Alguna cuenta pendiente tendría, pero una vez que hizo ostensible su falta de sintonía con el respetable, desapareció de la carrera.

Primeros compases de vigilancia y especialmente de colocación, buscando cada uno la posición a la que estaba llamado en esta carrera. Buscando su sitio y perdiéndolo por los continuos problemas que producían especialmente las zonas arenosas. Pequeño desequilibrio o problema de cualquier ciclista en este tramo y conflicto en forma de caída del protagonista o del ciclista que seguía su trazada.

Nervios, muchos nervios. A cada intento de alcanzar unos metros, el valiente veía como era reintegrado en el grupo, por sus perseguidores, al sufrir una caída. Y en esta línea de constantes tropiezos de la que no se libraba nadie, llegó la más inesperada y determinante de la carrera.
Fue concretamente en una de las fases de asfalto. Allí se dividía la carretera con una señalización de bloques plásticos para delimitar por un lado el circuito y por el otro un carril para el quad de la televisión. Este carril estaba habilitado para que un cámara subido en un quad pudiese transmitir unas imágenes cercanas y en movimiento, en lugar de las habituales que se toman desde cámaras fijas. Pues bien, una aleta del quad tocó la señal en cuestión y se cruzó de tal forma que Bart Wellens dio con los huesos en el suelo y Sven Nijs le acompañó por detrás. Se les fue ahí la carrera a ambos. Curioso ver a los dos grandes rivales aunar esfuerzos en la desgracia. Un Wellens a un grandísimo nivel en el día de hoy, simplemente pudo ser cuarto, mientras que Sven Nijs, ciclista que perdió la cuenta del número de veces que dio con sus huesos en el suelo, acabó en una decepcionante undécima plaza.

Richard Groenendaal, por aquel entonces, lideraba la carrera y desgraciadamente los silbidos se oían a su paso. Lo curioso era que no había ningún belga en las primeras plazas, puesto que el holandés le perseguían Enrico Franzoi y Jonathan Page. Poco después de ellos pasaban mediada la carrera, el belga Kevin Pauwels, el holandés Gerben de Knegt y el checo Radomir Simunek Jr. Perdiendo comba con estos, un cuarteto liderado por el holandes Thijs Al y con el francés John Gadret, el suizo Christian Heule y el italiano Marco Aurelio Fontana a rueda. Poco después venía Erwin Vervecken, pero increíble la situación de carrera tras la primera media hora. Faltaban los locales que eran las grandes víctimas del infortunio.

Richard Groenendaal lo intentó pero cometió un error, dio con sus huesos en el suelo y lo alcanzaron. Tomó el testigo Enrico Franzoi y más de lo mismo, hasta que a falta de tres vueltas para la conclusión lideraba la prueba un americano. Verlo para creerlo. Jonathan Page se hacía con las riendas de la prueba y se mostraba muy sólido comandando la carrera. Por detrás Franzoi había perdido comba, y parecía que despertaba tras los problemas volviendo a remontar y haciendo un final de carrera magnífico, pero tanto infortunio de unos y otros había permitido a Erwin Vervecken volver a tener opciones al título, y alcanzó a Page a falta de dos vueltas.

La zona más dura del circuito daba pie a mostrar el gran nivel de Erwin Vervecken, y fue ahí donde apretó y sacó de rueda al americano. Sin embargo Page no se rindió nunca, era su gran oportunidad y volvió a coger la rueda de Vervecken, incluso adelantó al belga.

Pero no sólo eso, sino que ya dentro de la última vuelta atacó decidido a no llegar al sprint con Vervecken, consiguió unos metros, pero en la zona del bosque, en la subida en la que en la anterior vuelta Vervecken abrió hueco, en esta el belga recuperó todo el terreno perdido y le dio alcance.

Se volvió a formar el dúo y a Vervecken pocos lugares le quedaban para atacar, ya que el más propicio para dejar de rueda a Page ya había pasado. Sólo quedaba un último repecho, en una zona que era más favorable para un habilidoso Page. Pero en esta ocasión, no falló, y si puedo alcanzar unos metros, que a la postre serían definitivos. Más sabe el diablo por viejo que por diablo, y en la gran oportunidad de Page le había tocado el rival más incómodo de cuantos estaban en carrera.

Y así, entró victorioso Vervecken, que defendía título y lograba repetir ante el delirio del público, que no vio la posibilidad de maillot arco-iris hasta el mismísimo final de carrera. Detrás Page que perdió la carrera pero no la sonrisa y que desea que este sea el principio de algo grande, y tras él, un Enrico Franzoi que entraba exultante. Estuvo a punto de enlazar con el dúo en la penúltima vuelta, pero no pudo ser. Curioso que tres ciclistas que de una u otra forma se perdieron parte de la temporada por diferentes circunstancias fueran los más destacados en el día grande de este deporte.

En cuarta posición, un impresionante Wellens que vino como una locomotora remontando y que sin el infortunio, bien pudiera vestir en estos momentos el maillot arco-iris. Espero que alguno de los jóvenes corredores que tenemos en nuestro país, se fije más en la actitud de un verdadero campeón como Wellens, y deje de mirar únicamente al material que utiliza. Quinto fue Kevin Pauwels que pasó inadvertido en carrera. Un ciclista invisible en una carrera en la dejó escapar una gran ocasión de ser algo más que un ciclista a la sombra de las grandes estrellas de su país. Fue el mejor joven y seguro que se le presentarán oportunidades en el futuro, pero no debería desaprovechar ninguna. Sexto y séptimo dos ciclistas holandeses, Richard Groenendaal y Gerben de Knegt.

Y cerraron las diez primeras posiciones, el francés Gadret, que mermados por la no comparecencia de Mourey por un golpe en un entrenamiento en Hooglede-Gits, fue el único francés que se dejó ver, en un papel muy discreto del combinado galo. Tras Gadret y en novena plaza, el suizo Christian Heule y tras él, otro holandes, en este caso Thijs Al.

El primero de los españoles en meta fue, como se esperaba, José Antonio Hermida, en la 17ª posición. El catalán estuvo magnífico dentro de las limitaciones que para un neófito en la disciplina se suponen. No estuvo bien en los primeros compases de carrera, especialmente en las aglomeraciones, puesto que no tenía mecanizado el movimiento de bajarse de la bicicleta rápidamente y correr con ella, y se veía atrapado en los complicados bancos de arena.

La arena fue significativa en la carrera de hoy, y es que esa mezcla de barro por un lado y arena por el otro, hacía que sobre las bicicletas se formase una pasta, que hacía necesario el cambio constante de bicicleta, a pesar de que los ciclistas no iban especialmente manchados.

Una vez que se estiró la prueba y Hermida pudo rodar con soltura, se mostró como el gran corredor que es. No tiene nivel a día de hoy para codearse con ciclistas como Wellens o Nijs pero cuando sin estorbos circulaba en carrera, tenía el pedalear de los ciclistas que rondaban las diez primeras posiciones. Lo interesante de este ciclista, es que si se propone solventar las carencias que tiene en esta disciplina, mejorará notablemente.

Difícil tesitura para un ciclista que tiene en mente los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Si esta temporada, cuyos objetivos quedan aun lejos, le sale exitosa en el Mountain Bike, lo veremos en el ciclo-cross, y quien sabe si será uno de esos ciclistas a los que citen en las más importantes pruebas del mundo, con un fijo de salida realmente apetecible. Seleccionará sus pruebas más detenidamente y posiblemente el reinado de David Seco toque a su fin. Además, nada mejor que hacerlo en un Campeonato de España en Cataluña, si es que finalmente no les roban la cartera desde Castilla y León. Con una vuelta más, José Antonio Hermida se hubiese clasificado entre los trece primeros ciclistas de la competición.

Unai Yus fue el segundo de los clasificados nacionales con su 33ª plaza y finalizó la prueba donde previsiblemente lo iba a hacer. Hizo una carrera regular y paulatinamente se fue encontrando mejor según iban transcurriendo las vueltas. Ni contento ni triste se mostraba el ciclista, puesto que ni podía dar más, ni su resultado fue como para sacar pecho. Ciclista que debe reflexionar sobre lo realizado este año y enmendar muchas de las cosas que no han posibilitado que diese todo lo que se esperaba de él.

Isaac Suárez fue el tercero de los clasificados y, víctima de los problemas mecánicos, era el que peor cara mostraba al finalizar la carrera. Rompió el sillín en la tercera vuelta tras pasar el control y no pudo sentarse durante buena parte de la totalidad del recorrido. Tan incómoda posición pasó factura al ciclista cántabro en el resto de la carrera, pero más fue la tristeza de ver como una opción de conseguir un buen resultado se esfumaba, ya que hasta ese momento rondaba la 20ª posición incluso por delante de Hermida. Finalmente ocupó una inmerecida 41ª plaza.

Y el último de los cuatro representantes fue el doblado Oscar Vázquez, al que otorgaron la 49ª posición. Se le ha hecho larga la campaña, y tras Alcobendas no se la ha visto igual. No estuvo a la altura del resto de los seleccionados.

En definitiva, gran día el vivido en Hooglede-Gits, gran prueba la vista en el día de hoy, y lo que especialmente para nosotros en más importante, se regresa a casa con un buen sabor de boca, cosa que no ocurría desde hace muchos años.

27 de enero de 2007

Hooglede-Gits 2007: Junior

Con un día óptimo para la práctica del ciclo-cross, especialmente comparado con la climatología sufrida en los días precedentes, arrancaron estos Campeonatos del Mundo de Ciclo-Cross con la categoría de los más jóvenes.

La carrera fue disputada e imprevisible hasta el final de la misma. El belga Joeri Adams daba la primera alegría a los numerosos aficionados que presenciaban la carrera alzando los brazos como vencedor. No era el más fuerte de la prueba pero si fue el más inteligente. Primero para neutralizar al checo Polnicky, y luego para batir al norteamericano Summerhill. Lo señalaban como favorito y en un sprint final ha cumplido de forma brillante los pronósticos.

Danny Summerhill, el segundo de los clasificados, había intimidado a los europeos en las últimas semanas, avisando de sus posibilidades de cara a la prueba de hoy. No ha defraudado, pero cuando uno se ve con la medalla de oro colgada al cuello, una de plata le sabe a poco. Seguro que la saboreará con mayor gusto cuando pase el tiempo, puesto que antes de empezar la carrera el ciclista hubiese firmado con los ojos cerrados colgase la medalla de plata. Sin embargo no acabó contento el americano, pero una medalla de un país que no frecuenta regularmente el podium de unos campeonatos del mundo, congratula a todos aquellos que no pertenecemos a ese reducido grupo de países que dominan esta especialidad y copan todas las preseas.

En tercera posición se clasificó Jiri Polnicky posiblemente el corredor más fuerte del día de hoy, pero también el más generoso en derrochar energías. Uno de los favoritos que actuó más con el corazón que con la cabeza y se llevó una recompensa que aunque preciada, sabe a poco tras ver la carrera que realizó.

La cuarta posición de Ramon Sinkeldam ha sido una pequeña decepción para un ciclista llamado a subirse al podium, pero con tan estrecho margen, uno puede acabar segundo como Sammerhill o cuarto como Sinkeldam, dependiendo como encare los últimos metros de la competición. Sinceramente, no se le ha visto merecedor de más premio, a tenor del desarrollo de la prueba.

El alemán Ole Quast en quinta posición, Arnaud Jouffroy en sexta posición y Alessandro Calderan en séptima posición han sido los ciclistas que junto a los anteriormente mencionados han protagonizado la carrera, formando el grupo de elegidos para el triunfo. El italiano Calderan ha desechado buena parte de sus opciones finales en una arriesgada apuesta al atacar en los primeros compases de la prueba. Ese suicido deportivo ha hipotecado sus opciones finales, puesto que con la séptima posición final y sin el desgaste del principio, bien podía haber estado más delante.

El galo Jouffroy, que es debutante en la categoría, ha sido el mejor de los clasificados de una selección francesa de la que se esperaba más presencia determinante. Las últimas semanas de este ciclista nos hacen señalarlo como una de las referencias de cara a la próxima campaña. Ha realizado una similar prueba a la de Ole Quast, manteniéndose a la expectativa en el grupo, dejando hacer a los favoritos, y cuando la carrera se lanzaba hacia su desenlace, no ha podido dar más de si mismo, viendo como perdía unos segundos en meta con respecto al vencedor.

De los representantes nacionales hemos tenido de todo. El guipuzcoano Garikoitz Bravo ha realizado la carrera esperada, siendo el único que lo ha hecho. Se ha comportado de forma excelente, y sólo los clásicos problemas de aglomeraciones en determinadas partes del circuito le han privado de llevar el ritmo de carrera del que ha hecho gala a lo largo de buena parte de la prueba. Regular, centrado y confiado, ha obtenido la posición 31ª, pero bien podía haber superado a algunos ciclistas y clasificarse entre las 25 primeras posiciones. Ha cumplido con lo esperado y debemos felicitarle por ello.

El segundo de los representantes ha sido Victor Cabedo en la 40ª posición. No muy lejos clasificatoriamente hablando de Garikoitz Bravo, pero si lejos de él en muchos sentidos. Y es que cuando uno acude a un Campeonato del Mundo va a darlo todo, incluido los dientes si es necesario. Podía haber estado más adelante en cuanto a posición y tiempo perdido, pero la realidad es que parecía un “cura con sotana”, con miedo a caerse y resbalarse. Este chico es una locomotora, pero en el ciclo-cross no hay raíles sobre los que circular. Una lástima.

Jon Ander Manjón ha sido la cara negativa de selección puesto que ha deambulado toda la carrera con los rezagados, transitando desde el comienzo con los peores clasificados. Su finalmente 54ª posición lo dice todo. Le ha faltado espíritu, y en citas como la de hoy, no hay que dejarse llevar para simplemente finalizar la prueba. Sabía que iba a partir de los lugares más retrasados, sabía que saliendo de atrás se iba a encontrar cualquier montonera, pero lo conocía de la misma forma que sus compañeros. Se marcha a casa con la sensación de que podía haber dado mucho más, una de las peores sensaciones que uno puede tener tras disputar una cita tan importante a la vez que ilusionante para un ciclista de su edad.

Del último de los componentes de la selección Eduard Recassens poco que decir, ya que no ha finalizado la carrera. Ha entrado en un control de material y al no cambiar de bicicleta lo han expulsado de carrera. Lo triste no es que le hayan descalificado, que en realidad si lo es, lo lamentable es que no conociese la normativa y haya entrado en el control para librase de una montonera. Fiel reflejo del ciclo-cross doméstico que tenemos y así nos va.

22 de enero de 2007

Escrutando la cantera

Si relacionamos el término cantera con el mundo del pedal, evidentemente nos lleva la mirada hacia las categorías que están unos peldaños por debajo de la cúspide ciclista, haciendo referencia a la edad que se sitúa entre la infancia y la adultez.

No ha sido poca la convulsión suscitada en el tejido ciclista vasco relacionado con las categorías inferiores, que la Fundación Ciclista Euskadi haya creado una serie de becas para que ciclistas en edad juvenil, dispongan de toda la cobertura que una estructura como Euskaltel-Euskadi les puede ofrecer para favorecer su desarrollo deportivo.

No hace mucho, se atribuía el propio Josean Fernández “Matxín”, el dudoso honor de ser el precursor de las colaboraciones con jóvenes ciclistas con la intención de encaminarles por el mejor de los caminos hacia la élite del ciclismo. Evidentemente, ese camino pasa inexorablemente por la propia escalinata que ha creado para tal fin, y que se aloja en la estructura que paulatinamente ha ido construyendo.

Los jóvenes ciclistas, al igual que buena parte de los progenitores de éstos, oyen cantos de sirenas con todo lo que tiene que ver con el ciclismo profesional a tan temprana edad. No pueden resistir la persuasión y así vemos a ciclistas del pelotón juvenil como pedalean sobre bicicletas que antes fueron de los profesionales y ahora obran en poder del ciclista de turno sobre el que han fijado las redes para su reclutamiento.

Siendo prácticos, para ambas partes es una relación satisfactoria. Por un lado los padres del ciclista ahorran un buen dinero en gastos disponiendo de una bicicleta de notable calidad y el ciclista a cambio acabará en el equipo amateur de Saunier Duval-Prodir, filial que de un tiempo a esta parte está aglutinando a buena parte de los jóvenes ciclistas que mejores resultados cosecharon en el campo juvenil.

De todas formas, un diálogo a tres bandas no estaría nada mal. No en vano, puede darse el caso de que el equipo juvenil que acoge al ciclista en la campaña previa, haya hecho un desembolso económico para dotar al ciclista de una bicicleta con la que competir y luego vea como la bicicleta no es finalmente utilizada ya que el ciclista en cuestión pedalea sobre la recibida desde el Saunier Duval-Prodir. No es lo habitual, puesto que en la categoría juvenil no abundan precisamente los recursos económicos, pero ha sucedido.

Cabe decir, que esa simple captación, últimamente no está resultando todo lo beneficiosa que parecía en un principio, puesto que en este apartado está aumentando la competitividad y ofrecer una bicicleta está al alcance de más de uno. Con estos antecedentes es muy posible que se de un paso más a la hora de suscitar el deseo de los jóvenes ciclistas y probablemente observaremos como paulatinamente va apareciendo además de la oferta deportiva, la oferta económica. Será cuestión de tiempo.

Saunier Duval-Prodir centra sus esfuerzos en la atracción de talentos de cualquiera que sea su procedencia dentro del mapa de la piel de toro. Sin embargo el equipo Euskaltel-Euskadi sólo se circunscribe a territorio vasco y alrededores por motivos obvios.

La temporada pasada Euskaltel-Euskadi dio el primer paso proponiendo una serie de becas a los ciclistas juveniles de segundo año que a su juicio más destacaban dentro del panorama ciclista. Poco tiempo después se ampliaría a ciclistas de primer año por la sencilla razón de que un ciclista vasco lograba la segunda posición en el Campeonato de España en su debut en la categoría. Había que moverse rápido, puesto que conjuntos como Saunier Duval-Prodir pone su vista en cualquier ciclista de calidad independientemente de cual sea su procedencia.

Hasta ahí nada nuevo. Los recursos que para tal efecto dispone Euskaltel-Euskadi al servicio de los jóvenes ciclistas para facilitar su formación. Ciclismo que no cuesta dinero a los padres y además con la calidad de lo profesional.

Pero quienes se las prometían felices ven como se trunca lo imaginado en la reunión en la que se presentan los compromisos y las contraprestaciones de las becas que otorga la Fundación Ciclista Euskadi.

Hay una diferencia entre Saunier Duval-Prodir y Euskaltel-Euskadi. Mientras el equipo cántabro tiene en el campo amateur un peldaño firme y claro dentro de la escalera que ha creado para que gradualmente los ciclistas lleguen a la élite, Euskaltel-Euskadi no tiene un conjunto filial en la categoría amateur. En buen criterio, todos los conjuntos que aglutinan corredores susceptibles de algún día llegar al profesionalismo se deberían entender como filiales, y el establecimiento de relaciones cordiales con cada uno de los equipos y la Fundación Ciclista Euskadi debería ser el primer paso indispensable para que a partir de este punto de partida se puedan construir unas bases sólidas para una futura cantera.

Así de este modo muchos de los ciclistas a los que habían ofrecido la posibilidad de beca se decantaron por diferentes equipos de categoría amateur de entre las posibilidades que tuvieron de elegir en su momento. Sin embargo, sorprendentemente, desde la Fundación Ciclista Euskadi se recomendaba la pertenencia a dos conjuntos por los que la mayoría de los ciclistas no se había decantado. Más tarde el grupo se amplió, pero la primera disyuntiva se había creado: ¿fichar por el equipo recomendado o fichar por el equipo deseado?. Hubo decisiones para todos los gustos, incluso como la del ciclista que sin conocer prácticamente nada del equipo en el que se iba a integrar, tuvo que desestimar la propuesta del equipo al que verdaderamente deseaba pertenecer hipnotizado por todo aquello que lleva detrás el sello de Euskaltel-Euskadi.

Al mandamás de la Fundación Ciclista Euskadi le sentó mal que sus dictados fuesen rebatidos, además con claridad y coherencia, y que la mayor parte de los ciclistas tomara un camino que él no había marcado. Faltó transparencia de intenciones ya que para muchos fue totalmente sorpresiva la necesaria incorporación a determinados conjuntos.

Mayor estupor causó leer las cláusulas abusivas de disposición del ciclista y penalización por incumplimiento del acuerdo que debía acatar el interesado. Y sinceramente la contraprestación que podía antojarse interesante cuando un ciclista está en edad juvenil, deja de serlo en la categoría amateur, por la sencilla razón de que los más potentes conjuntos de la categoría ofrecen tanto o más que lo que otorga en forma de beca la Fundación Ciclista Euskadi.

La actuación y la actitud de la Fundación Ciclista Euskadi me recuerda al régimen político que se dio en el s. XVIII, que recibía el nombre de despotismo ilustrado. Si alguien no lo recuerda de los libros de texto le refresco la memoria. El despotismo ilustrado se podía definir, como “la utilización de la ideología ilustrada por parte de leyes absolutas para mantener su absolutismo”. La ilustración era por entonces un pensamiento crítico y reformista. Los reyes absolutos en el s. XVIII toman de la ilustración aquello que les conviene. Se producen una serie de reformas positivas pero se rechaza algo fundamental en la ilustración como es la libertad política. Todo para el pueblo pero sin el pueblo era el lema del despotismo ilustrado.

Hoy en día es más fácil acceder al profesionalismo que nunca, especialmente para el ciclista vasco. La demanda de ciclistas sigue siendo la misma, manteniéndose prácticamente el mismo número de conjuntos, aunque vayan desapareciendo unos y apareciendo otros. Sin embargo hay una menor oferta, puesto que los pelotones son cada vez menos numerosos y los ciclistas han decaído en número de forma significativa. Ya no hay corredores que no pudieron demostrar su valía por falta de oportunidades, así que independientemente de la pertenencia o no a la Fundación Ciclista Euskadi, el ciclista con talento para este deporte y que encauce correctamente su carrera deportiva será profesional. Sin ir más lejos, hoy en día se sube al profesionalismo en Euskadi a ciclistas que ni tan siquiera han frecuentado los puestos de honor, cosa impensable hace una década.

Tengo la sensación que los rectores de la Fundación Ciclista Euskadi piensan que todo aquello que provenga de la más alta cúspide ciclista del territorio vasco debe ser acatado, como si la voz que sale de tan rutilante altar fuese la única válida y en posesión de la verdad. Como si la música que en cada momento interpreten sea el son al que todos deben bailar.

No hay una apuesta seria en la que la Fundación Ciclista Euskadi se implique con la cantera vasca ofreciendo a los ciclistas algo más que camelos. Así de esta forma, el equipo Euskaltel-Euskadi ve como otros conjuntos que están pendientes de cualquier figura en ciernes se llevan e integran en sus propios conjuntos a ciclistas vascos, con el perjuicio que esto supone para un equipo como Euskaltel-Euskadi que únicamente se nutre de ciclistas de tal procedencia geográfica.

Claro, cuando se produce tal "afrenta", uno observa como despotrican contra quienes han posibilitado que eso ocurra, como si la llamada de Euskaltel-Euskadi para un ciclista vasco pudiese suponer dejar absolutamente todo con tal de vestir de naranja. Pero si desea uno ser profesional de la bicicleta y progresar en este deporte debe elegir aquello que en su opinión o en la de los mentores que le aconsejan, más beneficioso pueda ser para conseguir lo propuesto, y como en el horizonte hay más equipos que Euskaltel-Euskadi, asistimos a una lógica fuga de talentos.

También hay miedo. Miedo a ir en contra del poder establecido puesto que puede suponer el germen de la enemistad y una importante puerta cerrada al profesionalismo por la tozudez del dueño de la llave. Hemos asistido a episodios de este tipo anualmente en los últimos tiempos, hasta el punto que incluso desde la empresa de telefonía que patrocina el equipo se ha tenido que llamar al orden para evitar que desde el equipo se hiciese caso omiso al fichaje del que en su tiempo estaba considerada como la perla de la cantera vasca y que curiosamente en esta temporada ya no formará parte del equipo.

En definitiva que empezamos el año con el convulso panorama ciclista juvenil y amateur, en la que el objetivo de la Fundación Ciclista Euskadi no se ha cumplido de la manera deseada, puesto que no están adheridos todos los ciclistas en teoría que más han destacado en la categoría juvenil y que la Fundación Ciclista Euskadi pretendía que formasen parte de su iniciativa. Veremos como evoluciona ese proyecto de cantera, puesto que de continuar así no llegará a buen puerto.

Fotografía: Fundación Euskadi

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21 de enero de 2007

Arnaud Labbe sin problemas en Ispaster

El calendario nacional de ciclo-cross llega a su fin, aunque para muchos ya había llegado tras la disputaba de los Campeonatos de España. La prueba de Ispaster (Vizcaya) viene a cerrar la temporada, pero aunque esté la última en el calendario no es por ello menos importante, más bien todo lo contrario.

En el día de ayer, en una prueba que se estrenaba en el calendario, concretamente la carrera de Iraeta (Guipúzcoa) venció Unai Yus. No dio muestras de realizar un esfuerzo que pudiese pasarle factura en la importante cita de Ispaster del día siguiente. El ciclista iba relativamente relajado y sólo apretó un poco el acelerador en los instantes finales, cuando se decidía la carrera. De esta forma, José Antonio Garrido no le privó de alzar los brazos después de mucho tiempo.

Este antecedente viene a colación de que era Unai Yus junto a Javier Ruíz de Larrínaga y Santiago Armero quienes en principio estaban llamados a dar salsa a la carrera de Ispaster. Y es que en esta prueba ficticiamente se jugaban los tres ciclistas un puesto para los Campeonatos del Mundo de Hooglede-Gits (Bélgica). La reglamentación UCI para este tipo de eventos marca un límite en el tiempo para la inscripción, el cual finalizaba el pasado viernes día 19, con lo cual la selección estaba hecha independientemente de lo que sucediese en Ispaster. De todas formas hay que decir, que si las proclamas eran para dar ambiente a la prueba, les perdonamos la mentira, ya que el duelo mantenido entre Unai Yus y Javier Ruíz de Larrínaga ha sido de lo más emocionante del día y lo que más interesadamente han seguido los espectadores.

No quiero pasar por alto un dato, especialmente dirigido a aquellos que se quejan de que desde los estamentos federativos no hacen nada para que los ciclistas nacionales disputen pruebas internacionales en el extranjero. Sólo la mitad de los ciclistas que finalizaron entre los diez primeros tanto en categoría Elite como en la Sub´23 en los Campeonatos de España de Alcobendas han participado en Ispaster. ¿Cómo es posible que los aficionados y los propios protagonistas demanden salidas al ciclo-cross internacional si cuando las tienen a la puerta de casa no acuden? Seguro que habrá decenas de excusas para los no presentes, pero no hay cosa más lamentable que dar a los federativos motivos para no gastar ni un euro en sacar a los ciclistas a correr más allá de nuestras fronteras. Pero como no deben pagar justos por pecadores, fijémonos en esa otra mitad que si estuvo presente y que está donde tiene que estar.

La prueba era internacional de esas que dan puntos UCI. Si puntos UCI, eso que sirve para marcar el orden en las salidas de las pruebas internacionales, que quizá los ciclistas nacionales no conozcan puesto que luego se extrañan de que siempre salen los últimos y no pueden optar a nada.

En Ispaster había un ramillete numeroso de ciclistas extranjeros, elegidos con buen criterio, puesto que muchos de ellos tienen un nivel no muy distante del que poseen nuestros mejores ciclistas. El circuito era el clásico de la localidad que ya va por la decimoctava ocasión que ve como se organiza el evento ciclista.

El tiempo ha respetado a los ciclistas en la gris mañana, pero el terreno no estaba en la mejor de las condiciones posible. El circuito de Ispaster es uno de los más ingratos en los que disputar una prueba, aunque bien es cierto, que con el paso de los años, paulatinamente se ha ido suavizando. La realidad nos dice que su irregular suelo y las muy mal diseñadas bajadas del circuito aumentan significativamente las probabilidades de percance entre los diferentes ciclistas.

Con tales antecedentes como escenario, no han sido pocas las ocasiones en las que hemos visto a ciclistas rodar por el barro. Espero que para la próxima edición el concepto de peralte de una curva esté presente en la cabeza de la persona que diseñe el circuito. No es tan complicado trazar las dos bajadas y sus respectivas curvas de una forma coherente. Si esto no sucede así, ya les voy sugiriendo a los espectadores que lleven una videograbadora a la prueba. Seguramente puedan hacer dinero enviando, a cualquiera de los programas de televisión que muestran los dudosamente cómicos accidentes de terceras personas, las imágenes captadas.

La carrera, a ciencia cierta, no tuvo mucha historia. Un Isaac Suárez en vanguardia desde la salida para ser posteriormente alcanzado por Arnaud Labbe. Ambos rodaron juntos hasta que el francés de Bouygues Telecom puso tierra de por medio pedaleando solidamente hasta alcanzar un cómodo triunfo. Así que desde el primer tercio de la prueba, cuando se cubría la tercera de las vueltas, la carrera perdió la emoción de la lucha por la victoria. Por detrás quedó Isaac Suárez que tras la fuga de Labbe tuvo que medirse con el eslovaco Milan Barenyi, al que dio oportuna réplica. Con este viejo conocido suyo si pudo en todo momento.

En tierra de nadie transitaba Maros Kovac, otro de los ciclistas venidos desde Eslovaquia y tras éste se veía la batalla más interesante de cuentas deparó la carrera, la lucha por el quinto puesto. En primer lugar, por ser cuatro los ciclistas que se veían con posibilidades y rodaban prácticamente juntos, y en segundo lugar por el poco entusiasmo que despierta Isaac Suárez entre los aficionados, quizá por ser habitual rival de David Seco, un ciclista el cual se siente en Ispaster como en casa. Quizá ver como el cántabro era incapaz en el día de hoy de luchar por el triunfo no suscitaba palabras de ánimo entre los espectadores hacia su persona, pero independientemente de cual sea el motivo, este ciclista cántabro no llega al corazón de los aficionados en plazas como en la que se disputaba la carrera.

El cuarteto en cuestión estaba formado por Unai Yus, Javier Ruiz de Larrínaga y los eslovacos Robert Glazja y Robert Gavenda. A Yus se le fue el tren de la carrera por una mala salida puesto que cuando logró alcanzar los puestos de cabeza, los ciclistas que finalmente ocuparían los cajones del podium ya habían roto la carrera. Posiblemente hubiese tenido posibilidad de luchar por algo más pero le costó entrar en carrera.

La constante alternancia en las posiciones de este cuarteto fue de lo más entretenido del día. Pero la verdad es que esa alternancia no era por méritos de los ciclistas, sino más bien lo contrario, ya que en muchas ocasiones el grupo variaba las posiciones por caídas y enganchones con la malla protectora en las partes conflictivas del circuito. Con el público pendiente de si alguno de los ciclistas erraba y daba con sus huesos en el suelo, lo que posibilitaba que los rivales tomasen ventaja o perdieran la misma, fueron pasando las vueltas.

Robert Gavenda, la joven esperanza eslovaca en lo que al ciclo-cross se refiere, acabó desapareciendo del grupo en los últimos compases de la prueba, incluso superado finalmente por el gallego Oscar Vázquez que en una carrera de menos a más acabó en una meritoria octava plaza.

Que es nuevo en el ciclo-cross Javier Ruíz de Larrinaga es obvio y más cuando se le ve competir. Con un pedalear ágil que transmite buenas sensaciones, ve como en los lugares donde sólo el pedalear no sirve aparece su enorme talón de Aquiles. Buenos segundos se dejaba en las bajadas por miedo a caerse y otros tantos cuando la bicicleta era cargada sobre su hombro.

De esta circunstancia se aprovechó Yus, que sin hacer más meritos de los necesarios e incluso sorprendentemente improvisando en cada vuelta la forma de afrontar los diferentes tramos, bien unas veces sobre la bicicleta y en otras ocasiones cargando con ella, resultó vencedor del duelo. Si la mayor parte de las veces, Javier Ruíz de Larrinaga le daba alcance por pequeñas caídas del ciclista que viste los colores de Aidazu-BH, fue en el mismo lugar donde ocurrían la mayoría de estos percances, donde por el mismo motivo Ruíz de Larrinaga perdió la estela de Unai Yus de forma definitiva.

Robert Glazja, convidado de piedra de este duelo alavés, batió con facilidad en el sprint a Unai Yus y puedo alzarse finalmente con el quinto puesto. Tras Yus entraba Ruíz de Larrínaga con una diferencia próxima al medio minuto ocupando la séptima posición.

La décima plaza la cerró el francés Loic Herbreteau que superó por escaso margen a Erlantz Uriarte. El ciclista vizcaíno estuvo más en la línea de lo que se espera de él tras el estripitoso fracaso de Alcobendas y estuvo entonado en la primera parte de la prueba. Santiago Armero ocupó la duodécima plaza, en una desilusionante actuación del ciclista del que se esperaba más tras su actuación en Alcobendas. No en vano lo emparedaron los ciclistas Sub´23, ya que si por delante quedó Uriarte, tras él apareció Mauro González que ofreció una buena imagen durante la primera media hora de carrera.

El ciclo-cross toca a su fin por este año. Queda la guinda de la temporada, que es la cita mundialista. Allí estaremos, si hay conexión a Internet, comentando lo que suceda en territorio belga.

Fotografía realizada por Bruno Bade

17 de enero de 2007

Lozano prolonga su reinado

La prueba para ciclistas de categoría Sub´23 era la que más atención suscitaba de las disputadas en la primera jornada de estos Campeonatos de España de Ciclo-Cross.

Pocos ciclistas señalados para conseguir las medallas pero todos con opciones, hacía que la incertidumbre y el nerviosismo se palpase desde la misma línea de salida. Así de esta manera, el locutor oficial del evento, el navarro Juan Mª Guajardo, en un papel que no le correspondía, se disponía a dar la salida con una cuenta atrás numérica iniciada desde el cinco, y cuando iba por el número dos ya habían salido todos los ciclistas. Guajardo me parece un excelente “speaker”, pero con las diferentes equivocaciones que tuvo a lo largo de los campeonatos, una actitud protagonista infundada, y acciones que no son de su competencia, no me dejó una buena sensación. Debe limitarse a su cometido, que lo hace muy bien.

Así de esta forma, con los ciclistas ya en carrera los favoritos alcanzaban pronto la cabeza y se adivinaba la carrera esperada. Con un Erlantz Uriarte liderando la prueba, el gallego Mauro González, el catalán David Lozano, junto con el madrileño Hugo Rus y los compañeros de selección de Uriarte, Gorka Izagirre y Ander Gómez habían abierto un hueco desde los primeros compases de la prueba, y entre ellos se disputarían las medallas.

En este primer tercio de carrera, en uno de los pasos por el tramo artificial de arena donde los ciclistas enfilaban la línea de meta, al transitar en grupo, hubo un pequeño incidente, en el cual la bicicleta del madrileño Hugo Rus quedó enganchada con la ropa del guipuzcoano Gorka Izagirre, protagonizando la escena cómica de estos campeonatos, puesto que al tirar el madrileño de su bicicleta para poder continuar, rompió involuntariamente la vestimenta del ciclista de Euskadi, dejando al descubierto prácticamente la totalidad del trasero de este ciclista.

Estos momentos de carrera a la postre resultaron fundamentales. Se rompía el compacto grupo, con la perdida de unos importantes segundos por parte de Hugo Rus, que ya no volvería a alcanzar la cabeza de la prueba echando por tierra las posibilidades de Madrid por alcanzar una medalla dentro de las pruebas importantes. Y especialmente instantes después era David Lozano quien se despegaba de sus rivales y ponía tierra de por medio. El joven ciclista catalán iba hasta entonces muy bien situado en el grupo, incluso dando la sensación de ir más cómodo que ninguno de sus rivales. Cuando decidió ir en solitario a la conquista del Campeonato de España dio una lección a todos los presentes. Transitaba plácidamente, alegre y sin síntoma de merma en sus rendimiento, era un placer verle rodar.

En el otro lado de la balanza, vivimos la peor de las caras de Erlantz Uriarte, la de la apatía. Partir con la vitola de favorito no significa necesariamente que deba ser el ganador, sino que tiene más posibilidades que otros por lo realizado hasta la fecha. Pero el restos de rivales también tienen esa posibilidad, aunque sea en menor grado. El ciclista se desconectó de carrera por voluntad propia y fue paulatinamente perdiendo posiciones para finalizar en la octava plaza. Decepcionó el ciclista de Igorre, más que por su inesperado resultado, por su actitud a lo largo de carrera. Su padre, que vivía nervioso la prueba, vio como su consentido hijo ya no tenía posibilidad alguna mediada la carrera, a pesar de transitar en las posiciones con opciones a medalla. Nadie mejor que un padre para conocer a su propio vástago.

Quién sorpresivamente llegó al grupo de perseguidores como una exhalación fue el catalán Alex Izquierdo realizando una soberbia carrera de menos a más. Causó una gratísima impresión, y hubiese sido el propietario de la medalla de plata de no haberse caído en una zona aparentemente sin complicaciones, impactando contra la hierba del circuito cuando rodaba a gran velocidad. Esto le hizo perder unos importantes segundos y a la postre las medallas, puesto que finalizó en una inmerecida cuarta plaza. Este ciclista, exceptuando a David Lozano, fue el más fuerte de la carrera.

Así que a falta de una vuelta y con David Lozano como seguro ganador, llegaban a jugarse las dos medallas restantes, un generoso Mauro González, el ciclista que durante más tiempo ocupó la segunda plaza en un infructuoso intento de dar caza a David Lozano, y un agazapado Ander Gómez, que dejando hacer a los diferentes protagonistas de la carrera se mantuvo en todo momento en el grupo de aspirantes, siendo el ciclista que menos había dado la cara hasta el momento. El vizcaíno había jugado sus cartas reservándose de tal forma que cuando llegó la recta de meta conquistó la medalla de plata relegando a González a la tercera posición.

Por detrás un ensangrentado Alex Izquierdo aparecía en cuarta posición, y más tarde el local Hugo Rus. Segundos más tarde Gorka Izagirre en la sexta posición, y más tiempo hubo que esperar para recibir con aplausos a José Manuel Alonso que cuajó una notable actuación, Erlantz Uriarte, Pedro Usabiaga y Adrían Sáez de Arregi que fueron los ciclistas que completaron las diez primeras posiciones en este Campeonato de España.

En conclusión, otro catalán que brillantemente se alzó con el Campeonato de España, prolongando sus éxitos, puesto que en Ribadumia´06 también fue campeón de España, aunque en esta ocasión en la categoría Junior, puesto que en esta edición debutaba en la Sub´23 y no lo pudo hacer de mejor forma.

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16 de enero de 2007

Hermida impuso su ley


El Campeonato de España de Alcobendas 2007 pasará a la historia por ser aquel donde la satisfacción por esta modalidad ciclista estaba presente en la práctica totalidad de las personas allí congregadas.

La victoria en la categoría elite fue a parar a manos de José Antonio Hermida, vencedor del pulso mantenido con Isaac Suárez a lo largo de la prueba. Hay quien habla de sorpresa en la victoria del catalán, pero que nadie se lleve a engaño, puesto que el talento ciclista de este corredor es indudable.

Pero hay un detalle importante para hablar de los resultados que se dieron en prácticamente todas las categorías, y ese detalle fue el circuito donde se disputó la carrera. Lo que en un principio habían anunciado para ciclistas venidos desde la carretera, bien hubiese sido cierto, de no haber marcado la organización el circuito de tal forma que sinuosas subidas y bajadas en las laderas del parque donde estaba enclavado el recorrido demostrasen que no era así.

Y es que el circuito favorecía a las ciclistas llegados desde el mountain bike en lugar de a los llegados desde la ruta. Así a Cataluña, con un perfil de ciclistas de ciclo-cross llegados desde las ruedas gordas, podríamos coronarla como gran triunfadora de estos campeonatos de España por delante de Euskadi, cuyos ciclistas en su mayoría guardan un procedencia rutera.

¿Pero que circunstancia técnica nos dice que esto era así? Es curioso, la mayor parte de los ciclistas hablaban de que era un circuito técnico, pero no iban mucho más allá para explicar a que se refieren cuando utilizan el socorrido término. Si alguna vez oyen que algún ciclista o persona relacionada con el ciclo-cross emplea para definir un circuito la palabra "técnico", indaguen preguntándole a la persona en cuestión a que aluden con esa palabra y qué es exactamente lo que quieren decir. La respuesta siempre será interesante, puesto que tendrán la posibilidad de por un lado conocer un poco más de este deporte y profundizar en el aprendizaje de la especialidad o bien le servirá para destapar que la persona en cuestión, utiliza una palabra sin saber lo que dice.

El ciclista que practica mountain bike tiene una característica realmente favorecedora para algunas de las disciplinas en las que habitualmente se embarca. Su especialidad ciclista le obliga a adaptar su cuerpo sobre su bicicleta de tal forma que el equilibrio y la tracción sean las más óptimas. Esa habilidad los convierte en los ciclistas que mayor rendimiento y efectividad obtienen por cada pedalada que dan, y tal facultad ha hecho posible que ciclistas que parten desde el mountain bike hacia el ciclismo en ruta, se muestren como grandes ciclistas cuando la carretera discurre entre las más altas cumbres, como ejemplo de ello son Michael Rasmussen y Cadel Evans.

En el circuito de Alcobendas esta circunstancia se antojaba fundamental por el revirado trazado de buena parte del circuito, y por la complejidad que a estas zonas añadía un deslizante piso que había perdido su hierba con el continuo pasar de los ciclistas. A esto se sumaba la circunstancia de que el sinuoso trazado no se limitara a eso, sino que pasase de descenso a ascenso en pocos metros, acentuando notablemente lo anteriormente comentado.

El componente del estado físico también era importante, puesto que el arrancar y parar era constante y hacía mella en los ciclistas, no pudiendo estos mantener un ritmo constante que hubiese favorecido los intereses de los ciclistas de ruta.

José Antonio Hermida no partía en los primeros puestos de la parrilla de salida por su escasa participación en pruebas de Ciclo-Cross a lo largo de la temporada, ya que era su cuarta prueba. Sin embargo en la primera de las vueltas pasaba únicamente con diez segundos de retraso con respecto a un trío liderado por Suárez, Vázquez y Ortiz. En la primera vuelta ya habían perdido todas sus opciones de meterse entre los diez primeros clasificados dos clásicos imprescindibles de la especialidad como Carnicer (16º) y Prieto (28º), cuyos percances en el primero de los giros los confinó destacadamente a los últimos lugares, haciendo gala de un tesón y un saber estar remontando a lo largo de la carrera, del que muchos jóvenes deberían tomar buena nota.

Las primeras vueltas llevaban el sello de la incertidumbre, con un buen número de ciclistas en un intervalo corto de tiempo, y con un José Antonio Hermida que iba accediendo velozmente a los puestos de cabeza según iba transcurriendo la carrera, para ser en el tercero de los giros, cuando alcanzó el liderato. Continuó en la cuarta vuelta con el mismo pedalear que lo había llevado a tan privilegiada posición, llevándose únicamente a rueda a Isaac Suárez, y abriendo hueco con el resto.

Con un Hermida liderando la prueba y con el cántabro Suárez soldado a su rueda se desarrolló el resto de la carrera. José Antonio Hermida tomaba como si del peralte de un velódromo se tratase, las sinuosas y complicadas curvas, haciendo que su bicicleta tomase unos metros de ventaja con respecto a la de Isaac Suárez, pero buena parte de lo conseguido se iba en las rectas del recorrido, puesto que ahí Suárez imprimía velocidad a su bicicleta, y especialmente también en la zona de escaleras, donde la verdad sea dicha, Hermida no las superaba con facilidad, siendo el más lento de los ciclistas de cabeza en este complicado tramo.

Hermida llevaba un interesante ritmo, dando la cara en todo momento y llevando completamente el peso de la carrera. Pero Isaac Suárez estuvo muy bien a lo largo de la competición. Pegado magníficamente a su rueda, cuando en cada momento daba la sensación que Hermida tomaba unos metros y se marchaba, ahí estaba el cántabro para volver a situarse a la estela del catalán, incluso en los tramos sin complicaciones, dando la sensación de que iba cómodo.

La carrera del dúo cabecero fue de muchos quilates, puesto que a diferencia de lo que ocurre en Europa, no estamos acostumbrados a ver a dos ciclistas ir conjuntamente hasta el final de la prueba. Sin ir más lejos, el ciclismo que estamos más acostumbrados a ver es el de los ciclistas que se jugaban la medalla de bronce. Ataques constantes perpetrados por cualquier ciclista que en un momento dado de la prueba se crecía antes sus rivales. Impacientes y dejándose llevar por el corazón diferentes ciclistas fueron apropiándose momentáneamente de la medalla de bronce en las diferentes fases de las prueba.

Este cuarteto que luchaba por una medalla de bronce estaba integrado por Antonio Ortiz, Santiago Armero, Unai Yus y Oscar Vázquez, a los que en el último tercio de la prueba se les unió Javier Ruiz de Larrínaga, un ciclista que si es capaz de movilizar a tal número de aficionados, tan ruidosos como coloristas y simpáticos, algo bueno tiene que tener. También a este ciclista la salida le perjudicó, pero le costó mucho acceder a la cabeza de carrera y se pasó restando lentamente segundos en cada paso por meta hasta que por fin fue capaz de dar alcance al grupo que luchó por la medalla de bronce.

Quién tras pertenecer a este grupo en las primeras vueltas fue paulatinamente perdiendo posiciones vuelta tras vuelta fue un desdibujado José Antonio Diez-Arriola, que yendo a menos vuelta tras vuelta sólo pudo clasificarse en 13ª posición.

En la lucha por la medalla de bronce, vimos como un soberbio Antonio Ortiz pujaba por ella con descaro en un primer momento, luego como tomaba el testigo Unai Yus pero quien más tiempo estuvo con la medalla virtualmente colgada al cuello fue Santiago Armero, que a buen seguro acabó con un sabor agridulce la prueba. Satisfacción por un lado, ya que por fin realizaba un buen Campeonato de España en el que siempre se estrellaba a pesar de acudir anualmente con opciones para alcanzar las posiciones de privilegio y amargura por finalizar en la cuarta plaza cuando, vista la prueba, bien pudiese haber estado en el podium de vencedores con la medalla de bronce colgada al cuello.

Ruiz de Larrínaga fue escalando posiciones, pero una vez que optaba con todas las de la ley a medalla, y con más opciones que otros puesto que venir desde atrás remontando da ese plus que no tiene el que se ve superado, perdió sus opciones en la última vuelta, clasificándose en la séptima plaza, que no fue recompensa suficiente para un ciclista que merecía mejor premio por la carrera realizada.

Vázquez elevó su ritmo en las dos últimas vueltas y esto le sirvió para abrir hueco y hacerse con la medalla de bronce. Premio al más paciente de los perseguidores y al que mejor supo leer la carrera. Dejaba hacer al que impulsivamente atacaba y con cabeza acababa tarde o temprano dándole caza.

Ortiz se mostró batallador en la prueba, y en la misma recta de meta perdió la cuarta plaza quedándose con la quinta posición final. Durante la carrera, el andaluz hubiese necesitado una buena dosis de templanza, puesto que las ganas le podían, y tan pronto transitaba con unos segundos de ventaja con respecto al grupo de ciclistas que luchaba por la medalla de bronce, como estaba confinado al último de los lugares de este grupo. Ortiz debe tomar buena de esta temporada, puesto que con una mayor implicación en el ciclo-cross y la experiencia cosechada durante este tiempo, tiene por delante un crecimiento en esta especialidad como la de pocos dentro de esta disciplina.

Quien también se vio superado en los últimos metros, quedándose con la sexta plaza final fue Unai Yus. No ha sido la temporada que imaginaba ya que acaba de forma bien distinta a la que empezó. No hizo una mala prueba, pero en el ciclo-cross nacional de hoy en día se pide algo más, y el que se despista o no está centrado, en este plano de igualdad existente, es superado por los que vienen por detrás.

¿Y la lucha por el Campeonato de España? El duelo continuaba con los dos protagonistas durante prácticamente toda la carrera juntos. Un Hermida liderando la prueba en todo momento y un Suárez solidamente acoplado a su rueda.

El catalán llevaba un ritmo que le convenía. Lo suficientemente rápido como para mantener a distancia al resto de rivales y a su vez no permitir el descanso del ciclista que rodaba junto a él. Parecía que en cualquier momento se podía despegar, pero el cántabro respondía con suficiencia. El pedalear de Suárez engañaba dando una sensación diferente al compararlo con la viveza que mostraba Hermida en su pedaleo. El cántabro estaba haciendo una carrera brillante y se iba a jugar todo en la última vuelta, en una llegada cuyos últimos metros le favorecían. Pero Hermida también jugaba a ganador. Analizó a su rival y en el lugar donde el catalán era más superior al cántabro, avivó el ritmo, lo que hizo que Isaac Suárez cometiese un error al intentar seguirlo. Error forzado y Hermida puso terreno de por medio. A Isaac se le vino el mundo encima y no pudo llegar al lugar en el que él había determinado jugarse la carrera. En el otro lado, José Antonio Hermida haciendo en la última vuelta la más rápida de todas las que había dado hasta el momento. El pistolero guardaba una bala en la recámara, y en el primero de los disparos acertó de pleno.

Hermida disfrutaba la victoria y Suárez derrotado simplemente se dejaba llevar hasta la meta. Por detrás y para el bronce entraba sólo Vázquez, el más inteligente de los perseguidores, en los que sus otros protagonistas entraban en un pañuelo.

En definitiva un gran Campeonato de España para un gran ciclista, y en el corazón de los aficionados al ciclismo que estuvieron presentes, una especialidad ciclista que los enamoró. Sin lugar a dudas, el gran vencedor de estos campeonatos, por encima de cualquier nombre, fue el del propio Ciclo-Cross.

11 de enero de 2007

Roberto Laiseka cuelga la bicicleta

El 19 de Mayo de 2006, en la duodécima etapa del Giro de Italia, que llevaba desde Livorno hasta Sestri Levante, Roberto Laiseka se fracturaba su rótula derecha. Ese fue el último día en que se puso un dorsal. Su longeva carrera deportiva había finalizado, pero se resistía a ello. Intentó regresar tras meses de recuperación y rehabilitación, pero finalmente el 9 de Enero de 2007 confirmó su retirada del mundo del ciclismo.

Una vida dedicada al deporte del pedal, en la que escribe un punto y aparte. La historia de la Fundación Ciclista Euskadi cierra de esta forma uno de los capítulos más brillantes, escrito con sudor y sangre, por parte de un ciclista tan singular como querido por los aficionados.

Roberto Laiseka Jaio a estas alturas de su vida ya peina canas, siendo el único ciclista que estaba dentro de la Fundación Ciclista Euskadi, o de un tiempo a esta parte, proyecto más conocido como Euskaltel-Euskadi, desde su fundación.

El ciclista vizcaíno vino al mundo un 17 de Junio de 1969 en Gernika. Aunque se crió en Algorta y fue en esta localidad donde dio sus primeras pedaladas contagiado por la afición ciclista que apasionaba a su padre. No se le daba mal este deporte, especialmente cuando la carretera serpenteaba entre montañas.

Vencedor de la prestigiosa Vuelta a Vizcaya en 1990, obtener la victoria en la Bira no le sirvió para acceder al profesionalismo, y no fue hasta 1994 cuando pudo debutar en el campo profesional. Por aquel entonces iniciaba su andadura la Fundación Ciclista Euskadi, equipo que con un presupuesto cercano a los 100 millones de pesetas, y del que aproximadamente una tercera parte la aportaban los socios de este proyecto, posibilitó la entrada al mundo profesional, a una buena parte de la boyante cantera vasca que veía como sus aspiraciones deportivas acababan en la categoría amateur por falta de oportunidades. Roberto Laiseka fue uno de esos ciclistas a los que dio la oportunidad la Fundación Ciclista Euskadi, ya que de otra forma hubiese puesto punto final a su carrera deportiva, sin medirse en el campo profesional.

El ciclista vizcaíno desde al campo amateur de la mano de Miguel Madariaga ha vivido en todos estos años la mutación de este conjunto, que pasó de arrastrar deudas y recoger victorias de las migajas que dejaban otros equipos, a tener contratos millonarios y soñar con ganar el Tour de Francia. Años de toboganes, en los que en un momento se estába en la cúspide y en los meses siguientes se descendía a los infiernos. Sin embargo como buen escalador, Roberto Laiseka siempre se ha mantenido en lo más alto.

Este ciclista guarda un secreto, puesto que uno no se explica como es posible que jamás se haya dejado querer por el aficionado, siendo incluso esquivo con él, para luego conseguir conquistar el corazón de éstos. Y quizás, en el intento por entender este extraño fenómeno, uno piensa que todo ello sea debido a que encarna el espíritu del ciclista vasco por excelencia, en la antítesis de aquel ciclista al que gusta que señalen como estrella más brillante del firmamento o del ciclista apático e inconsistente en sus resultados, con los que ha compartido equipo y galones. No han sido pocas las ocasiones a pesar de unos más bajos emolumentos, en que haya tenido que ser él, quien salve la imagen del conjunto, con sus pocos triunfos, pero todos ellos importantes y de calidad.

Trabajo y trabajo. Aquí no hay secreto, el que vale, vale y el que no, no. Siempre respondiendo, sin excusarse, hablando donde tenía que hablar y no en los medios de comunicación. Ciclista de casa y de filosofía singular, tanto por el proyecto en el que se embarcó como en su comportamiento. Fiel a un estilo, no salía a entrenar si desde la ventana de su casa veía que estaba lloviendo. No cambió ni un ápice su conducta, ante la aparición de pulsómetros o biomecánicos, aprendiendo a escuchar a su cuerpo para saber que es lo que necesitaba, y con una cabeza que nunca se aturdió por resultados brillantes, puesto que nunca olvidó su condición y el espíritu que le hizo capaz de alcanzar tales logros.

Tozudo como ningún otro, nunca quiso ponerse el casco, fue de lo últimos ciclistas que utilizó la mítica chichonera. Incluso en sus últimos años, en los cambios que se originaron dentro del equipo, nadie se atrevió a cambiar su rutina, era Roberto Laiseka, un corredor a parte, diferente del resto.

Podríamos hablar del triunfo en la 18ª Etapa de la Vuelta a España de 1999, con salida en Guadalajara y final en el Alto de Abantos. Aquel 23 de Septiembre, inauguraba su palmarés, que sólo deslució un desafortunado y maleducado José Mª Jiménez. Su idilio con la Vuelta a España continuó el 5 de Septiembre del año siguiente, con una nueva victoria de etapa en la 10ª, con final en la Estación de Esquí de Ordino Arcalís y su 6ª plaza en la general final de aquella Vuelta a España.

Sin embargo, el momento mágico llegó en el Tour de Francia de 2001. Allí, el 22 de Julio, en la etapa con final en Luz Ardiden, vivió su momento más glorioso. Con una marea humana de aficionados en su mayoría venidos desde Euskadi, levantó los brazos como brillante vencedor. Dos días antes en Ax les Thermes, el colombiano Félix Cárdenas le privó de la victoria, en un Tour de Francia que ha marcado un antes y un después en la historia de la Fundación Ciclista Euskadi.

Sin embargo, su carrera también ha estado marcada por los accidentes, puesto que si uno le ha obligado a bajarse de la bicicleta, no en vano este ciclista estaba llamado a poner punto final a su carrera deportiva cuando le viniese en gana, otro también le hizo vivir momentos dramáticos. Fue en la Vuelta a España del año 2002, donde en la 5ª Etapa que iba desde El Ejido hasta Sierra Nevada, vimos como el vizcaíno sufría una aparatosa caída que hizo que tuviera que ser evacuado al hospital abandonando así la Vuelta a España en la que tanto él como su equipo tenían puestas muchas ilusiones. En el suelo, una cincha que había perdido algún camión se enredó en los radios de su rueda delantera, actuado de freno con su componente metálico, sesgando la horquilla de su bicicleta y catapultando al ciclista hacia el asfalto.

El resultado de la espectacular caída tuvo un balance desolador para el ciclista: la cara rota, el codo partido, pérdida de varias piezas dentales y un labio desgajado. El ciclista conocedor de la aparatosidad de la sangre en su rostro, sólo pensaba en una cosa que repetía una y otra vez: que avisasen a su madre para tranquilizarla. Era lo único que pensaba en aquel momento. Tan sólo era un susto y su madre debía saber que no era nada grave. No era cierto, ya que tuvo que esperar un mes para recibir el alta médica, pero madre no hay más que una y ya sabemos todos como son.

Con su boda en el horizonte, en Noviembre de ese mismo año, sus pensamientos se tradujeron después en la desfigurada imagen que iba a mostrar en el enlace, especialmente en ese álbum de fotos que se guarda para toda la vida. Su cara en aquellos momentos estaba cosida con 42 puntos, y aún se notan en su rostro las secuelas.

Luego llegaron a Euskaltel-Euskadi los aires de grandeza, con dos jóvenes ciclistas luchando por conquistar el Tour de Francia, incluso dejando de lado a Roberto Laiseka. Sin embargo se tornaron en sonoros fracasos los intentos de conquistar Francia, y la enorme inversión no se traducía ni tan siquiera en una mínima presencia, a diferencia de Roberto Laiseka, baluarte y seguro de vida para este equipo, que acudió al rescate del conjunto naranja con su importante triunfo de etapa en la Vuelta a España del año 2005, con final en Cerler.

Se quedó con las ganas de vencer en el Giro de Italia, que quizá pudiese haber logrado una victoria de no mediar caída alguna, y también de vencer en alguna vuelta por etapas de una semana. Pero con lo que se quedará seguramente es con el recuerdo y el cariño del público, ese que lo vio como un ciclista diferente, tenaz, insistente, pertinaz, voluntarioso, terco, obstinado, constante y fiable.

En definitiva, un ciclista especial. De otra época. Eskerrik asko, Roberto.

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10 de enero de 2007

Previo Alcobendas: Elite

La prueba que más expectación está levantando, es evidentemente la reina de los campeonatos, la reservada a la categoría Élite.

Y en primer lugar, una de las notas desgraciadamente destacadas viene en forma de ausencia, la del especialista nacional por excelencia, el laureado David Seco Amundarain. Ganador del Campeonato de España desde el año 2000 hasta el 2006, sólo interrumpido por Unai Yus, en el Campeonato que más deseaba ganar, el disputado en el 2005 en Busturia, volverá a ver como es otro quien obtenga el título.

Con el deseo de participar, los imperativos médicos han sido tan contundentes que el sólo intento de estar presente en Alcobendas, tras la grave lesión sufrida, hubiese sido un acto de irresponsabilidad por parte del ciclista vizcaíno. Pero no es sencillo estar preparando una especialidad cuyas competiciones tienen un periodo tan corto de disputa y tener que perdérselas. No es un jovencito, pues el de Busturia nació un 17 de Marzo de 1973, y pasar una temporada en blanco es complicado de asimilar a estas alturas de carrera deportiva, especialmente tras los últimos años vividos y las esperanzas que depositaba en esta campaña.

Sin Seco en la salida, el testigo debe tomarlo Isaac Suárez Fernández. El ciclista cántabro de Los Corrales de Buelna, está ante la oportunidad de su vida de hacerse con el maillot de Campeón de España. Nacido un 29 de Julio de 1979, es un corredor a la sombra de David Seco, especialmente por su apuesta por el ciclo-cross internacional. Corredor que se desenvuelve mejor en pruebas internacionales que en pruebas nacionales, es capaz cuando los extranjeros son quienes dominan la prueba, de sacar una minutada al resto de compatriotas, y sin embargo tiene dificultades para sacarlos de rueda, cuando lo consigue, si la prueba es estrictamente nacional.

Eso nos viene a decir algo significativo, y es que cuando parte con la vitola de favorito su rendimiento no es todo lo destacado que pudiera ser. Así que de esta forma, ve un mayor número de posibilidades de obtener la victoria, un ciclista como Oscar Vázquez Crespo. El pontevedrés de Vilaboa es el más joven de los ciclistas llamados a disputar el título. El 3 de Febrero de 1982 vino al mundo el estandarte del ciclo-cross gallego. Centrado, regular y comprometido con el ciclo-cross, tiene ante si, la oportunidad de subir un peldaño más ante la ausencia de David Seco. Segundo en Ribadumia la temporada pasada, ha conseguido en este año continuar evolucionando positivamente dentro de la especialidad, de forma diametralmente opuesta a lo que ha sucedido con sus principales competidores. Con más peso dentro del ciclo-cross, se ha convertido en una referencia nacional, y si la medalla de plata de la edición pasada, se fundamentaba en su condición de ciclista local, lo que suceda en Alcobendas, que puede ser tan bueno o mejor para el ciclista que lo sucedido entonces, confirmará su importante presencia dentro del ciclo-cross nacional.

El tercero en discordia para obtener el maillot de Campeón de España, es él único de los ciclistas que esté presente, sabiendo que se siente alzando los brazos victorioso en un Campeonato de España de Ciclo-Cross de la categoría Élite. Fue en la espectacular a la vez que emotiva prueba de Busturia en el año 2005. De Unai Yus Querejeta, nacido un 13 de Febrero de 1973, se esperaba con ansiedad su vinculación total al ciclo-cross, que sin embargo no ha tenido la respuesta en forma de resultados, que se esperaban del ciclista alavés. Alcobendas es el marco ideal para que el ciclista enmiende una temporada que si no es de esta forma, no dejará un buen sabor de boca al ciclista ni al aficionado a este deporte que veía en él un ciclista capacitado para mostrarse a un excelente nivel en el concierto internacional del ciclo-cross.

A partir de aquí un pequeño escalón, en el que la fiabilidad y el número de posibilidades son menores que para los ciclistas anteriormente mencionados. Empezando por José Antonio Diez Arriola. El cántabro de Castro Urdiales, nacido el 13 de Agosto de 1982, es a pesar de su juventud un clásico del ciclo-cross. Con un estilo que desvela su vinculación veraniega a la más peligrosa y espectacular de las disciplinas que se realizan con la bicicleta de montaña, es un ciclista que estará acechando a los ciclistas que disputen las medallas. No está llamado a conquistar ninguna, pero cualquier error de los favoritos, se encontrará con este ciclista cántabro que aprovechará cualquier mínima oportunidad que se le pueda presentar.

Otro ciclista que proviene del Mountain Bike, es el malagueño de Ojén, Antonio Ortiz Barranco. Nacido el 7 de Septiembre de 1977, no estamos habituados a contemplar ciclistas llegados desde Andalucía, a pesar de lo conseguido en la temporada pasada por Rubén Ruzafa, puesto que esa comunidad carece de pruebas para esta especialidad. La vertiente de la bicicleta de montaña que practica Antonio Ortiz es la más tradicional, a diferencia de la que acostumbra a realizar José Antonio Diez, circunstancia que también se observa en el estilo de maniobrar, a pesar de que ambos procedan del ciclismo de las ruedas gordas. Su reciente aparición en el mundo del ciclo-cross, y no profundizar en la técnica de esta especialidad, nos hará ver como es posiblemente el peor de los ciclistas que esté en los puestos delanteros, cuando se cargue la bicicleta al hombro para superar el tramo de escaleras. Detalles como este, hacen que parta con menor número de opciones para alzarse con una medalla en la que se antoja una carrera en que los pequeños detalles son los que llevarán a conquistar grandes resultados. Hay que pensar que posiblemente los diez primeros clasificados se muevan en una diferencia no superior a los dos minutos de diferencia.

Vinculados a la carretera, por ser ciclistas en activo, que intentan seguir siéndolo o que su tiempo con las bicicletas de ruedas finas ya pasó a la historia en contra de sus deseos, se presentan un ramillete de ciclistas comandados por Javier Ruíz de Larrínaga Ibáñez, el ciclista que arrebató el Campeonato de Euskadi a Unai Yus. Nacido el 2 de Noviembre de 1979, el ciclista de Amezaga de Zuya (Álava)ha pertenecido en las dos últimas temporadas a la disciplina del equipo Kaiku. A la espera de poder seguir dentro de algún conjunto profesional para la temporada 2007, enfocó su participación en el ciclo-cross con la intención de que su nombre continuara sonando de forma que posibilitara la aparición de ofertas de continuidad en el ciclismo en ruta. Hasta Febrero no pierde la esperanza de encontrar acomodo, justo hasta la finalización de la campaña de ciclo-cross. Lo que empezó como un aliciente, se fue paulatinamente convirtiendo en algo más que una simple participación, pasando a tornarse en objetivo a partir de la conquista del Campeonato de Euskadi. Fue entonces, cuando vio la posibilidad de alzarse con el título de Campeón de España y la posibilidad de formar parte del equipo que acuda a los mundiales.

Con un excelente golpe de pedal, como el de todos aquellos vinculados a la ruta y que están en el ciclo-cross, puede ser una de las sorpresas de estos campeonatos, aunque a decir verdad, desde la consecución del Campeonato de Euskadi y la intención real de conquistar el Campeonato de España, su progresión en la consecución constante de mejores resultados se ha visto, por uno u otro motivo, frenada.

Las mismas palabras dedicadas a Javier Rúiz de Larrínaga, bien pudieran valer para José Antonio Garrido Lima, ciclista de Ugao-Miraballes (Vizcaya), nacido un 28 de Noviembre de 1975, y que hasta hace bien poco vestía los colores del potente conjunto Quick Step-Innergetic, como fiel escudero de Paolo Bettini. Ahora con los colores de la firma Spiuk, ve fuera del asfalto el lugar donde continuar su carrera deportiva, empezando con el ciclo-cross y continuando con la bicicleta de montaña una vez acabado el periodo invernal. En constante progresión en el ciclo-cross desde el momento en el que retornó después de mucho tiempo, llegará a Alcobendas en el mejor momento de la temporada, aunque bien es cierto, que no ha ocupado la cabeza en ninguna de las pruebas que ha disputado hasta la fecha.

Eladio Sánchez Prado, también, al igual que José Antonio Díez, de la localidad cántabra de Castro Urdiales, es otro de los ciclistas que llega de forma inesperada y en contra de su voluntad al ciclo-cross. Joven nacido el 12 de Julio de 1984, se ha visto perjudicado por la desaparición del equipo dirigido por Manolo Saíz, con el que había debutado en la máxima categoría del ciclismo en ruta. Este joven sabe lo que es coronarse como Campeón de España en ciclo-cross, tal y como sucedió cuando era juvenil en la localidad alavesa de Durana en el año 2002. No había retornado a la especialidad y es ahora, cuando buscando un aliciente para seguir entrenando durante la espera de la tan deseada posibilidad de poder continuar su carrera deportiva en el mundo de las ruedas finas, ha desembarcado en el ciclo-cross. Quizá no es el que más posibilidades guarda de los ciclistas venidos de la ruta, pero el talento de este joven que quizá no pueda desarrollarlo en el ciclismo de carretera, debe ser tenido en cuenta.

Del cuarteto, el único que tiene acomodo seguro en el campo profesional es Julen Zubero Aldekoa, ciclista del Orbea-Laukiz, venido al mundo un 7 de Junio de 1982. Para los profesionales nacionales del ciclismo en ruta, el ciclo-cross acostumbra a ser algo que llega cuando no hay posibilidad de continuar en la carretera o algo secundario que practican por la afición a este deporte y como complemento dentro de una preparación enfocada única y exclusivamente a la carretera. Este último es el caso de Julen Zubero, y por tanto sus posibilidades se reducen por la sencilla razón de que su momento idóneo de forma será alcanzado dentro de unos meses cuando el calendario de ruta se ponga en marcha.

De entre los realmente especialistas subrayar a Santiago Armero Sánchez, el catalán de Sant Boi del Llobregat (Barcelona), entrado ya en la treintena, pues nació un 26 de Mayo de 1975, está a la espera de cuajar por fin una buena actuación en los Campeonatos de España. Icono del ciclo-cross catalán, entra en esta lista por su perseverancia y amor por el ciclo-cross que por unas opciones reales de conseguir un metal en Alcobendas. Su liberación del trabajo durante los meses en los que se disputan las pruebas importantes no ha significado una mejora en sus resultados, y en un circuito como el de Alcobendas, donde para conseguir estar delante al final de la carrera hay que enchufarse a la misma desde sus primeros compases, no lo tendrá fácil. Entonarse desde el pitido inicial es una de sus asignaturas pendientes, puesto que es un corredor que no realiza una primera vuelta de carrera buena, lo que supone un perjuicio para sus posibilidades al final de carrera, y en el Campeonato de España, posiblemente puede volver a sucederle.

Y para el final, el nombre del ciclista más rutilante de cuantos participen: José Antonio Hermida Ramos, ciclista catalán de Puigcerdà (Girona). Nacido un 24 de Agosto de 1978, pertenece a ese reducido grupo de la élite mundial del ciclismo de montaña. Ha debutado este año en el mundo del ciclo-cross, y parece que le ha gustado. No podemos esperar lo mejor de él, puesto que su objetivo es otro muy distinto al ciclo-cross, pero para un ciclista de su clase, la posibilidad de sorprender a los habituales de la especialidad es real. Le falta conocimiento de la especialidad, y la motivación del que tiene este Campeonato de España como objetivo, pero le sobra talento y maneras como para superar a cualquiera de sus rivales. Su aparición en esta especialidad es una de las notas más positivas del año.

Únicamente por ver a este ciclista competir, bien vale el viaje a la localidad madrileña de Alcobendas, pero no sólo nos encontraremos al gran ciclista calatán, sino que a buen seguro tendremos la oportunidad de contemplar los a priori más interesantes Campeonatos de España de Ciclo-Cross que se han celebrado en los últimos tiempos.

9 de enero de 2007

Previo Alcobendas: Sub 23

Los Campeonatos de España de Alcobendas tienen fijada como prueba estrella de la primera jornada, la de la Categoría Sub´23. En el Parque de Andalucía, se darán cita a las cuatro y media de la tarde del sábado día 13 los jóvenes ciclistas de esta complicada categoría.

No es sencillo aglutinar competitividad llegados a esta edad, ya que muchas de las promesas que aparecen en la categoría juvenil, descartan el ciclo-cross al acceder a la categoría amateur, vinculándose fundamentalmente al ciclismo de carretera. Así nos encontramos con un reducido número de ciclistas que están señalados a protagonizar el campeonato, dejando éstos pocas opciones al resto de competidores.

Claro favorito para conseguir el título es el vizcaíno Erlantz Uriarte Okamika. Nacido el 2 de Diciembre de 1987, este corredor procedente de una localidad tan vinculada al ciclo-cross como Igorre, ya sabe lo que es vestirse con el maillot de Campeón de España conseguido en su último año de juvenil en Busturia´05.

Ciclista que ha ido paulatinamente a más a lo largo de la temporada, hasta el punto de superar a los ciclistas de categoría Élite, tal y como sucedió en Elorrio, es el ciclista en el que el aficionado vasco tiene fundadas esperanzas de que algún día pueda tomar el relevo de David Seco. Vinculado al ciclo-cross, especialidad por la que apuesta, es sin lugar a dudas el hombre a batir. Sin ser el circuito de Alcobendas uno de los que mejor se adapte a sus características, veremos al ciclista vizcaíno desde el primer instante de carrera, desplegar su ciclismo enérgico, en el que sin dar tregua a sus rivales, marcará el endiablado ritmo con el gusta de pedalear.

Mauro González Fontán es otro de los ciclistas llamados a colgarse una medalla al cuello. Del mismo año que Erlantz Uriarte, el gallego vino al mundo un 13 de Septiembre de 1987. El ciclista de Ponteareas es la baza gallega de la categoría. Corredor tímido y parco en palabras, es en ocasiones esa personalidad retraída, la que impide al ciclista mostrarse con una mayor personalidad entre sus rivales, que su calidad como ciclista dice poseer. Aún inmaduro y tierno, ira baqueteándose con la experiencia que paulatinamente vaya adquiriendo.

De tal circunstancia puede aprovecharse Hugo Alfonso Rus Martínez. El madrileño nacido un 27 de Mayo de 1986, está ante una magnífica oportunidad para alzarse con el título. Y esa oportunidad y sus posibilidades vienen auspiciadas por su condición de corredor local y ciclista en el que la mayor parte de los aficionados que se den cita, tendrán puestas las esperanzas de lograr la victoria.

Esa dosis extra de motivación, hace que se pueda esperar lo mejor de él, incluso anteponiendo esta circunstancia a que el peso de la responsabilidad pueda mermar su rendimiento. Pero bien es cierto que es un ciclista que no ha preparado de la mejor forma posible la temporada de ciclo-cross, ya que ésta no se reduce simplemente al período en el que se disputarán las pruebas. Comenzó la temporada de mejor forma que la va a acabar, y veremos en Alcobendas hasta donde puede llevarle su ilusión y su ganas.

Es un ciclista en el que están depositadas no sólo las esperanzas locales para este Campeonato de España, sino también la ilusión y la necesidad de dotar al ciclo-cross nacional, de un representante madrileño con personalidad, que año tras año aumenta en número de practicantes, pero que adolece de presencia significativa en los puestos cabeceros.

Ander Gómez Elorriaga será uno de los ciclistas que sigilosamente, y sin que prácticamente nadie lo haya tenido en cuenta, estará en la brega por los puestos de privilegio. Ciclista vizcaíno de Erandio, venido al mundo el primero de Junio de 1987, estará al acecho de los ciclistas que a priori parten con mayores opciones de alzarse con el Campeonato de España. No da por perdida en ningún momento la carrera, aunque se ha mantenido en un segundo plano, eclipsado por otro menudo ciclista vizcaíno, de apellido Uriarte, que centra todas las miradas. También es cierto que los ciclistas en edad Sub´23 no hayan dado la oportuna réplica a los ciclistas de categoría Élite, salvo en contadas ocasiones, ha servido para que los focos no iluminen a estos ciclistas, y sólo aquel que ha logrado el mejor de los resultados, ha sido señalado en los medios. Está visto que es mejor caer en gracia que ser gracioso, pero quizá el no verse en las quinielas pueda favorecer su resultado final.

Otro ciclista vasco, en este caso de Ormaíztegi, Gorka Izagirre Insausti, aglutina muchas de las miradas para alterar los nombres del trío que está llamado a copar las tan deseadas medallas. Nacido un 7 de Octubre de 1987, es de esta generación, posiblemente, el ciclista que más lejos en la especialidad invernal estaba llamado a llegar. Aglutina un fino y elegante golpe de pedal con una técnica notable, y si ha esto le añadimos sus excelentes cualidades para el ciclismo, tenemos el cóctel perfecto para señalarlo como ciclista destinado a dominar la especialidad nacional dentro de no muchos años. Pero desgraciadamente, el fichaje por el equipo Seguros Bilbao, a pesar de que este conjunto hace una notable labor con el ciclo-cross de la que otros conjuntos deberían tomar buena nota, hace que oriente la mayor parte de sus esfuerzos, hacia el ciclismo de carretera.

Y es eso, la vinculación hacia la carretera, lo que priva al ciclo-cross de aquellos ciclistas que mostraban aptitudes para este deporte invernal. La barrera entre la categoría Juvenil y Sub´23 causa estragos en el ciclo-cross nacional.

Gorka Izagirre no llega en la mejor de las disposiciones a este campeonato, pero quien si lo hace, es el barcelonés de Matadepera, David Lozano Riba. Debutante en la categoría Sub´23, nació un 21 de Diciembre de 1988, fue el mejor de los ciclistas de su generación, reforzada tal condición con la conquista del Campeonato de España Juvenil en Ribadumia´06. Se ha adaptado perfectamente a la categoría, realizando un calendario catalán, jalonado de notables actuaciones. Ciclista sin complejos, está capacitado para alzar los brazos victorioso en Alcobendas.

Y por detrás, poco o muy poco margen para la sorpresa. Ciclistas volcados en la carretera, que acuden al ciclo-cross por tradición, pero en el que no depositan sus esfuerzos deportivos en busca del mejor de los resultados.

5 de enero de 2007

Previo Alcobendas: Juveniles

Los ciclistas juveniles participarán en la segunda de las pruebas que se celebren en la mañana del domingo 14 de Enero. En esta temporada podríamos hablar de una generación de mayor calidad que la anterior, ya que no sólo estará caro el hacerse con una medalla, sino también el acercarse a los puestos de privilegio.

En esta categoría los ciclistas a batir vestirán el maillot verde de Euskadi. Sin lugar a dudas, llega la cita madrileña con Jon Ander Manjón Álvarez como principal favorito. Bien plantado sobre la bicicleta, ha sido el dominador de la temporada. Tal dominio, fue cuestionado en los comienzos del mes de Diciembre, pero el ciclista vizcaíno, ha sabido reponerse volviendo a frecuentar el primer lugar del podium en el final del mismo mes, lo que hace suponer que llegará en óptimas condiciones a la cita madrileña. Ya guarda en su casa una medalla de bronce, obtenida en el Campeonato de España celebrado en Busturia el 8 de Enero del 2005, cuando estaba en edad cadete, obteniendo un metal totalmente inesperado. Ahora acude con la vitola de favorito, en una carrera en la que deberá estar muy atento, puesto que el diseño del circuito puede desencadenar una carrera diferente a la habitual, pudiéndose formar grupos, en los que no sólo las condiciones físicas pueden determinar quien es el vencedor final.

Y es ahí, donde puede dejar escapar su favoritismo, puesto que acostumbra a desembarazarse de los rivales en un intento por hacer sólo las carreras, siendo impaciente en muchos casos, provocando un derroche de energías que ante algún corredor con suficiencia para responderle e inteligencia para desenvolverse en carrera, puede acabar pagando.

Ion Izagirre Insausti es otro de los ciclistas vascos que a buen seguro estará en la lucha por el entorchado nacional. Con apellido ilustre en el ciclo-cross nacional, llega a Alcobendas tras obtener una medalla de bronce en Ribadumia en la temporada pasada, cuando era de primer año, y con experiencia mundialista, puesto que días más tarde ocupó una nada destacable 58ª posición final en Zeddam (Holanda). Llama poderosamente la atención, que es un ciclista que en su primer año obtiene una medalla, léase la de plata en Valladolid´04 o la citada de Ribadumia´06, pero que en su segundo año no progresa lo suficiente, como para destacarse lo que en principio anunciaba que podía hacer en el primer año de estancia en las diferentes categorías.

De entre los ciclistas que recibirán el dorsal de favoritos, es el especialista en ciclo-cross por excelencia. Es de esos ciclistas que cuando hay barro dan la sensación que flotan sobre él, tal y como demostró en Igorre, cuando fue el único de los nuestros que presentó un mínimo de batalla ante los ciclistas llegados desde Eslovaquia. Sin embargo, en Alcobendas, no tendrá un circuito que se amolde a sus características y esto puede ir en su contra. Además sus principales rivales tienen más entidad como ciclistas, así que en un final ajustado, y en esta categoría es muy previsible, tenga las de perder.

El otro ciclista de Euskadi que tiene opción seria a medalla es el compañero de equipo de Ion Izagirre, el también guipuzcoano de Caja Rural, Garikoitz Bravo Oiarbide. Prácticamente han hecho una temporada a dúo, ya que habitual ha sido verlos competir juntos y durante buena parte de las pruebas, uno pegado a la rueda del otro. Hasta cuando en ese pedalear al unísono alguno ha fallado, como por ejemplo una caída repentina, el otro no ha dudado en esperar que se reagrupara, tal y como sucedió en Amezaga de Zuia. Cabe decir que era una prueba que dominaban plácidamente ambos.

Garikoitz, después de la turbulenta temporada pasada de ciclo-cross se ha encontrado a un gran nivel, pero bien es cierto, que no es aquel que se presentaba en Busturia ´05 como el cadete a batir, y que a buen seguro se hubiese colgado el oro de no haber sufrido el percance mecánico que sirvió en bandeja la medalla a los ciclistas valencianos. Es un corredor que afrontará la carrera con intensidad, en un circuito al que se puede amoldar muy bien. No es tan purista en el ciclo-cross como es Izagirre ni tiene la confianza y el respaldo de los resultados de Manjón, pero puede ser el tapado del combinado vasco, ya que como se presente una carrera conjunta, puede ser el rival más peligroso con el que batirse en la última vuelta.

Euskadi, la selección a batir en la categoría. Y que puede ser batible, puesto que anteriormente hemos hablado de una categoría en la que estarán muy caras las plazas de honor. Empezando por el valenciano Victor Cabedo Carda. Posiblemente el ciclista con más clase de la categoría dentro de los que se den cita. No en vano ya ha sido mundialista en categoría junior en la vertiente de ruta, clasificándose en el puesto 24º en la prueba contra el crono. Tiene una magnífica planta sobre la bicicleta, pero el protegido de Plá no está entregado al ciclo-cross como otros ciclistas, puesto que no me cabe la menor duda que será mundialista en carretera, y hacia la temporada de ruta van encaminados sus esfuerzos. Sería más favorito si el evento de Alcobendas estuviese más alejado en el tiempo, más cercano a la carretera, pero como el ciclo-cross es invernal, llega corto de preparación. Aún así, el recorrido le favorece, puesto que puede desplegar en el circuito madrileño su redondo y elegante pedalear, pero que no se equivoquen, que en ciclo-cross un recorrido sobre piso duro y sin grandes obstáculos no significa que sea adecuado para el ciclista de carretera, sino que se ajusta más al ciclista que está en un mejor momento de forma.

También desde el Mediterráneo, pero en este caso desde Cataluña, Eduard Recasens Gasso, está llamado a luchar por las medallas. Si hemos hablado de las excelencias de Víctor Cabedo en el ciclismo de carretera, podríamos hablar de la misma forma de Eduard Recasens cuando nos referimos al Mountain Bike. Dominador claro del calendario catalán, fuera de su ámbito geográfico de competiciones no se ha mostrado tan competitivo. El recorrido tampoco juega a favor del ciclista catalán, pero si, su regularidad y consistencia en las pruebas importantes.

En los Campeonatos de España, cuando hablen del ciclo-cross del norte, tendrán que pararse a especificar a que lugar geográfico se refieren concretamente, puesto que por ejemplo Cantabria tendrá un importante papel en las diferentes competiciones en las que opta a medalla. Una de las opciones, que según va avanzando la temporada se va tornando más seria, es la del ciclista Fernando San Emeterio Gandiaga, corredor de primer año en la categoría. Fue bronce la temporada pasada en Ribadumia cuando era cadete y al igual que Recasens oiremos su nombre también en la especialidad ciclista del Mountain Bike. Al espigado ciclista cántabro, a comienzo de temporada no lo hubiésemos incluido en la terna de favoritos, pero ha experimentado una notable mejora según ha ido transcurriendo el mes de Diciembre, que el ciclista, con una confianza y una ilusión desbordante, puede inmiscuirse con personalidad entre aquellos que vayan a disputarse el título.

Un pasito por detrás, hay un ramillete de ciclistas que aunque estarán delante en la prueba, que obtengan una medalla deberíamos catalogarlo de sorpresa. Este es el caso de Oscar Boente Carrera. El ciclo-cross de Galicia hace una década hacía sombra a Euskadi en todas las categorías, pero con el auge que ha experimentado el ciclo-cross en otras diferentes comunidades autónomas, a pesar de que siguen contando con algún ciclista de calidad, lejos, a diferencia de lo que ocurría antaño, queda que sean en cantidad. Por ese motivo, sorprende que en categoría juvenil, sólo señalemos y no con la mayor de las opciones, a un sólo ciclista.

Euskadi también tiene una segunda fila de ciclistas, que siempre han estado al acecho de los dominadores de la temporada, y que en el Campeonato de España también lo estarán. Guardo predilección por el entusiasmo que pone en cada pedalada Igor Merino Cortázar, que ya va siendo hora de que se quite el pañuelo, y también cabe señalar a David Juárez Alday que ya fue séptimo siendo de primer año en Busturia´06.
Francesc Guerra Carretero ha sido el que ha dado réplica a Eduard Recasens en el calendario catalán, el mismo papel que ha interpretado Ramón Domene Reyes en el calendario de la Comunidad Valenciana. Sobre este ciclista, aunque sería una gran sorpresa verle con el maillot de Campeón de España en Alcobendas, hay que señalar que en su paso por la categoría cadete, este año ha debutado como juvenil, ha logrado tanto en Busturia´05, como en Ribadumia´06 el título de la categoría. Todo un dato que nos hace estar alerta ante sus posibilidades en tan señalada cita.

En definitiva, que estaremos posiblemente ante la categoría más competida e igualada de los campeonatos, en la que no sólo será complicado luchar por una medalla, sino que colarse entre los ocho primeros se antoja competido. Posiblemente esta prueba se decida por los pequeños detalles, veremos quien comente menos errores.

Fotografía realizada por Luis M. Román-Mendoza

2 de enero de 2007

Previo Alcobendas: Féminas

La carrera reservada a la categoría femenina servirá para romper el hielo de estos interesantes Campeonatos de España a celebrar en la madrileña población de Alcobendas. A las doce y media del sábado 13 de Enero tienen fijada la salida las mujeres de todas las categorías, y en la que a buen seguro durante poco más de 40 minutos viviremos un interesante espectáculo protagonizado por las veteranas mujeres que dominan el ciclo-cross nacional.

Y digo bien lo de veteranas, puesto que el pequeño ramillete de favoritas no son precisamente unas jovencitas recién ascendidas de la categoría juvenil. Empezando por la principal favorita, Rosa María Bravo Soba, vallisoletana de Laguna del Duero, que vino a este mundo un veraniego 25 de Agosto de 1976 y ya entrada en la treintena vuelve a defender título, en esta ocasión, el conseguido en Ribadumia (Galicia) hace un año.

Más internacional que nunca por su constante presencia en las principales citas del ciclo-cross europeo, tiene en el circuito de Alcobendas un favorable marco en el que prolongar su exitoso reinado nacional. En un circuito en el que las velocidades que desarrollarán las ciclistas serán altas por el diseño del recorrido que ha fijado el Club Ciclista Alcobendas, la menuda ciclista vallisoletana podrá rodar con los desarrollos largos con los que acostumbra a pedalear y no se verá obligada a cambios de ritmo constantes, circunstancia que perjudica notablemente las prestaciones de la ciclista. Poseedora de un gran talento para el deporte del pedal, una rocambolesca historia la trajo al ciclo-cross, y se ha convertido en la persona que más seguridad y posibilidad de un mejor resultado aporta para el combinado nacional, de entre todas las categorías que anualmente se ven representadas en los Mundiales de Ciclo-Cross.

Sin embargo este año tiene más competencia que en ediciones anteriores, ya que otra veterana ha reaparecido para fortuna de una especialidad necesitada de ciclistas. Aunque a más de uno le ha sorprendido la aparición de Ione Mújika Sarasketa, no es nueva en la especialidad, puesto que ya se impuso en el Campeonato de Euskadi celebrado en Bera de Bidasoa (Navarra) el 5 de Enero del año 2003, cuando todos esperaban que el título fuese a parar a manos de Nekane Lasa, que sólo una semana después en territorio astur, obtenía la medalla de plata en el Campeonato de España celebrado en Sotrondio, derrotada en una dantesca jornada, climatológicamente hablando, por la local Aida Nuño, mientras que Ione Mújika sólo alcanzaba la octava plaza.

La rubia ciclista de Elgeta, no ha dejado de montar en bicicleta, y es una apasionada del deporte de las dos ruedas aunque no haya frecuentado las competiciones ciclistas. Nacida un 10 de Julio del año 1973, es a sus 33 años la más grata sorpresa de la temporada y la más seria amenaza para Rosa Mª Bravo en estos Campeonatos de España de Ciclo-Cross. Guarda un estilo muy diferente a la vallisoletana, con una cadencia más elevada y un tesón, como el mostrado en Igorre, que le sirve para no cejar en el empeño por alcanzar la mejor clasificación posible hasta la mismísima línea de meta. Más suelta sobre la bicicleta y con mayor dominio sobre ésta, puede aprovecharse del favoritismo de la ciclista que defiende título. Una lástima que ante lo demostrado a lo largo de esta campaña, no hayan tenido a bien, ni la selección vasca ni la española, llevarla a medirse con las mujeres más importantes de la especialidad, en alguna de las muchas citas europeas, en las que por ejemplo Rosa Mª Bravo ha estado presente, que también hay que decirlo, sin apoyo federativo.

No hay dos sin tres, y ahí aparece la más joven de todas las ciclistas del abanico de candidatas, la asturiana Rocío Gamonal Ferrera. La ciclista de Siero vino al mundo un 25 de Febrero del año 1979. Es por tanto a sus 27 años, la única ciclista que puede alterar la dupla de favoritas. Menos centrada que Bravo y Mújika en el ciclo-cross, puesto que el Mountain Bike, con los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 en el horizonte, es su objetivo, es meredora de crédito y posibilidades, gracias a la competitividad que refleja especialmente en la cita nacional más importante de la especialidad ciclista invernal. Esperemos que a Ione Mújika no le atenacen los nervios al verse también favorita en una prueba de la importancia de la que se disputará en Alcobendas, pero en lo que respecta a Rocío Gamonal, no me cabe la menor duda que no fallará, ya que por ejemplo no se ha bajado del podium en estos últimos años. De todas formas sus victorias datan de los años 2000 y 2001, conformándose con metales menos valiosos en estas últimas ediciones.

La cuarta en discordia comparte equipo con Rocío Gamonal, y procede de unas islas en las que poco o nada se habla de ciclo-cross. Ruth Moll Marqués, llega desde las Islas Baleares, concretamente desde Ciutadella. 32 años gasta la espigada ciclista que fue alumbrada un 20 de Mayo de 1974. Influenciada por Rocío Gamonal en la práctica del Ciclo-Cross está un peldaño por debajo de las tres ciclistas anteriormente mencionadas, y que teóricamente deberían repartirse las medallas en juego, pero la balear estará al acecho ante cualquier oportunidad que pueda presentarse fundamentalmente debido a los posibles errores o desgracias mecánicas que puedan protagonizar cualquiera de las ciclistas que parten con la vitola de favoritas.

Por detrás, poca o ninguna posibilidad para el resto de ciclistas de verse con una medalla al cuello. Diferentes circunstancias hacen que las hasta hace no mucho favoritas Aida Nuño Palacio y Nekane Lasa Aguirre en estos momentos no tengan tal condición y tengan que contemplar desde la distancia como son otras ciclistas quienes se juegan el título.

Fotografía realizada por Luis M. Román-Mendoza